Encontrar los motivos esenciales que llevan a los montañeros al reino libre y salvaje de las cumbres es imposible e innecesario. Cada uno recibe su propia llamada y acude fiel al templo de sus dioses de roca y hielo sin condiciones. Pero sin duda, una las principales satisfacciones de todos ellos es contemplar panorámicas espectaculares y disfrutar paisajes seductores donde las cimas bailan en campos de nubes como islas en los mares del fin del mundo.
Las cinco rutas seleccionadas están en macizos de gran calidad ambiental, buscan compromiso deportivo con un componente técnico, entretenimiento, satisfacción emocional y especialmente paisajes, cinco itinerarios por crestas de diferentes ambientes geográficos y nivel técnico que hemos denominado “crestas espectáculo" por las fantásticas vistas y entornos que envuelven cada ascensión. Las crestas, aristas, espolones, corredores, brechas y cimas que siguen los recorridos no son extremadamente complicadas pero son territorios con pasos de escalada que según las condiciones pueden exigir trepadas de tercer y cuarto grado, rápeles, ascender y descender corredores y palas de hielo y nieve con pendientes severas, dominar técnicas de auto detención, progresar en ensamble y otras maniobras que alguien del grupo o la cordada debe dominar. Los deportes de montaña proporcionan grandes placeres y emociones cuando volvemos a casa con buenos recuerdos, y para ello es imprescindible usar el equipo adecuado, tratar a las montañas con respeto y humildad, conocer las condiciones invernales para elegir bien el momento de la actividad y progresar con sentido común. No se trata de coleccionar nombres, en realidad la principal finalidad es disfrutar con los magníficos espectáculos naturales de las montañas.
Cresta del Bollo
El panel del PR-AV 16 presenta la Garganta de Bohoyo como la “antigua puerta de Gredos", camino de comunicación, pastoreo, convivencia rural y paisaje frecuentado en otras épocas por personajes de las letras, las ciencias y las humanidades en busca de inspiración, emociones y territorios libres y salvajes para fortalecer cuerpo y mente. La larga y seductora Garganta de Bohoyo era la ruta montañera habitual para subir a las cumbres, circos y collados del Macizo Central antes de la construcción de la carretera de La Plataforma. El carril ganadero está marcado con los palitos del sendero por un bonito robledal hasta los prados de La Navazuela. En algunos tramos quedan restos del empedrado original construido con losas de granito. El camino pasa por los refugios de la Seca y de la Redonda y en la cota 1490 (hito de madera con aspa), antes de atravesar una acequia, donde la vereda principal hace dos horquillas para subir al refugio de la Longuilla, hay que buscar un vado para atravesar el torrente de la garganta principal, pasar después el arroyo de Gargantilla Seca y comenzar la ascensión por la loma que sube a los primeros bloques de la cresta del Risco del Bollo, formado por una sucesión de agrestes torres graníticas de todas las formas y tamaños separadas mediante escarpes aéreos y brechas que pueden necesitar pequeños rápeles y pasos técnicos según la experiencia, nivel y condiciones de la nieve.
La segunda torre tiene un paso de III y después un rápel “obligado" de cinco metros a una brecha donde sale una repisa inclinada que sube al pie de la tercera torre. La placa es fácil (II) pero complicada de asegurar, después hay un paso de IV (50o) con fisuras que pueden estar tapadas con la nieve. La conexión con la torre principal sigue una espectacular cresta horizontal a unas repisas expuestas hasta una brecha debajo del muro del Risco del Bollo. En un puente de roca hay un tinglado de cables y anillos con un mosquetón pero pueden estar tapados por la nieve. Este es el paso clave. El último largo “técnico" supera un paso de IV/V (50o) hasta la cima. Los escapes de la travesía son por la derecha (sur), para salir de la cresta y abandonar la ruta o para rodear algún tramo complicado. El tramo final es sencillo, se puede hacer desencordados, pero en las últimas torres hay pequeños escalones para salvar las portillas que pueden estar helados. El inicio del descenso es el collado (2.170 m) que separa el Alto de las Batallas, en la cuerda principal de la sierra, y la cresta del Risco del Bollo. La bajada sigue un corredor sencillo (45o) que termina en el arroyo del Pajonal. La mejor opción es seguir el cauce hasta Las Cerradillas, donde aparece un sendero marcado con hitos que baja por la orilla izquierda de la Garganta de Bohoyo hasta el vado de subida. Situación: Sierra de Gredos (Ávila).
