El Elefantito de la Pedriza, una roca con cuerpo y alma

Un recorrido por las fantasías de La Pedriza, en la sierra de Guadarrama

El icónico Elefantito de La Pedriza
El icónico Elefantito de La Pedriza

La Pedriza de la sierra de Guadarrama es el lugar donde siempre está asegurada una excursión interesante, es raro dar una vuelta senderista o montañera por este fascinante mundo de granito y terminar desilusionado. La maravilla de piedra que hemos visitado en esta ocasión es El Elefantito, un risco con cuerpo y alma. El cuerpo tiene forma de elefante con la trompa clavada en el suelo de piedra. Y el alma seguramente la cambio por la eternidad pero sigue vagando por los alrededores. El risco además está en una loma rocosa en el borde de un collado bastante vistoso y panorámico, en el horizonte de las montañas se puede ver la cumbre del Yelmo y enfrente los rascacielos de la ciudad de Madrid. El recorrido tiene otras fantasías de piedra “Made in Pedriza”, como la aguja de Cinco Cestos, la Cueva del Chamán, la Cueva del Ave María y el Indio con su alcornoque centenario, un árbol singular de la Comunidad de Madrid con más de 300 años de vida.

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Km 0. 970 m. 30 425466/4510494
El Tranco

El punto de partida es el aparcamiento de El Tranco, entre semana se puede aparcar al final de la carretera, en la plazoleta donde está el quiosco Casa Julián. Los fines de semana hay que madrugar bastante, o dejar el coche un kilómetro antes y después seguir por un sendero que recorre la orilla del río Manzanares hasta el principio de la ruta, indicado en el inicio del track. El camino sube por la derecha del edificio del bar sobre unas rocas de granito y aparece un cruce en un cartel. La subida sigue por la izquierda, el sendero de la derecha es el camino de vuelta. El primer tramo es bastante empinado, hay escalones de piedra entre los berrocales de granito y enseguida aparecen unas vistas estupendas del gran valle del río Manzanares y las barriadas del pueblo de Manzanares El Real. La senda está marcada con señales de pintura blanca y amarilla de un sendero de pequeño recorrido.

Km 1,6. 1.290 m. 30 425836/4511291
Gran Cañada

El sendero sube entre jarales por la falda de la ladera hasta una pequeña pradera donde hay un arroyo y un cartel de regulación de la escalada en la zona. El sendero continúa la ascensión por las jaras hasta los riscos que preceden la entrada en la Gran Cañada, presididos por la Peña del Reloj, un centinela de piedra que parece vigilar la frontera entre el reino de los humanos y el mundo mágico de los riscos pedriceros. La subida termina en el cruce de la Gran Cañada. En una piedra está pintada la marca de pintura roja y blanca del GR-10. El sendero de la izquierda baja hacia Canto Cochino, de frente sigue el sendero del Yelmo y la ruta continúa por la derecha, de momento por la gran vaguada que forma la Gran Cañada, marcada con las señales del sendero de gran recorrido. El camino sigue las marcas rojas y blancas durante 200 metros y nada más pasar un arroyo se desvía por una senda algo imprecisa que aparece por la izquierda entre las jaras, marcada con un aspa del GR, que significa dirección equivocada para quienes sigan el GR-10. La senda merodea por los matorrales hasta que atraviesa un arroyo y entra en el valle de Cinco Cestos, que es la llamativa aguja formada por cinco bloques superpuestos que está prácticamente pegada a las paredes de la izquierda del valle. El risco es una buena referencia para mantener la orientación y también hay hitos de piedras marcado el sendero.

Km 2,5. 1.410 m. 30 426477/4511551
El Elefantito

El camino sigue la senda principal en subida, dejando a la izquierda el desvío que se acerca hasta el sector de escalada de Cinco Cestos. En algunos lugares pueden surgir dudas pero los hitos siempre van indicando los mejores cueles entre las piedras, hasta un pequeño collado que marca el final de la ascensión y unos metros después aparece en el risco de la izquierda la silueta inconfundible de El Elefantito. El animal de piedra está en una loma despejada y vistosa, pero no se descubre hasta el final, cuando casi se puede tocar la trompa. El paraje tiene un ambiente especial, como si fuese el límite de algo. La ruta continúa en la misma dirección sin subir ni bajar, recorre unos collados por una senda clara y desciende por la derecha de La Pirámide, en este caso la silueta del risco no es evidente, será por el punto de vista.

