Valle del Almanzora y Sierra de Baza

Ruta de gravel bikepacking por el Camino Natural del hierro y el mármol

Valle del Almanzora y Sierra de Baza
Valle del Almanzora y Sierra de Baza

El “oro blanco” de Macael es una de las principales maravillas y atractivos de la comarca del Valle del Almanzora, símbolo de lujo y nobleza es una apreciada joya de la naturaleza explotada desde hace cuatro mil años en la solitaria sierra de los Filabres. Los comerciantes fenicios embarcaban el deslumbrante mármol blanco de Macael en los puertos de la costa de Murcia hacia los confines de Fenicia, en el Mediterráneo oriental, compitiendo con el mármol de Carrara y su carísima variedad de Calacatta, extraído al pie de los Alpes italianos. Los romanos usaron el mármol del Almanzora en la decoración de las mansiones de los altos cargos imperiales y en las construcciones sobresalientes en la Hispania romana, como el Teatro de Mérida. Los árabes fueron los grandes artífices del arte andalusí y llenaron de esculturas, columnas y preciosas piezas de mármol todo tipo de monumentos, residencias y palacios, como el Patio de los Leones en la Alhambra de Granada y la Mezquita de Córdoba. En los yacimientos de Macael hay mármol blanco, que es el extraordinario, y también aparece gris y amarillo. Una muestra de las tres variedades es El Mortero de Macael, instalado en una rotonda de la población, pesa 50.000 kilos y es el mortero más grande del mundo, el recipiente es mármol blanco, la base mármol gris y la maza está labrada en la variante de color amarillo.

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El mármol de Macael es uno de los principales ejes económicos y comerciales de la comarca y también un atractivo turístico, no hace falta subir hasta las canteras de la montaña para ver piezas y esculturas, aparecen decorando algunos tramos del camino en Fines y Olula del Río, donde está La Mujer del Almanzora, una cabeza de mujer de ocho metros de altura y 280 toneladas de peso construida con 82 piezas de mármol blanco sobre un diseño del artista Antonio López. Y después del mármol llegó el mineral de hierro al Alto Almanzora, a finales del siglo XIX, encontrando buenos filones en Serón, Las Menas y Bacares. El aislamiento del territorio en aquellos tiempos y las dificultades topográficas complicaban la extracción del mineral y las empresas mineras solucionaron el problema mediante la construcción de varios cables aéreos para transportar el material en vagonetas suspendidas desde los yacimientos hasta los cargaderos, situados en la línea ferroviaria Granada-Murcia, inaugurada en 1885. El tramo minero del Alto Almanzora se conoce como Vía Verde del Hierro y finalmente llegamos al principal motivo que nos ha llevado en bicicleta al Valle del Almanzora y la Sierra de Baza, una nueva aventura cicloturista para conocer y recorrer una de las antiguas líneas ferroviarias más sorprendentes de Andalucía oriental, incluida en la Red de Caminos Naturales como Vía Verde Guadix-Almendricos. Valle del Almanzora, entre los pueblos de Arboleas y El Hijate. El segundo día seguimos por la Vía Verde de la Sierra de Baza hasta Baúl, que conserva un puente de hierro extraordinario. Y la tercera jornada volvemos al inicio del viaje por el Parque Natural de la Sierra de Baza y el observatorio astronómico de Calar Alto.

El ferrocarril fue el gran canal de comunicación y comercio para dar salida al mineral de hierro, el mármol, las manufacturas de esparto y los productos agrícolas del Valle del Almanzora, durante un siglo disparó el bienestar económico y social de la comarca. En 1985 fue clausurado el tramo entre Guadix, en Granada, y la población murciana de Almendricos, entrando en una decadencia económica, industrial y arquitectónica que ha sido recuperada por Caminos Naturales y Vías Verdes para usos culturales y recreativos de senderismo y cicloturismo. La cultura andalusí es constante durante todo el viaje, herencia de la época árabe hasta la última etapa nazarí que culminó en el siglo XV. El nombre de Arboleas es un derivado de árabe al-Burayax, que significa “la torrecilla” y puede hacer alusión a la atalaya que controlaba el paso por la vega del pueblo en el Cerro del Castillo. El propio nombre de Almanzora procede de al-Mansura, el “lugar de la victoria” o simplemente “la victoriosa”. Y así en cada municipio y comarca porque no hay nada más bonito que los nombres para encontrar el mérito de los pueblos, la historia de los caminos y el significado de los paisajes, que suele estar muy relacionado con el origen de los contornos y los aspectos variados del color, la textura, las riquezas minerales o el tipo de vegetación que definen cada estampa del medio ambiente.

