Rutas

Cerrada de Elías: la selva de Cazorla

Una nueva entrega de Paisajes Singulares

Juanjo Alonso

3 minutos

Salto de los Órganos

El Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas es el espacio protegido más extenso de España, una enrome isla de bosques y montañas con diferencias de altitudes que oscilan entre los 500 metros, en la vega del Guadiana Menor, y los 2.107 metros del pico Empanadas. La extensa reserva natural es un paisaje de roca, aire bosque y especialmente de agua. Un estudio del Instituto Geológico y Minero documenta más de tres mil manantiales dentro de los límites del espacio protegido. Una de las dos fuentes naturales más importantes de las serranías de Cazorla está en la Cañada de las Fuentes, un humilde hilo de agua que origina el nacimiento del río Guadalquivir, el Betis de los romanos donde fluye una parte de la historia de Andalucía. El otro manantial destacado es la Fuente Grande, cerca de Pontones, un generoso borbotón de agua cristalina que sale al exterior desde una caverna subterránea inundada y forma el río Segura, el Alana árabe que riega la huerta mediterránea. Un manantial con menor protagonismo geográfico pero envuelto en uno de los rincones más bellos, salvajes y naturales del parque natural son las fuentes del río Borosa, aisladas y escondidas en el paraje de Aguas Negras, territorio de ciervos, cabra montés, muflones y jabalíes. Las aguas proceden de filtraciones del terreno y brotan en una cueva oscura y recóndita de la sierra, rompiendo las margas y areniscas triásicas que constituyen el subsuelo de las montañas de Cazorla. El agua pasa el primer escalón en el Salto de los Órganos y discurre por un grandioso desfiladero hasta que entra en el cauce del Guadalquivir en Coto Ríos. Antes de llegar al gran río de Andalucía atraviesa el cañón de la Cerrada de Elías, un paisaje singular por la belleza ambiental que recuerda la exuberancia de una selva tropical, en un kilómetro están representadas gran parte de los ecosistemas naturales del parque asociados al agua, el bosque y las formaciones rocosas, una auténtica maravilla de la naturaleza.

Cerrada Elías 

 

IDENTIDAD Y NATURALEZA DEL PAISAJE

El lenguaje de la roca

La cuenca baja del Borosa es un libro abierto de los movimientos que ha sufrido la corteza terrestre para crear los relieves actuales. La página más clara de la evolución geológica aparece en los pliegues formados entre la desembocadura del arroyo de las Truchas y el puente de los Caracolillos, donde hay enorme fuelle petrificado en forma de arco de varios metros de grosor. Los materiales estructurales de estos pliegues son cretácicos y según la orientación que tengan determinan el curso de los arroyos. La brecha del arroyo de las Truchas es una muestra clara de sinclinal, apoyada sobre el soberbio anticlinal que ha creado el estrecho del puente de los Caracolillos.

 

Flora y fauna de los ríos de montaña

Los ríos de aguas rápidas, temporales y de escaso caudal, no muestran una vegetación boscosa ligada a sus orillas. Los grandes árboles necesitan luz, espacio y suelos estables donde puedan desarrollar masas forestales importantes y alcanzar la categoría de bosque. El ambiente fresco, cerrado y húmedo de los cauces salvajes y angostos es imprescindible para el crecimiento de plantas acuáticas y proporcionar sustento a especies rupícolas agarradas a las paredes, especies que suelen pasar desapercibidas delante de los lustrosos matorrales ribereños pero que son de un elevado valor botánico. Con la fauna ocurre algo parecido, existen muchos animales que frecuentan los ambientes fluviales de los agitados arroyos de montaña, buscando alimento, presas o un buen baño, son pocos los que viven directamente unidos a ellos. Las aguas son frías y la cercanía a los manantiales impide que el agua haya tenido tiempo de cargarse de oxígeno y nutrientes.

Salto de los Órganos 

Fuentes del Borosa

La ruta de las fuentes del Borosa y el manantial de Aguas Negras es una interesante propuestas senderista en el parque natural. A partir de la Cerrada de Elías hay que caminar una hora hasta el final de la pista, en la caseta de una central hidroeléctrica, y seguir por un sendero de montaña a través de una enorme “cascada” de bloques de toba. Durante la ascensión se puede contemplar en ocasiones el Salto de los Órganos, un velo de agua transparente de 30 metros de altura. Al final de la subida se atraviesan dos túneles artificiales, con canal de agua en el interior, que dan paso al embalse del Borosa. Por la izquierda de lago se sube al nacimiento del río, en la cueva de Aguas Negras, y por la derecha sale un camino que lleva hacia la laguna de Valdeazores.

 

 

 

 

 

 

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