Punto de partida y llegada: Bohoyo (La Reguera).
Distancia de ruta: 19,2 km.
Desnivel positivo: 1.100 m.
Distancia de cresta: 1,6 km.
Material: crampones, piolets, casco, cuerda, arnés, cordinos largos, cintas y material para asegurar en hielo y roca.
Dificultad: AD sup. IV en roca y pendientes de 55o, escapes complicados antes del paso clave en la torre principal.
Acceso: desde Ávila por la N-110 hasta El Barco de Ávila, seguir la carretera de Navalperal de Tormes y tomar el desvío de Bohoyo. Pasar el pueblo hacia Navamediana y girar a la derecha a 1,3 km en un camino ganadero que lleva al paraje de La Reguera (500 m). En el aparcamiento hay un panel del PR- AV 16.
Cresta del Gilbo
La Montaña Oriental Leonesa es un territorio extraordinario para el “montañismo espectáculo". Los picos emergen de los valles y los bosques como pirámides intocables rematadas en afiladas aristas, crestas y cimas puntiagudas. Una de las arquitecturas geológicas más hermosas y provocativas es el Gilbo (1.679 m), una singular y agreste muralla calcárea rodeada en gran parte de los espejos acuáticos del embalse de Riaño. El Gilbo no es el pico más elevado de la Montaña de Riaño, superado por el Yordas (1.964 m), el Peñas Pintas (1.985 m) y otros muchos, pero tiene un acceso cómodo y la mediana altitud permite incluir en nuestra particular selección un itinerario con posibilidades de presentar la travesía en roca, sin hielo, salvo en momentos de fuertes nevadas o condiciones invernales adversas, de modo que tenemos un repertorio de “cinco crestas" muy variadas, para practicar diferentes tipo de técnicas y estilos.
El cartel del PR-LE 52 Collado del Baile está al lado de la iglesia de Horcadas y sirve de referencia. La ruta deja el sendero a la izquierda y sube directa por el primer carril de la derecha, pasa por la fuente de Coto Rubio y asciende la loma que lleva al espolón de la cara noreste. Antes de subir a la cresta hay que pasar una alambrada ganadera y después trepar una vira fácil hasta la arista. En este punto es recomendable atarse la cuerda, la exposición aumenta y los precipicios laterales son considerables. La primera parte es un espolón con pasos de II hasta la base del primer muro (III ). La ruta sigue unas repisas estrechas en la vertiente norte (hielo) que llevan a un tramo de cresta aérea hasta la base del pico gemelo del Gilbo. En el paso hay un tinglado de reunión. El siguiente largo (III ) flanquea la torre por la derecha y sube unas gradas por la vertiente norte a unas rampas que entran en la canal que separa las dos cimas del Gilbo, considerada unas de las rutas normales de la montaña. La travesía pasa por la cumbre y sigue la cresta suroeste (II) a un collado con una praderita y unas trazas marcadas con hitos de piedras en la cara sur de la montaña. Antes de abandonar la fortaleza calcárea del Gilbo es interesante continuar la cresta por la Peña de los Serrones (II) y disfrutar algo más el espectáculo. La travesía es ida y vuelta porque el tramo final está cortado en las canales de la Peña de la Padiella. El descenso realiza una diagonal hacia la izquierda por el corte de una diaclasa que baja a las praderas de Coto Rubio.
Situación: Montaña Oriental Leonesa (León).