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DATOS

  • Punto de partida y llegada: Arboleas (Almería).
  • Tiempo: 3 etapas.
  • Distancia: 241 kilómetros.
  • Desnivel positivo: 3.290 metros.

Etapa 1. Arboleas/Serón
44 kilómetros. 480 metros positivos.

El viaje cicloturista está distribuido en tres etapas establecidas principalmente porque cada jornada es totalmente distinta en paisajes, historia y contenido. El primer día es el Camino Natural Vía Verde Valle del Almanzora, en la provincia de Almería, llena de construcciones ferroviarias, fértiles vegas de huertas y frutales, esculturas de mármol y restos de la cultura del mineral de hierro que durante un siglo salía por toneladas hacia los puertos de Murcia. La segunda etapa es la Vía Verde de la Sierra de Baza, entre El Hijate y el famoso puente de hierro de Baúl, recorriendo los paisajes esteparios del altiplano de Baza y el borde de los peliculeros badlands del desierto de Gorafe, famosos por su mágica belleza y porque a mediados del siglo pasado fueron el escenario de infinidad de spaghetti western. Y el tercer día parece otro mundo, a partir de Gor la aventura gravelera entra en las cumbres y montañas de la sierra de Baza por inmensos pinares y bosques de encinas hasta los radares de Calar Alto, superando la cota de los dos mil metros de altitud con unas vistas extraordinarias de la vertiente norte de Sierra Nevada, cerrando el bucle en la estación de Tíjola y un tramo de vuelta hasta Arboleas por el Camino Natural.

El inicio está en el barrio de San Roque del municipio de Arboleas, en el comienzo del tramo acondicionado del Valle del Almanzora en el trazado del Camino Natural Vía Verde Guadix-Almendricos. El paraje es un sencillo cruce de carreteras con una caseta de vigilancia del antiguo paso a nivel de la vía del tren. La continuación del viejo ferrocarril minero hacia Murcia por Zurgena y Huércal-Overa no está preparada todavía para el tránsito ciclista. El pequeño apeadero ferroviario de Arboleas está en dirección Baza unos ochocientos metros después, arreglado con jardines en los andenes, el panel del Camino Natural, señales con nombres y distancias y buen sitio para aparcar, puede ser un punto de partida alternativo. Las barriadas residenciales de Las Caleras, La Perla y El Prado disimulan el ambiente blanquecino y estepario de las laderas del valle, formadas principalmente por colinas de margas, yesos y otros caprichos de la geología que favorecen el desarrollo de plantas muy exclusivas y curiosas conocidas como jaboneras.

La vía mantiene una cómoda pendiente positiva constante entre el tres y el cinco por ciento y el firme es una superficie de tierra y gravilla fina compactada, ideal para que las bicicletas circulen en su salsa y los cicloturistas disfruten tranquilamente del ambiente sin que tener que mirar constantemente al suelo. En las ramblas del camino aparecen los primeros viaductos del antiguo ferrocarril, se alternan construcciones de sillares de piedra de varios arcos y puentes de hierro levantados por las empresas que construyeron el ferrocarril a finales del siglo XIX. Los puentes de hierro estaban medio desmantelados y peligrosos para uso peatonal o ciclista y los últimos han sido restaurados y estrenados en 2024, completando la continuidad del trazado del ferrocarril minero en el Valle del Almanzora con la Vía Verde la Sierra de Baza, entre Arboleas y Baúl. Un puente de hierro espectacular atraviesa la Rambla de Albox, en la entrada de la pedanía de Almanzora, una bonita población agrícola dedicada al cultivo de limones, naranjas y aceite. La llegada a Cantoria es muy ferroviaria por un túnel con iluminación artificial. Los edificios de la antigua estación están rehabilitados para acoger centros sociales y administrativos de la población. Y el trazado del tren es una alegre avenida arbolada con un remate extraño al final para entrar de nuevo en la gravilla de la Vía Verde.

Los pueblos de Fines y Olula del Río son un encuentro con la cultura del mármol, en la antigua vía del ferrocarril aparecen figuras y piezas de mármol con inscripciones y frases inspiradoras. En Olula está la célebre cabeza gigante de mujer, al otro lado de la carretera, hay que estar atentos para no pasar de largo. Y cerca está el pueblo de Macael para quienes estén interesados en visitar las canteras del “oro blanco” del Valle del Almanzora. Purchena está alejado de la vía, es un pueblo de aire andalusí, con calles estrechas de fachadas encaladas al pie de los restos de una antigua alzaba musulmana de la época nazarí. El ferrocarril continúa dibujando las laderas del valle y salvando ramblas estacionales por imponentes puentes de piedra hasta la estación de Tíjola, que conserva una máquina de tren de la época gloriosa del ferrocarril minero y los edificios ferroviarios. La estación es un bar con servicio de comidas y terraza en uno de los andenes. En Los Canos quedan restos del antiguo cargadero del mineral de hierro. Las vagonetas llegaban cargadas de material por cables aéreos desde los yacimientos mineros y por simple gravedad llenaban los vagones de los trenes que estaban en los túneles situados debajo del cargadero.

