1. ¿Cómo elegir la ruta?
La primera decisión es elegir el itinerario. La oferta de rutas jacobeas es diversa y sugerente, está bien señalizada y hay guías en diferentes formatos con información completa y detallada. Los recorridos de la popular flecha amarilla discurren por territorios muy varios y pintorescos de las geografías peninsulares y es fácil adaptar el viaje compostelano al gusto y preparación de cada persona. Una posibilidad interesante es elegir algunos de los itinerarios señalizados con las populares flechas amarillas que pasen cerca de la residencia particular.
El Camino Francés, la Vía de la Plata, el Camino Mozárabe, el Camino del Sureste, la Ruta de la Lana o el Camino del Norte son algunas de las grandes rutas históricas que han seguido los peregrinos de todos los tiempos para viajar a la capital gallega. La tradición es iniciar la peregrinación a la catedral compostelana desde la población donde habita cada uno, usando para el viaje calzadas medievales, rutas comerciales, viejas vías romanas y caminos rurales de las provincias por donde pasan los diferentes itinerarios jacobeos. En este caso es necesario consultar mapas cartográficos para diseñar el itinerario por pistas forestales y caminos tranquilos, aprovechar senderos de gran y pequeño recorrido, rutas locales de ocio activo y tener experiencia senderista para seguir caminos sin las marcas específicas del Camino de Santiago, hasta que se conecta con alguna de las rutas jacobeas “oficiales".
La costumbre actual se aleja de los hábitos medievales. La mayoría de las personas buscan la seguridad de los recorridos con albergues y eligen las rutas señaladas con los hitos jacobeos y las flechas amarillas, viajando directamente a Roncesvalles, Somport, Irún o Mérida. La elección de la ruta depende del tiempo disponible, la preparación física, el lugar de residencia, la motivación personal y el modo de transporte, a pie o en bicicleta.
2. ¿Hay que hacer el Camino Francés la primera que se hace el Camino de Santiago?
El popular Camino Francés, entre la colegiata de Roncesvalles y Santiago de Compostela, es el itinerario más famoso y concurrido, la seña de identidad del Camino de Santiago en la Península Ibérica y la principal vía de tránsito peregrino de los caminos europeos.
En los puertos pirenaicos de Ibañeta, en Navarra, y Somport, en Huesca, confluyen las grandes rutas jacobeas europeas. Los templos románicos más importantes, las catedrales más hermosas, los puentes medievales, las calzadas históricas y las principales fundaciones jacobeas están en el ramal del Camino Aragonés y en el Camino Francés, el itinerario descrito en el Liber Sancti Jacobi, la primera guía del Camino de Santiago, escrita en el s. XII.
El Camino Francés cuenta con el mayor número de albergues públicos y privados, aunque el resto de rutas jacobeas ha tenido un aumento notable de refugios peregrinos, especialmente el Camino del Norte. Y el Francés también es el itinerario más concurrido, una ruta viva que concentra la esencia viajera de las grandes aventuras peregrinas donde cada día es una experiencia. No es obligatorio hacer el Camino Francés la primera vez que se toma contacto con el mito jacobeo, pero sin duda es la opción más recomendable para conocer uno de los fenómenos sociales y turísticos más notables de los últimos tiempos.
3. ¿Qué ruta es recomendable en los meses de verano?
Los “caminos" más populares, como el Camino Francés o el Aragonés, concentran el mayor número de peregrinos durante los meses de verano, cuando casi todo el mundo tiene vacaciones y dispone de largos periodos de tiempo libre. En julio y agosto los albergues se llenan y en ocasiones hay que buscar cama en alojamientos particulares.
La mejor opción para caminar o pedalear sin aglomeraciones es elegir otro de los grandes “caminos" peninsulares. El Camino del Norte o de la Costa es buena recomendación en verano. El clima es agradable, el paisaje sugerente y hay albergues y servicios en suficientes poblaciones para distribuir las etapas.
La Vía de la Plata es otra ruta magnífica en los meses de verano pero tiene tramos muy solitarios y hay que tener en cuenta las elevadas temperaturas veraniegas en las dehesas cacereñas y salmantinas. Y los peregrinos amigos de la soledad deben elegir el Camino de la Ruta de la Lana, entre Alicante y Burgos.
4. ¿Qué estación del año es mejor?
La primavera y el otoño son los mejores momentos del año para recorrer los páramos palentinos y leoneses del Camino Francés, fuera del tórrido verano castellano, y también para peregrinar por las dehesas extremeñas de la Vía de la Plata, sin embargo, el verano es ideal para el Camino del Norte, los días son largos, el clima estable y los paisajes de la cornisa cantábrica muestran un hospitalario grado de calidad ambiental.