Punto de partida y llegada: Horcadas.
Distancia de ruta: 7,8 km.
Desnivel positivo: 620 m.
Distancia de cresta: 2,5 km (ida y vuelta).
Material: crampones, piolets, casco, cuerda, arnés, cordinos largos, cintas y material para asegurar en roca.
Dificultad: PD III en roca, pendientes ocasionales de 50o y placas de hielo.
Acceso: desde León por la N-621, pasar por Cistierna, Crémenes, salvar la presa de Riaño y tomar el desvío de Honcadas. Aparcar al lado de la iglesia, en la parte alta del pueblo. Panel del PR-LE 52.
Crestas de Mampodre
El Macizo de Mampodre es una porción desgajada de las serranías circundantes, incluida la Cordillera Cantábrica. Las seis cimas principales que constituyen esta magnífica arquitectura montañosa están libres y aisladas, acribilladas de circos glaciares y cuchillares escarpados en las caras nortes y soberbias lomas de espolones interminables en la vertiente meridional, una de las mejores “montañas espectáculo" del Alto Esla. La travesía integral del macizo por las crestas que conectan las cumbres principales en invierno no presenta elevadas dificultades técnicas pero es una sugerente osadía montañera, requiere buena preparación física, experiencia, dominio de las técnicas de auto detención y un día despejado, imprescindible para progresar por las escarpadas almenas alpinas. La travesía se puede realizar en ambos sentidos. Elegimos primero el sector de mayores dificultades y desniveles, donde existen varios escapes por los corredores del Circo de Mampodre que también se pueden usar para acceder a diferentes collados de la cresta y reducir la distancia.
La ruta sale de Maraña por el carril de Vega Antolín y entra en el asombroso circo glaciar de Mampodre. En el centro del anfiteatro está la laguna de Mampodre, resto del modelado ambiental que esculpió el soberbio paisaje. Al frente aparecen los corredores que suben a los collados. Las canales de ascenso habituales en invierno, cuando la nieve cubre las pedreras, suben por ambos lados del Pico Mediodía. La integral comienza en un collado claro situado al este de la laguna, en la cota 1600. Primero asciende el Valjarto (2.046 m), salva un collado y remata la ascensión por una dura rampa de 55o en el Pico Mediodía (2.181 m). El siguiente tramo de cresta es el paso clave de la travesía, donde están las mayores pendientes, primero para bajar al collado rodeando unos pináculos aislados por el sur, con un escalón bastante inclinado, y después otro murito de 60o que facilita la entrada a la pala que sube al Valcerrao (2.173 m). En este punto se debe valorar la calidad de la nieve y el estado físico para calcular el tiempo necesario. La ruta baja del Valcerrao sin complicaciones notables a otro collado y asciende el Convento (2.156 m), uno de los grandes miradores del macizo. Los “machacas" pueden añadir la cumbre de la Polinosa (2.160 m), situada fuera de la línea circular de la travesía, y volver después al recorrido principal para continuar al Pico de la Cruz (2.196 m), la cima principal del macizo. El descenso atraviesa la gran canal de la cara norte hacia las gradas que bajan a los prados de Vega Antolín. El primer tramo puede presentar pendientes de 45o/50o y es importante no bajar la guardia.
Situación: Macizo de Mampodre (León).
Punto de partida y llegada: Maraña.
Distancia de ruta: 11,4 km.
Desnivel positivo: 1.260 m.
Distancia de cresta: 4,3 km.
Material: crampones, piolets, casco, cuerda, arnés, cordinos largos, cintas y material para asegurar en hielo y roca.
Dificultad: AD III y pendientes de 50o/60o. Ruta de larga distancia, atención a la climatología.