La etapa termina en Serón, un pueblo serrano famoso por los secadores de jamones, embutidos, dulces tradicionales, quesos, aceite y otros productos de la gastronomía local. La antigua estación del tren es la mejor muestra de arquitectura ferroviaria minera en el Camino Natural Vía Verde del Valle del Almanzora, tiene el edificio del vestíbulo de viajeros, con la característica marquesina de aire británico, restos de los raíles, muelles de carga, almacenes de mercancías, plataforma giratoria para los trenes, cargadero de mineral, depósitos de agua y cocheras. Y también cuenta con un planetario moderno y Centro de Interpretación. Los servicios locales están un par de kilómetros alejados de la vía.

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Etapa 2. Serón/Gor
66 kilómetros. 670 metros positivos.

En Serón el camino emprende el tramo final de la subida por el Alto Almanzora hasta El Hijate, la última población de Almería antes de entrar en el altiplano granadino de Baza. El antiguo paso fronterizo estaba vigilado por la atalaya morisca de la Torre del Ramil, los restos son visibles en una loma aislada a la izquierda del Camino Natural. La torre formaba parte de la línea defensiva de la época nazarí entre las torres de Somontín y Caniles. En el límite de la provincia de Granada comienza el tramo de la Vía Verde de la Sierra de Baza, cerca del solitario apeadero de El Hijate. El firme del camino cambia, hay una cepa de hierba entre las dos rodadas pero es perfectamente ciclable en gravel y bicicleta de montaña. El medio ambiente también es diferente, las huertas y los campos de frutales encajados en la vega del río Almanzora han desaparecido y ahora el paisaje es una planicie interminable que se hunde en la Hoya de Baza. En la lejanía la meseta llega hasta la falda de las serranías de Segura y Cazorla y al sur de la ruta surgen los relieves del espacio natural protegido de la Sierra de Baza. Y algo importante en bicicleta, el desnivel es negativo hasta las calles de Baza, pedalear por este sugerente y exclusivo escenario natural en un camino tan cómodo y agradable es realmente disfrutón, cuando los cicloturistas sienten que han elegido la mejor manera de viajar activamente y conocer los paisajes del mundo.

Todo va bien hasta que la Vía Verde dibuja un gran arco hacia el sur, entra en el gran cauce de la Rambla de Baza y aparece el puente de hierro de Caniles. Las planchas centrales han desaparecido y hay que pasar caminando con cuidado por los laterales. Un cartel en la entrada del puente recomienda el carril paralelo para evitar riesgos innecesarios. La alta chimenea de la antigua fábrica de azúcar Nuestra Señora de las Mercedes anuncia la llegada a la estación de Caniles, que tuvo un peso importante en el comercio ferroviario desde su inauguración, en 1894, hasta mediados del siglo XX, cuando comenzó la decadencia de la vía que comunicaba Andalucía y el Levante. Los edificios han sido restaurados y convertidos en el Centro de Interpretación de la Geodiversidad del Altiplano de Granada. En Baza hay que dejar el trazado de la Vía Verde y visitar el conjunto histórico, pasar por la Fuente de los Caños Dorados, la Plaza Mayor, el Barrio de San Juan, las callejuelas de la judería, las Antiguas Carnicerías, el Arrabal de Marzuela, incluso entrar en los Baños Árabes, y aprovechar para tomar alguna golosina local y recuperar energías para el resto de la etapa.

La Vía Verde sale de Baza hacia el peñasco del pico Jabalcón y entra en una soledad absoluta. En este tramo está el apeadero de Zújar pero la población ni siquiera aparece a la vista. El ferrocarril circulaba por el altiplano y el pueblo está metido en la falda de la depresión de la Hoya de Baza, que está ocupada por el embalse del Negratín. La presa fue inaugurada en 1984, un año antes del cierre del ferrocarril, es uno de los embalses más grandes de Andalucía y recoge el agua de varios cauces que forman el nacimiento del Guadiana Menor. El camino pasa la carretera de Freila y recorre el túnel más largo de la Vía Verde, tienen luz artificial y el cambio de rumbo en la salida permite contemplar de frente las laderas de la sierra de Baza, el destino de la siguiente jornada. El firme de gravilla sigue siendo excelente y enseguida aparece la estación de Baúl y el puente de hierro más imponente del viaje para salvar el sobrecogedor barranco del arroyo de Baúl, conocido como Cejo de Baúl. El puente tiene una longitud de 145 metros y una altura de 33 metros, fue construido en 1907 y diseñado en el estudio de arquitectura Gustavo Eiffel, el mismo que levantó la Torre Eiffel de París. La obra es completa de vigas y tirantes de hierro, hasta las dos columnas metálicas que sujetan el puente sobre los estribos de hormigón. En este punto termina/empieza, la Vía Verde de la sierra de Baza, el siguiente tramo hasta Guadix no tiene condiciones óptimas para que circulen bicicletas. El puente mantiene la integridad arquitectónica original y se puede pasar en bicicleta o caminando pero después hay que dejar el trazado del viejo ferrocarril para continuar el viaje.

