La Bardena es una fascinante combinación de barrancos, cárcavas, páramos, estepas, cerros testigos y relieves tabulares de gran interés geológico y ambiental. El territorio del Parque Natural de las Bardenas Reales está integrado en la Unidad Geológica de la Depresión del Ebro y su origen es continental, construido por acumulación de yesos, arcillas, cantos, gravas y materiales margosos desde el Eoceno, hace 38 millones de años. Los fenómenos del medio ambiente han esculpido los frágiles relieves definiendo tres grandes unidades geomorfológicas. El Plano es la meseta situada al norte de la Bardena, de suelos duros y resistentes a la erosión. La Negra es el conjunto de relieves tabulares (horizontales) constituidos por calizas y areniscas que se levantan al sur y también muestran una dura resistencia a la erosión ambiental. La mayor parte del territorio está ocupado por la Blanca, la gran depresión central muy esculpida y desmenuzada por los agentes ambientales debido a la falta de materiales duros que puedan proteger las frágiles arcillas y margas limosas. En la Bardena Blanca se encuentran las llamativas bad lands y los singulares cabezos o cerros aislados que otorgan al paisaje un carácter particular, protagonistas de multitud de películas, anuncios publicitarios y reportajes fotográficos. El promontorio más célebre de los paisajes bardeneros es el cerro de Castildetierra, donde comienzan varias rutas senderistas. En una pequeña porción de terreno se puede observar el proceso de modelado que están sufriendo las mesetas tabulares. El cerro testigo de Castildetierra es un montículo de arcilla que resiste a la erosión completa porque está protegido en la parte alta por un bloque de material resistente de arenisca y caliza.
IDENTIDAD Y NATURALEZA DEL PAISAJE
El desierto navarro
Antes de realizar cualquier actividad deportiva o turística en el interior de las Bardenas Reales es importante consultar la normativa y los caminos abiertos al público en el Centro de Visitantes o en la página web del parque natural. En el paraje de Castildetierra sale varios itinerarios que se internan en este asombroso desierto del sur de Navarra. Uno de los paseos recorre el Cabezo de las Cortinillas, magnífica expresión de cárcavas de varios colores por curiosas laderas terrosas y los cambisoles, que son los suelos utilizados para el cultivo por los campesinos locales.
Cañada Real de los Roncales
Un elemento etnográfico de interés en el desierto bardenero es la abundancia de cabañas pastoriles, corrales y restos de la cultura trashumante vinculada con el paso de la Cañada Real de los Roncaleses, una importante vía pecuaria que ha sido utilizada durante siglos por las ganaderos navarros para desplazar los rebaños desde el Valle del Roncal hasta las Bardenas Reales.
Un escultor incansable
La erosión ambiental es un escultor incansable del paisaje bardenero. La lluvia, el viento y los cambios atmosféricos desgastan las frágiles rocas calizas, las areniscas y las gravas hasta que llegan a las capas duras de las arcillas y se desploman por las laderas del terreno, creando laderas de fuertes pendientes con mesas superpuestas de bordes escarpados sobre barrancos espectaculares que están en constante transformación debido a las lluvias torrenciales. El Barranco Grande, el de Andarraguía y el de Cortinas son algunos de los cañones más sorprendentes y vistosos en los particulares paisajes de la Bardena Blanca.
Cómo llegar
Por la N-232 Zaragoza-Logroño. En Tudela seguir las indicaciones de Arguedas y un kilómetro antes de llegar girar a la derecha hacia el parque natural. El acceso a Castildetierra se encuentra a 6,8 km. Continuar por el camino rural durante 3,7 km hasta el punto de partida.