Acceso: desde León por la N-621 hasta Riaño, seguir dirección del puerto de Tarna y tomar el desvío de Maraña. Aparcar en la plaza del pueblo
Cresta de los Gabietos
El cordal formado por las cumbres de los Gabietos, la punta Escuzana y el Mondarruego dibujan una cresta fantástica sobre el cañón del río Ara y San Nicolás de Buajruelo, en el sector occidental del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, un mirador espectacular de grandes cumbres pirenaicas y bellos horizontes montañosos. El tramo de cresta elegido es el filo que une las cimas gemelas de los Gabietos y deja fuera la cuerda del Mondarruego para mantener la misma línea de dificultad y compromiso con el resto de “crestas espectáculo" seleccionadas. El escarpado cresterío entre la punta Escuzana y el Gabieto Occidental en invierno puede presentar dificultades técnicas elevadas en el paso de las brechas. La ruta sale del aparcamiento del Valle de Ordesa por la ruta del Circo de Carriata, salva el paso de las clavijas, pasa por la entrada de la Faja de las Flores y se cuela en el reino alpino de la alta montaña pirenaica. El estado y la altitud de la nieve determinan el ritmo de la marcha. Las raquetas pueden facilitar la progresión con nieve blanda. En el umbral de los Llanos de Salarons aparece el hito de la Torre de Lassus, marcando el desvío que lleva al puerto de Bujaruelo por la Faja de Escuzana y la Forqueta de Gabietos.
La ruta deja el camino principal y rodea el circo de la Catuarta por la izquierda para aproximarse a la base de los espolones que forman la muralla de la cresta y buscar alguna posibilidad de acceder al filo según las condiciones de las canales. La opción más probable es ascender la empinada rampa del circo hasta el inicio del espolón sur del Gabieto Occidental, en un collado que marca la entrada al barranco de Gabietos, en la cara oeste. En buenas condiciones se puede ascender por la cresta (III/60o) o subir el corredor (60o) que se forma debajo de la arista, con pendientes elevadas y posibilidad de encontrar pasos de cresta venteada. Las mayores dificultades terminan en la cima del Gabieto Occidental (3.035 m). La travesía continúa por el borde de un precipicio tremendo al Gabieto Oriental (3.034 m). Atención a las cornisas. La ruta baja al Cuello de Gabietos y gira a la derecha hacia los Llanos de Salarons y el Circo de Carriata.
Situación: Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca).
Punto de partida y llegada: Pradera de Ordesa (Torla).
Distancia de ruta: 16,8 km.
Desnivel positivo: 1.820 m.
Distancia de cresta: 1,4 km.
Material: crampones, piolets, casco, cuerda, arnés, cordinos largos, cintas y material para asegurar en hielo y roca. Raquetas en condiciones de nieve apropiadas.
Dificultad: AD III y pendientes de 50o/60o. Ruta de larga distancia, atención a la climatología.
Acceso: desde Huesca por la N-330 para conectar con el Eje Pirenaico (N-260) hasta Torla. Seguir las indicaciones del parque nacional y aparcar en la explanada de la Pradera de Ordesa.
