81. ¿Qué ruta jacobea es mejor para ir con niños?
En realidad todas las rutas son interesantes y cada una ofrece unas características particulares y atractivas. A pie el Camino Francés dibuja uno de los perfiles más cómodos y todas las etapas disponen de buenos andaderos, incluso para empujar un carrito de niño, aunque presenta varias etapas con grandes desniveles, como los Montes de León y la subida de O Cebreiro.
Un problema del Camino Francés es el calor en los meses de verano. Los niños pierden mucha energía y motivación cuando las temperaturas son elevadas y es difícil mantener el ánimo de la familia.
El Camino del Norte o el Camino Primitivo son opciones interesantes, tienen más subidas y bajadas pero son recorridos mucho más frescos y variados. Algunas etapas de la ruta costera discurren por el litoral del Cantábrico y saltan de una playa a otra o ascienden a bucólicas colinas de prados verdes y frondosas arboledas que son una delicia para pasear apaciblemente en familia.
La elección de una ruta jacobea para hacer con niños se debe decidir por la época del año casi más que por el trazado del itinerario. El calor es un gran enemigo de los niños cuando hacen ejercicio varios días seguidos.
82. ¿Es fácil conseguir asistencia sanitaria durante la ruta?
Una preocupación importante para los padres es encontrar asistencia sanitaria en caso de necesidad o las posibilidades para recibir ayuda que existen en algunos lugares. El Camino Francés y el Camino del Norte son los recorridos jacobeos que pasan por más poblaciones, siempre hay cobertura en el teléfono móvil y son rutas muy concurridas y populares.
La Vía de la Plata tiene tramos bastante despoblados pero todas las etapas llegan a una población con asistencia sanitaria o posibilidades de encontrar un vehículo de ayuda. Todos los “caminos” de Santiago en general disponen de buenos servicios durante todo el año y no se puede eliminar ninguno por falta de asistencia sanitaria.
83. ¿Cómo se distribuyen las etapas con niños?
Algunos niños caminan al mismo ritmo que los adultos y no hay que establecer ninguna diferencia. No obstante, las familias senderistas siempre bajan la media habitual por diversos motivos. Un viaje con niños está lleno de imprevistos y hay que adaptar las circunstancias y contratiempos que van surgiendo al grupo, porque a los chavales nunca se les puede pedir que se adapten a las circunstancias para cumplir la distancia fijada en una etapa.
La lluvia, el calor, la sed, el hambre, las caídas, los sellos de la credencial, un grupo de holandeses hablando “raro”, un hospitalero iluminado… para los niños cualquier experiencia es una pequeña aventura y necesitan su tiempo y su momento para asimilar tantas sensaciones. Una norma en la distribución de las etapas con niños es no empeñarse en llegar a la fuerza a un determinado lugar para terminar la etapa. Posiblemente ese día lleguen pero la siguiente jornada no tendrán la misma motivación y en el Camino de Santiago hay que tener ganas de caminar todos los días.
84. ¿Conviene llevar asistencia?
Cuando se hace el Camino de Santiago con niños es muy recomendable. Los adultos tienen una capacidad de sufrimiento mucho mayor que los niños y siempre están dispuestos a llevar el peso que sea necesario para llegar a Santiago cuando no queda más remedio. Pero los chavales no adquieren el mismo compromiso y les cuesta mucho llevar una mochila cargada con equipaje para varios días. Y los padres o acompañantes ya tienen bastante con sus cosas.
La mejor solución es usar un vehículo de asistencia y coincidir ambos en varios puntos de la jornada para comer, intercambiar impresiones, curar las heridas o lesiones si es necesario y organizar el siguiente tramo. Un problema que puede surgir en los encuentros con la asistencia es que alguien del grupo, sin distinción de edad, quiera aprovechar el hueco libre y viajar un rato en el coche. Hay que dejar claro quien lleva la asistencia y quienes están haciendo el Camino de Santiago.
85. ¿Qué se puede hacer en caso de lesión?
Una familia peregrina debe actuar igual en el Camino de Santiago como en la rutina diaria. Cuando la lesión, síntoma o herida es leve hay que intentar usar el botiquín de viaje igual que se usa el de casa. Las lesiones comunes de los niños en la ruta jacobea son arañazos en las caídas, ampollas, contusiones leves, torceduras de tobillo, golpes de calor, inflamación de garganta, problemas estomacales por una mala digestión y los contratiempos habituales en la vida cotidiana, problemas que cualquier padre sabe aliviar porque se enfrenta con ellos a menudo.
Para las lesiones graves que requieren asistencia médica hay que llamar al 112, comunicar la incidencia y esperar la llegada de la ayuda, el mismo procedimiento que para un adulto. Mientras llega la ayuda conviene tapar al enfermo o herido con una manta térmica o algo de ropa.
86. ¿Qué tramo es recomendable para pasar unos días en familia en el Camino de Santiago?
La primera vez que se toma contacto con el mito jacobeo en familia es interesante hacer el tramo mínimo solicitado por los prelados compostelanos para obtener la Compostela: cien kilómetros a pie o caballo y doscientos en bicicleta. Y si la experiencia ha funcionado el año siguiente se prueba la ruta completa. En el Camino Francés el recorrido puede comenzar en Sarria y pasar unos cinco días a pie por los paisajes rurales del interior de Galicia hasta la plaza del Obradoiro, en la capital compostelana.
La diversión de poner los sellos en la credencial cada día en todos los lugares por donde pasan y obtener después la Compostela sirve de aliciente a los niños y les anima a tener un motivo para llegar caminando a la catedral de Santiago. Las últimas jornadas del Camino de Santiago están repletas de gentes de diferentes partes del mundo y tienen oportunidad de practicar inglés o francés sin salir de España. También hay peregrinos de todas las comarcas españolas y disfrutan compartiendo impresiones con desconocidos en los albergues y en las poblaciones de la ruta. La posibilidad de encontrar tanta diversidad de personas no existe en ninguna otra ruta peninsular y genera una experiencia inolvidable a los chavales.