5. ¿A pie o en bicicleta?
Todas las variantes del Camino de Santiago ofrecen interesantes rutas senderistas y también son excelentes itinerarios cicloturistas. La elección depende del gusto personal, el tiempo disponible y las aficiones particulares. A pie hace falta más tiempo, prácticamente un mes a buen ritmo para realizar alguno de los itinerarios importantes. Y en bicicleta se puede completar la ruta jacobea hasta Santiago de Compostela en diez o doce días.
Una de las principales ventajas de los senderistas es la independencia para tomar decisiones imprevistas y la libertad de movimientos, por ejemplo para comprar alimentos en los comercios, usar transportes públicos, entrar en los restaurantes o en la ocupación de los albergues. Los cicloturistas siempre deben estar pendientes de las bicicletas, aunque no es problema cuando se viaja en grupo, y en algunos albergues tienen que dejar las bicis a la intemperie durante la noche. La gran ventaja de viajar en bicicleta es la posibilidad de cambiar de población en poco tiempo para buscar un nuevo albergue o por cualquier otro motivo.
6. ¿Cómo se pueden distribuir las etapas según el tiempo disponible?
Si tomamos de referencia las tres rutas jacobeas principales, que son el Camino Francés con el ramal Aragonés, el Camino del Norte y la Vía de la Plata, se puede contar a pie un mes para completar el Camino de Santiago desde Roncesvalles, Somport, Irún o Mérida; veinte días de caminata peregrina desde Santander, Santo Domingo de la Calzada o Salamanca; y diez días desde Oviedo o Astorga.
En bicicleta son necesarios doce o catorce días para cualquiera de los caminos indicados, con la preparación física adecuada y la bicicleta en buenas condiciones. A pie es habitual plantearse la posibilidad de hacer el Camino de Santiago durante los fines de semana, puentes o en varios periodos de vacaciones, para lo que se necesitan varios meses y una buena coordinación de los transportes públicos.
7. ¿Hay que entrenar para hacer el Camino de Santiago?
El Camino de Santiago se puede hacer por infinidad de motivos, casi tantos como personas viajan por cada una de las rutas de las flechas amarillas, y todos tienen un componente de superación personal y dominio de la voluntad a través de esfuerzo físico para alcanzar el desafío propuesto y plantarse delante de la catedral compostelana. El Camino de Santiago no es un desafío deportivo pero requiere estar en buen estado de forma.
Un error importante y común de muchas personas que deciden hacer el Camino de Santiago y no son senderistas habituales o aficionados al ciclismo, es iniciar la caminata peregrina sin una preparación física básica. Es importante dedicar unas semanas previas a caminar un par de horas diarias al mismo ritmo que después se llevará en la ruta, con el mismo macuto y algo de peso. En el caso de los cicloturistas deben salir a pedalear con las alforjas puestas y el peso aproximado que se llevará en el Camino. La conducción cambia con el peso y el volumen.
8. ¿El entrenamiento previo consiste solamente en caminar o es necesario algún ejercicio específico?
La preparación física debe estar dirigida a fortalecer el cuerpo de un modo global para caminar durante varios días seguidos con peso en la espalda y jornadas de siete o nueve horas de actividad. La marcha y la carrera suave continua tienen que ocupar una parte notable del tiempo dedicado al entrenamiento para tonificar las piernas y mejorar la capacidad aeróbica.
Una zona muy importante es toda la musculatura del tronco y la franja lumbar, que soportará el peso de la mochila. Durante la carrera es interesante dedicar unos minutos a unas series de fondos, planchas, lumbares y ejercicios de activación del trasverso. Las salidas en bicicleta de montaña son un complemento ideal para la preparación senderista y necesaria plenamente para quienes tienen pensando hacer el Camino de Santiago pedaleando.
9. ¿Es mejor entrenar solo o con los compañeros de viaje?
En ocasiones los compañeros de viaje viven en lugares distantes o tienen diferentes horarios de tiempo libre, complicando la posibilidad de quedar para entrenar o realizar los preparativos previos. En cualquier caso no hay que buscar excusas para dejar de entrenar al aire libre o en el gimnasio. Una parte importante del éxito de un viaje o cualquier desafío en grupo es que todos los miembros tengan un objetivo común, la misma motivación y una preparación física similar para caminar o pedalear al mismo ritmo.