El recorrido gira hacia la derecha en la salida del puente, pasa por las casas de Río Baúl y conecta con la vía de servicio de la autovía A-92 hasta la carretera de Gor, un bonito pueblo agrícola entre la sierra de Baza y los desiertos de Gorafe.

Etapa 3. Gor/Arboleas
131 kilómetros. 2.140 metros positivos.

El dato de la distancia en la tercera etapa no debe intimidar demasiado porque los últimos sesenta kilómetros son favorables, desde el observatorio astronómico de Calar Alto hasta el final en Arboleas, otra cosa son los dos mil y pico metros positivos desde el pueblo de Gor, en el borde del desierto de Gorafe, hasta los radares de la estación por las montañas de las sierras de Baza y de los Filabres. La salida de Gor tiene un pequeño calentón hasta el Mirador Cerrillo de la Horca, que parece puesto en un lugar estratégico para parar y tomar un respiro. Las vistas merecen la pena, la última mirada hacia los desiertos del altiplano granadino. La carretera sigue por el exuberante valle del río Gor, pasa por la alquería de Los Apolos y el asfalto termina en las casas de Las Juntas. El siguiente tramo es una subida larga por pistas forestales de buen firme y unos kilómetros de asfalto al final en Calar Alto. Es importante llevar el track del recorrido porque hay bastantes cruces y carteles que indican diferentes parajes y lugares de interés en el Parque Natural de la Sierra de Baza. Las rampas más duras están en los primeros kilómetros, después sigue un entretenido subibaja por las laderas de la sierra entre pinos y encinas sobre el gran abismo de la Hoya del Marquesado, una enorme depresión que separa las sierras de Baza y de los Filabres de la gran muralla de Sierra Nevada.

El collado de Cuatro Caminos es un paso estratégico, terminan los desniveles importantes y es clave para mantener la ruta en la media de altitud hasta la carretera de Caniles. La salida del espacio natural protegido de la sierra se nota por el cambio de ambiente, hay rastros de deforestación y las cumbres del cordal parecen altiplanos que recuerdan otras latitudes. Al fondo aparecen por fin las esferas blancas de los radares astronómicos de Calar Alto, el techo del viaje cicloturista y el principal desafío de la jornada. La ruta deja enseguida la carretera que baja hacia Escúllar y continúa por la cuerda de las montañas. El firme del camino es aceptable hasta la Loma de las Piedras de Ayala, el suelo empeora bastante y la pendiente es considerable, son dos kilómetros incómodos hasta el mirador natural de las Piedras del Deseo, un nombre inspirador donde hay unos corrales y unas vistas fantásticas del Golfo de Almería, un arco azulado por el oleaje del Mediterráneo entre la Punta Entinas y el Cabo de Gata. La pista mejora notablemente, pasa por el collado de la Pingarra y conecta con la carretera que sube hasta Calar Alto. En la cuneta hay carteles para ciclistas con la distancia y el porcentaje de la pendiente. El día que pasamos había ventisca, estaba nublado y no pudimos disfrutar nada las vistas, una pena después de las cuatro horas largas de subida. Unas fotos de recuerdo, toda la ropa puesta y a toda pastilla hasta Bacares, un pueblo que parece exiliado en un rincón agreste y solitario de la sierra de los Filabres, rodeado de barrancos y montañas. El paso por el pueblo no es obligado, la carretera principal pasa por el desvío, se puede contemplar el caserío que está en la ladera de enfrente y continuar el descenso hacia Tíjola.

Después de 33 kilómetros y 1.500 metros negativos de descenso desde Calar Alto, pasando por Bayarque, llegamos a la estación de Tíjola y su acogedor bar ferroviario, un buen lugar para celebrar la espectacular bajada. El resto hasta Arboleas también es terreno favorable por el tramo conocido de la Vía Verde del Almanzora el primer día. El Camino Natural para por Olula del Río, Fines, Cantoria y casi sin dar pedales termina en el apeadero de Arboleas. Y como siempre pasa en estos viajes, estamos deseando terminar y nada más bajar de la bici empezamos a planear la siguiente aventura cicloturista

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