Rutas

Miradores del Mediterráneo

Cuatro cumbres en la costa levantina.

Texto y fotos: Juanjo Alonso

7 minutos

Miradores del Mediterráneo

Las montañas de Castellón, Valencia, Alicante y Murcia proyectan una quebrada cinta de escarpadas sierras litorales emergiendo desde la orilla del Mediterráneo hasta rematar en bellos miradores costeros, panorámicas ventanas al insigne Mare Nostrum de las antiguas culturas levantinas donde el montañero se siente centinela de todos los mares. Alcanzar una de estas cumbres es sólo la parte deportiva del montañismo litoral, el resto de las sensaciones procede de las sugerentes vistas desde los acantilados volcánicos de la costa murciana, las bravas crestas calcáreas de las serranías alicantinas o las silvestres cimas de la sierra de Espadán.

La Muela de Cartagena

Situación: sierra de la Muela, (Murcia).

Punto de partida y llegada: El Portús.

Desnivel positivo: 590 metros.

Distancia: 10,6 kilómetros.

Cartografía: IGN 1:50.000 (977).

La costa de Cabo Tiñoso, entre las poblaciones murcianas de Cartagena y Mazarrón, es uno de los frentes costeros del litoral levantino menos alterado por la “conquista" urbanística, un quebrado relieve de curiosas formaciones de coladas volcánicas mezcladas con calizas y dolomías triásicas que constituye un paraíso para los admiradores de las fantasías geológicas y las especies botánicas. Un espléndido mirador de la costa murciana es la sierra de la Muela (546 m), la segunda cota de altitud del municipio de Cartagena después de Peñas Blancas (629 m). La ruta sale del puerto de El Portús, en la parte alta de la rambla que atraviesa la población, y sigue una vereda costera marcada con señales rojas y blancas del GR-92. El primer tramo es confuso porque aparecen senderitos costeros por todas partes pero las marcas están claras. El sendero pasa un barranco cerca de la orilla del mar y escala la muralla costera para ganar altura sobre los acantilados de Los Amarillos. El ambiente es salvaje, un caos de barrancos, espolones y torres de colores mordisqueadas por las tormentas marinas. En algunos pasajes rocosos hay cadenas para quitar el vértigo. El sendero salva un barranco poblado de palmitos, espinos y cornicabras y sube al collado de la Garganta. En la falda del cerro está la Casa del Comandante, antiguo puesto de vigilancia costera usado de refugio montañero. El GR-92 desciende de frente hacia Cala Aguilar.

La ruta gira a la derecha y sube por una vereda empedrada hasta un collado en la base de la Muela, donde toma rumbo noroeste hasta otro collado y vuelve a cambiar de dirección, ahora hacia el este, para terminar la ascensión a la meseta calcárea de la Muela. El camino pasa por las antenas del vértice y sigue en la misma dirección hasta el borde de los cortados rocosos, donde hay una escalera metálica para bajar las paredes. La senda llega a una pista de montaña y gira a la izquierda, pasa por una ermita que tiene cerca un pilón con una fuente y después de varias curvas cerradas en el pinar el camino llega a un claro en un espolón con buenas vistas del Campo de Cartagena. La ruta gira a la derecha en el sendero que baja por la cresta y sigue el panorámico borde de las cornisas hasta la rotonda de la carretera en la entrada de El Portús.

Cruz del Montgó

Situación: Parque Natural de Montgó (Alicante).

Punto de partida y llegada: Ermita de Pare Pere, en Dénia.

Desnivel positivo: 660 metros.

Distancia: 13,8 kilómetros.

Cartografía: IGN 1:50.000 (822/823)

La cumbre del Montgó emerge agreste, solitaria y despiadada por encima de los setecientos metros de altura en un fiero bloque de arquitecturas calizas entre las poblaciones de la plataforma costera alicantina. El “caparazón de la tortuga", como se conoce popularmente, ha sido considerada una montaña mágica por las culturas levantinas desde tiempos remotos. El punto de partida es la ermita del Pare Pere, al final del Camí del Pou de la Muntanya, en la cara norte de la sierra donde están las colonias turísticas de Dénia. El macizo del Montgó es estremecedor, un soberbio muro de paredes calizas parece impedir el acceso a la plataforma de la cumbre. La ruta sube por el Camí de la Colònia y toma el desvío de la Cova de l’Aigua, marcado con un poste del parque natural. La cavidad estuvo habitada por íberos, romanos y el resto de las civilizaciones que han poblado la costa del Mediterráneo. El sendero principal deja la cueva a la izquierda y recorre la base de las paredes calizas para conectar con otro sendero que sube desde la pista del Camí de la Colònia y asciende por la única ladera accesible a pie en la cara norte del Montgó. Al final del tramo escarpado aparece por la derecha el sendero procedente de Jesus Pobre. Girar a la izquierda y seguir la senda hasta la cumbre de la Cruz del Montgó.