La amistad y el compromiso común para llegar a la plaza del Obradoiro se refuerzan haciendo rutas previas con las personas que después formarán parte de la experiencia, compartiendo la ilusión, las incertidumbres y los descubrimientos que surgen cada día relacionados con el rendimiento físico, las lesiones, el equipo y multitud de curiosidades que forman parte de la primera parte del viaje, antes salir al punto de partida de la ruta jacobea elegida para iniciar la peregrinación por los hitos de la flecha amarilla.
10. ¿Es necesario llevar la concha de peregrino?
Los amuletos, fetiches y objetos de la suerte aparecen en todas las culturas y costumbres en la historia de las civilizaciones para asegurar el éxito en los viajes, las campañas bélicas, las cacerías, los intercambios comerciales, el folclore y los rituales de culto.
El Camino de Santiago ha tomado la imagen de la vieira como símbolo del peregrino y emblema de la ruta en recuerdo de los acontecimientos que dieron lugar al mito jacobeo. Santiago el Mayor, uno de los apóstoles de Cristo, murió decapitado en Jerusalén en el año 42. Atanasio y Teodoro, dos de sus discípulos, decidieron llevar el cuerpo a Galicia para enterrar los restos del mártir en la tierra donde había predicado años antes. La embarcación atravesó el Mediterráneo hasta la bahía de Iria Flavia, la actual Padrón, y los santones pudieron dar sepultura al maestro en tierras gallegas. A principios del s. IX unos pescadores de la ría de Arousa comunicaron un extraño fenómeno de luces celestiales alrededor de un viejo sarcófago envuelto en una misteriosa costra de vieiras. Las autoridades investigaron los sucesos y descubrieron los restos del apóstol Santiago. Era el año 813.
Los peregrinos medievales que llegaban a la catedral y veneraban los restos del apóstol tenían la costumbre de coserse conchas en la vestimenta que recogían en la ciudad de Santiago o en alguna población gallega donde completaban la peregrinación, volviendo con ellas a sus lugares de origen. El valor simbólico del objeto era muy fuerte y también servía para coger agua en las fuentes, recipiente para comida, herramienta para cortar objetos e incluso como utensilio de defensa. En los primeros tiempos de las peregrinaciones es difícil pensar que los romeros compostelanos llevasen la concha en el inicio del viaje. Algunos podían usar la vieira de un amigo durante la peregrinación y con el paso del tiempo se ha convertido en el souvenir indiscutible de los viajeros jacobeos.
11. ¿Cuánto tiempo se tarda normalmente en hacer el Camino de Santiago?
El célebre Camino Francés está distribuido en 30 jornadas a pie desde los Pirineos hasta la catedral de Santiago. El Camino del Norte, la Ruta de la Plata, el Camino Portugués desde Lisboa y el Camino del Sureste, que son los “caminos" más populares, tienen aproximadamente las mismas etapas, depende del ritmo de cada peregrino, las paradas de descanso y la distribución particular de las jornadas. Hay que contar con cuatro o cinco semanas para hacer a pie alguna de las grandes rutas jacobeas peninsulares y como mínimo diez días en bicicleta.
12. ¿Es mejor ir solo o en compañía?
El Camino de Santiago es una experiencia social y humana muy particular porque acuden a la llamada jacobea personas de todo tipo y condición. En las jornadas peregrinas es fácil coincidir con hombres y mujeres de cualquier parte del mundo, hacer nuevas amistades o romper relaciones. Hay casos de personas que salen con un grupo de Roncesvalles y llegan con otro a Santiago, gente que descubre el amor de su vida o que abandona la ruta a los pocos días porque no encuentra ningún sentido al viaje jacobeo. La soledad viajera es una elección personal en el momento de salir pero en un mes de camita hay tiempo y momentos para encontrar y compartir situaciones inolvidables que pueden ser el comienzo de una larga amistad. En el Camino de Santiago la soledad y la compañía son estados de ánimo.
13. ¿Qué presupuesto hay que preparar?
Los gastos básicos aproximados en un día en el Camino de Santiago son:
- Desayuno 3 €
- Almuerzo 8/10 €
- Cena 8/10 €
- Albergue 6/10 €
- Imprevistos 8/10 €
El presupuesto diario se puede reducir comprando la comida en grupo en las tiendas de comestibles. Las personas que van al Camino de Santiago para “coleccionar" un nuevo producto de consumo con la idea de hacer un turismo “barato" suelen llevarse una decepción. El Camino de Santiago, como todos los grandes viajes, requiere esfuerzo, sacrificio, dedicación y una inversión económica. La tradición altruista de los hospitaleros y personajes que están al cuidado del Camino forma parte de la historia jacobea.