Cresta de Tristaina
Por Pako Crestas
Ascendemos al Pic de Cataperdís, 2.805 m, situado a nuestra derecha, para lo cual tan solo deberemos subir sin complicaciones por la arista hacia el oeste. Una vez en él descendemos hacia el Port de Rat, se trata del tramo más técnico del circo. Primero seguiremos la cresta bastante horizontal y aérea, hasta escalar la primera torreta (II ). Vienen ahora unos tramos de descensos espectaculares y vertiginosos. Si la roca está limpia de nieve (cosa difícil), podemos bajar destrepando muros y gradas con tramos de IIº - IIIº, pero lo más seguro es que las palas intermedias de nieve inestable nos aconsejen prudencia y tengamos que auxiliar la bajada improvisando pequeños rápeles adicionales. Todo ello dependerá de las condiciones. Tras más o menos distracciones y maniobras de cuerda llegaremos al Port de Rat.Traspasamos el collado y seguimos a plena cresta con tramos de arista aérea y rocas. Sin complicación especial pero entretenido. Hay que tener en cuenta que en verano un camino con marcas amarillas flanquea por la vertiente orientada al oeste, pero esta operación puede resultar peligrosa al ser una pendiente propensa a los aludes. Siguiendo pues por la zona alta más segura, y tras traspasar diferentes cotas, llegamos al Pic de Cabanyó, 2.733 m. Descendemos hacia el N-N.E hasta un collado donde llegan las instalaciones más altas de las pistas de esquí. Seguimos por una fácil pala para coronar la siguiente cota, el Pic de Caraussans. Seguimos por el cordal, subiendo y bajando cotas secundarias. Poco más tarde encontramos de nuevo tramos recortados y aéreos, con un destrepe delicado de II , y la trepada final por mixto hasta el Pic Sud d’Estany Forcat. La cumbre principal está poco más al norte, íntegramente en territorio francés. Vale la pena coronarla y volver de nuevo al Pic Sud. Para subir el denominado Pic Nord o Pic Grand de l’Estany Forcat deberemos escalar una chimenea de M3 que raya de manera evidente la cara sur del pico. Descenso al gusto (Rapelando o destrepando) dependiendo de las condiciones de la nieve.
De vuelta al Pic Sud d’Estany Forcat la cresta cambia radicalmente de orientación. Estamos en la parte superior del circo y ahora deberemos seguir hacia el este. El Pic de Tristaina aún lejano, es bien visible y su presencia es altiva y hasta un poco intimidatoria. Descendemos hacia la siguiente brecha teniendo especial cuidado con las cornisas de nieve que aquí son abundantes y a veces peligrosas. Traspasamos una brecha y encontramos un sistema de lajas lisas (IIº) que pueden estar completamente tapadas por la nieve. Viene un tramo de cresta aéreo (II - IIIº), un destrepe delicado por la vertiente norte y el flanqueo de una aguja negra (M2 – 55º). Iniciamos entonces la inclinada subida a la arista oeste de la cumbre, de considerable inclinación pero ya carente de complicaciones, (50º-45º) vigilar a las cornisas. Pic de Tristaina. 2.878 m- El descenso es espectacular pero más fácil de lo que aparenta. Descenderemos hacia el S-S.E. siguiendo la arista aérea, siempre por el margen de la izquierda (rampas y destrepes 45º-IIº) hasta el Port de l’Arbella. Desde aquí ya fácil hacia el oeste y luego hacia el sur bajando por la parte baja de Circo de Tristaina y pasando por el lateral de los lagos, llegamos de nuevo a las pistas de esquí de Ordino – Arcalís.
Situación: Margen noroccidental de Andorra.
Dificultad: Técnicamente no es demasiado difícil (IIIº - 55º), pero en este tipo de terreno la dificultad técnica es muy relativa. En invierno se trata de una empresa larga y ardua que nos obligará a una jornada intensa de emociones alpinas.
Punto de partida: Pistas de esquí de Ordino – Arcalís.
Horario: Contar una jornada bien larga de cresterio, por distancia y porque seguro que nos entretendremos en tramos nevados y mixtos. No obstante el horario depende mucho del estado de la nieve. Calcular de 8 a 11 horas.
Acceso: Aparcamiento inferior de las pistas de esquí de Ordino-Arcalís, una vez allá subiremos por las propias pistas de esquí. En realidad en verano se trata de una carretera asfaltada que en invierno se transforma en descenso de esquí y que pasando por delante del monumento del aro, nos lleva a la explanada de la cabaña de L’Eucasser (reconvertida en bar – restaurante), en la Coma de Rat. Des de aquí seguimos hacia el fondo de la Coma del Forat, en dirección este, para ir girando paulatinamente hacia el sur y llegar a la arista por palas inclinadas situadas a la izquierda de Pic de Cataperdís. Lugar en que iniciamos por fin el recorrido de las crestas. 2.700 m. Calcular 3 a 3,30 horas de aproximación hasta este punto.