La panorámica en la cumbre es grandiosa, la costa, los cabos, las playas, los pueblos y al fondo el horizonte infinito de las serranías alicantinas, una maravilla. La vuelta comienza por el sendero que baja de la cima hacia el este, marcado con los hitos del PR-CV 355. La ladera es pedregosa y empinada, con pasos delicados que pueden obligar a usar las manos. El sendero dibuja varias zetas en el tramo más escarpado y sigue de frente hacia Les Planes y el Cabo de San Antonio. La ruta gira a la izquierda, pasa por el barranco donde está la Cova del Gamell y recorre el Camí de la Colònia hasta el punto de partida, con unas vistas magníficas de Dénia y parte del litoral del Golfo de Valencia.

Les Creus de la Valldigna

Situación: comarca de la Valldigna (Valencia).

Punto de partida y llegada: Tavernes de la Valldigna.

Desnivel positivo: 530 metros.

Distancia: 10,9 kilómetros.

Cartografía: IGN 1:50.000 (770).

El valle de la Valldigna es una fértil vega de naranjos y huertas rodeada de montañas por todas partes menos en el lado que mira al Mediterráneo, un vergel del litoral valenciano al pie de cumbres colosales como Les Creus, uno de los mejores miradores naturales del valle y de la costa levantina. La ruta elegida sale de la calle Doctor Gómez Ferrer, en Tavernes de la Valldigna, y sigue el trazado de varios senderos de pequeño recorrido. Primero hay que rodear las instalaciones del club de tenis y después subir por el sendero PR-V 39 hasta un collado con un poste de los itinerarios locales. La ruta sigue el PR-V 39 hacia Alt de les Creus. El camino cambia de vertiente y aparece el Cabo de Cullera recortando la costa del mar en el medio de la enorme planicie de la Albufera de Valencia. En el siguiente cruce se deja a la derecha el desvío de la Font de la Granata y poco después sale una senda a la izquierda que lleva a la Cruz de la Valldigna, una cruz de hierro gigante plantada al lado del vértice geodésico. El balcón es espectacular. Las marcas del sendero de pequeño recorrido recorren la loma de la cumbre y conectan con el camino principal, marcado con los hitos del PR-V 38.

La ruta baja por un terreno de lapiaz y sigue las indicaciones de los postes de madera del PR-V 38 hacia la Font de la Sangonera, un oasis en la áspera naturaleza de la garriga mediterránea. El camino cambia de rumbo, pasa por la pista del Pla de la Sangonera y continúa por la senda histórica de Les Revoltes, un camino de vértigo construido en piedra seca en uno de los barrancos más escarpados del macizo. En el tramo final, antes de llegar a las plantaciones del valle, se toma el desvío del PR-V 40 hacia Tavernes por el Camí dels Borregos. La senda aprovecha unas terrazas estrechas en los cortados rocosos y baja al Canal de Defensa, en el límite del conjunto urbano. Seguir el camino paralelo al canal hasta el inicio del recorrido.

Castillo de Castro

Situación: Parque Natural de la Sierra de Espadán (Castellón).

Punto de partida y llegada: Alfondeguilla.

Desnivel positivo: 720 metros.

Distancia: 14,3 kilómetros.

Cartografía: IGN 1:50.000 (640).

Los montes levantinos han sido atalayas de vigilancia en todos los tiempos. Pueblos íberos, romanos, árabes, cristianos y el resto de culturas que han poblado la costa del Mediterráneo levantaron torreones defensivos en los oteros más panorámicos. El castillo de Castro, en La Plana Baixa de Castellón, ha sido puesto de combate en todas las contiendas de los últimos dos mil años. La Torre del Homenaje fue derrumbada en un bombardeo durante la Guerra Civil. La ruta sale de Alfondeguilla por la pista de cemento que entra en el barranco del río Belcaire. En coche se puede seguir unos 500 m desde el pueblo y aparcar en una pequeña explanada que tiene unos bancos junto al río. El camino rural sigue por unas terrazas de algarrobos y a los 500 m aparece el desvío del castillo de Castro en el talud de la izquierda, entre unas chumberas. El ambiente del camino es un encanto, bosque mediterráneo en todo su esplendor, algunos alcornoques alcanzan tamaños monumentales, auténticas reliquias vegetales. La vereda pasa El Bosquet, la Font de la Penyeta y alcanza el Coll de Boix. La senda del castillo sube hasta el viejo recinto amurallado, rodeado de acantilados y vistas grandiosas de La Plana de Castellón y la costa mediterránea hasta el Cabo de la Nao.

El descenso pasa por el Coll de Boix, gira a la izquierda y llega a un cruce de caminos en un collado. El sendero de la izquierda sube a una antigua nevera para conservar hielo en la montaña y después pasa por la cumbre del Nevera, una opción para volver a Alfondeguilla por las minas de mercurio de Cantallops. La ruta gira a la derecha, baja al Coll Roig y desciende hacia el este por el barranco de Eslida, coincidiendo en un tramo del GR-36. La vereda baja por bosques de alcornoques, carrascas y pinar rodeno empotrados entre llamativas formaciones de areniscas rojas tapizas de musgos de colores. El camino pasa por la Fonteta de Marc y sale al camino del barranco del río Belcarie, con la opción de bajar al cauce y visitar el acueducto histórico del Arquet. La ruta sube de nuevo a la pista principal o puede seguir los senderos del barranco hasta el punto de partida.

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