Km 3,2. 1.350 m. 30 427096/4511611
Senda Maeso

En el tramo final el sendero se cuela por un agujero donde hay un tejo colgado de una grieta de la roca, conectando con el camino de la Senda Maeso, la gran circular senderista de la Pedriza, marcada con galones de pintura blanca y amarilla pintados recientemente. La vereda pasa por la Cueva del Chamán y recorre el pequeño laberinto del Risco de los Martes, otra de las zonas habituales de escalada. La bajada es entretenida, hay planchas de piedra, agujas, pasadizos y grandes escalones hasta que finalmente aparecen las praderas del sector oriental de la Gran Cañada y las marcas del GR-10 de nuevo. La ruta atraviesa el sendero de gran recorrido y continúa descendiendo por la Senda Maeso. En los canchales rocosos de la derecha hay varios riscos con nombre propio, como El Ofertorio y El Caracol. Y los que la imaginación de cada uno quiera bautizar.

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Km 4,5. 1.210 m. 30 426732/4510911
Cueva del Ave María

El desvío de la Cueva del Ave María está en un collado bastante evidente después de bajar el primer sector de canchos y berrocales. En las placas de la derecha hay vías de escalada y poco después, a unos 150 metros del desvío, hay que colarse entre los bloques de la derecha para entrar en el curioso paraje de la Cueva del Ave María. Es un rincón pedricero que merece la pena visitar por las dimensiones de la cueva y las formaciones rocosas donde está escondida. La ruta vuelve de nuevo al collado y continúa descendiendo por la Senda Maeso.

Km 5,4. 1.130 m. 30 426946/4510597
Collado de la Cueva

Las marcas blancas y amarillas de la Senda Maeso pasan por el collado de la Cueva y bajan directamente al pueblo de Manzanares El Real. La ruta se desvía hacia la derecha (oeste) por una senda clara que baja hacia el valle del Ortigal. A unos 200 metros aparece una bifurcación. El sendero de la izquierda mantiene la bajada muy suave por la ladera del monte y también baja hacia el pueblo, pero no llega directamente al aparcamiento de El Tranco. La ruta sigue de frente por el camino que desciende directo hacia el fondo del valle, atraviesa un arroyo y continúa por las lomas de la derecha en un subibaja entre bloques de granito y matorrales hasta los riscos donde está El Indio, un popular sector de escalada con la cara de un sioux mirando hacia la gran vega del Manzanares. En las grietas de unos espolones cubiertos de musgo está colgado el Alcornoque del Ortigal, llamado también del Bandolero por las andanzas del bandolero Pablo Santos. Y en unos bloques cercanos está la Cueva del Bandolero, donde parece ser que escondía el botín el célebre bandido de la Pedriza.

Km 7,2. 970 m. 30 425466/4510494
El Tranco

El sendero pasa cerca de los muros de las viviendas y termina en El Tranco.

FICHA TÉCNICA
  • Punto de partida y llegada: El Tranco, en Manzanares El Real (Madrid).
  • Distancia: 7,2 kilómetros.
  • Desnivel positivo: 520 metros.

RECOMENDACIONES
En los paseos montañeros por La Pedriza es muy recomendable llevar el track de la ruta, es un recurso de orientación de los tiempos actuales que en algunos lugares prácticamente es imprescindible para evitar perderse. En el laberinto “pedricero” fuera de las tres veredas más concurridas y populares es fácil llegar a lugares que no son los deseados o merodear entre callejones, barrancos y pasadizos y no encontrar el risco correcto. El Elefantito no está muy escondido pero hay que acertar en el desvío adecuado y seguir el sendero adecuado, con el seguimiento virtual es bastante cómodo y seguro llegar al singular mastodonte de granito.