Otoño es una época ideal para pasear cerca del mar. Aquí tenéis una ruta de carácter litoral para contemplar las bellezas y maravillas de la Costa Brava.
El mirador de la Costa Brava
Camí de Ronda (Girona) Palamós-Calella de Palafrugell
Texto y fotos: Jorge Jiménez Ríos
Disponte a disfrutar de una de las costas emblemáticas y más atrayentes para el turista internacional, capaz, a pesar de su afluencia, de conservar un entorno natural prístino, arenas salvajes y esas aguas a veces fieras pero siempre sugerentes vestidas de turquesa y roca.
Testigos de la historia, sus acantilados y escollos que caen a pico sobre el mar, bautizados en 1908 como Costa Brava por el periodista Ferrán Angulo, han sido objeto de asedio, de nocturnidades y alevosías, desde las escuadras turcas de Barbarossa, que hicieron presa de la villa de Palamós en 1543, hasta épocas más recientes, siendo utilizado su intrincado litoral por contrabandistas de tabaco y alcohol. Sus sendas elevadas y con eficientes vistas del horizonte serían utilizadas por los agentes de la ley para sus rondas de vigilancia, situación que probablemente dio nombre a estos caminos costeros.
Una veintena de secciones forman el conjunto de rutas de la Costa Brava, pero esta que parte de la playa de Castell se embarca en uno de los escenarios más idílicos del Espacio de Interés Natural Castell-Cap Roig. Partiendo desde sus mismas arenas, nos internamos en el camino marcado (toda la ruta está perfectamente señalizada por marcas rojas), atravesando un bosque que oculta ruinas del legado ibérico. La senda serpentea pegada a los cortados, pasando por la tentadora cala Estreta, con su playa en forma de uve doble y su tradición nudista y hippie. Seguir la linde que marca el oleaje hasta la cala Cap de Planes, reconocible por una casa construida sobre la misma playa, que lamen las mareas altas. Poco después, si estamos atentos a la desviación, se puede acceder a un mirador desde el que contemplar una panorámica entre azules de las Illes Formigues.
Pronto Calella de Palafrugell se nos muestra al fondo, marcando nuestra meta, aunque la perderemos de vista durante la sección que sigue una pista forestal que empalma con el GR-92, que seguiremos, para terminar adentrándonos en el extrarradio de Palafrugell.
Recomendables unas tapas y un refrigerio antes de emprender el camino de regreso por la misma ruta.
FICHA TÉCNICA:
Punto de partida: Palamós
Distancia: 15 kilómetros (ida y vuelta)
Desnivel positivo: 800 m
Cartografía: IGN 1:50.000, 335-III
Acceso: Desde Palamós seguir las indicaciones
hacia "platja de Castell", punto de partida
de esta etapa y que cuenta con aparcamiento.