El otoño es una estación de maravillas en España, así que las opciones de las que disfrutamos son casi innumerables. A pesar de que muchos viajeros se inclinan hacia los destinos más concurridos de otoño, como los Pirineos o la Sierra de Cazorla, existen rincones menos explorados que merecen una visita. En este artículo, descubriremos cinco bosques poco visitados en España que se visten de otoño con una paleta de colores asombrosa y ofrecen una experiencia única para aquellos que buscan la tranquilidad y la belleza de la naturaleza.
1. El Bosque de Gamueta, Huesca
Enclavado en el Pirineo Aragonés, el Bosque de Gamueta es un auténtico paraíso otoñal que ha permanecido prácticamente inexplorado. Sus senderos serpentean entre árboles centenarios de haya y abeto, y el suelo se cubre de una alfombra dorada de hojas caídas. La atmósfera de serenidad es inigualable, y en octubre, la zona se transforma en un mosaico de colores que van del amarillo al rojo intenso. Un rincón ideal para la contemplación y la fotografía.
2. La Dehesa de Somosierra, Madrid
A solo una hora en coche desde Madrid, la Dehesa de Somosierra es un secreto bien guardado. Este bosque de encinas y robles encarna la esencia del otoño español. Durante esta estación, el paraje se llena de tonos ocres y dorados que se reflejan en el río Jarama que lo atraviesa. Sus senderos ofrecen la posibilidad de disfrutar de caminatas relajantes y, con suerte, avistar ciervos y jabalíes.
3. El Bosque de Muniellos, Asturias
Muniellos, en la reserva natural de la Biosfera de Asturias, es uno de los bosques mejor conservados de España. En otoño, el haya domina el paisaje con hojas doradas que crean un ambiente de ensueño. Se requiere una autorización especial para visitar este paraíso natural, lo que garantiza su preservación y mantiene la afluencia de visitantes al mínimo. La tranquilidad, la fauna autóctona y la abundancia de setas hacen que esta sea una experiencia inolvidable.
4. El Bosque de Orgi, Navarra
Conocido como el "pequeño Irati," el Bosque de Orgi se encuentra en la zona occidental de Navarra y ofrece una escapada otoñal idílica. Los hayedos se mezclan con pastizales y arroyos, creando un escenario perfecto para largos paseos y observación de aves. Orgi es un rincón apartado, lo que lo convierte en el lugar perfecto para sumergirse en la belleza de la naturaleza sin las multitudes de otros destinos más concurridos.
5. El Bosque de Cabañeros, Castilla-La Mancha
Este parque nacional, poco conocido, es una joya escondida en el corazón de Castilla-La Mancha. En otoño, los bosques de roble y encina se transforman en un espectáculo de colores que contrasta con las llanuras circundantes. La observación de aves rapaces, como el águila imperial ibérica, es una actividad destacada. Además, las rutas de senderismo permiten explorar el bosque y descubrir su belleza en toda su gloria otoñal.