Los abusos y mal usos de la buena voluntad que ponen los voluntarios y hospitaleros por parte de algunos peregrinos, junto a la picaresca y el aumento de personas que hacen cada año el viaje a Santiago de Compostela a pie o en bicicleta han convertido el Camino de Santiago en un notable reclamo turístico. En el Camino Francés y en el Camino del Norte hay hospitaleros y albergues que mantienen la tradición y piden la voluntad por dormir, aunque ya es habitual una tarifa mínima por pasar la noche en la mayoría de los albergues. Un viejo lema jacobeo dice que el turista exige pero el peregrino agradece.
14. ¿Hay que llevar todo el dinero en metálico del viaje encima o es fácil encontrar bancos y cajeros?
La tecnología ha llegado a casi todos los rincones y poblaciones del Camino de Santiago pero “misteriosamente" en el momento de pagar con tarjeta de crédito se suelen estropear los terminales, las líneas se bloquean o no funciona el ordenador, y no queda más remedio que pagar en metálico. En todas las poblaciones importantes hay bancos y cajas rurales con cajeros, pero hay que tener en cuenta la comisión. La mejor opción es llevar metálico para varios días y aprovechar el paso por las grandes ciudades para sacar dinero en la sucursal del banco de cada uno.
Una buena costumbre es llevar el dinero y las tarjetas de crédito siempre encima en un bolsito especial, nunca en el macuto ni la bicicleta. Hay portadineros planos que se llevan camuflados entre la ropa. Y aparte el monedero para los gastos diarios. El Camino de Santiago es un camino de fe, amistad, convivencia y diversión, y como todos los grandes destinos turísticos también es un lugar atractivo para los amigos de lo ajeno.
15. ¿Es necesario llevar vehículo de asistencia?
No es necesario pero es recomendable en muchas ocasiones, especialmente en grupos que tienen poca experiencia, cuando hay niños y en grupos grandes que llevan su propio equipo de acampada. El peso es el mayor enemigo del peregrino senderista y la causa de gran parte de las lesiones y abandonos ocasionados por los problemas físicos que provoca el peso de la mochila, sobre todo en las personas que no están acostumbradas a caminar varios días seguidos con un macuto en la espalda.
El apoyo de un vehículo de asistencia sirve para transportar la mayor parte del equipaje y permite al peregrino llevar a cuestas solamente un pequeño macuto o un bolso ligero con la cacharra del agua, el chubasquero, la cámara de fotos y algo de avituallamiento para la jornada diaria. Y también sirve de coche escoba en el caso de que alguien sufra una lesión o tenga que abandonar por cualquier causa.
La persona o personas que van en el coche de asistencia se pueden encargar de consultar las plazas en los albergues, reservar los alojamientos o montar las tiendas de campaña cuando y donde sea necesario. Los cicloturistas son muy aficionados a llevar vehículos de asistencia, así evitan transportar alforjas y pueden seguir fielmente el trazado marcado con las flechas amarillas fuera del peligro y agobio de las cunetas de las carreteras. Y también pueden dejar las bicicletas dentro de la furgoneta por la noche sin problemas de ocupación en los albergues.
El único inconveniente es encontrar un amigo dispuesto a conducir durante unas semanas al paso del peregrino senderista o al ritmo del cicloturista. En el caso de que todos los miembros del grupo quieran hacer la ruta se pueden hacer turnos en la conducción del vehículo de apoyo o dejar de conductor a la persona que vaya más cansada o lesionada mientras se recupera.
16. ¿Conviene llevar una guía de la ruta?
El Camino de Santiago es una ruta muy particular y una de sus singularidades es la universal flecha amarilla que aparece constantemente pintada en las farolas, árboles, bordillos, cunetas, pavimentos, rocas y cualquier elemento del camino. En realidad no es necesario el rutómetro habitual de una guía de senderismo para seguir el itinerario de las principales rutas jacobeas.
Con algo de vista, intuición y cuidado en los cruces para localizar las flechas amarillas es sencillo seguir el recorrido, salvo en las poblaciones donde es fácil despistarse, sobre todo en bicicleta. Las guías son necesarias e imprescindibles para descubrir los pequeños secretos del Camino de Santiago, los monumentos que no se pueden pasar por alto, las claves artísticas, los paisajes singulares, los teléfonos de los albergues y un montón de información que solo está en los textos de las guías de viajes dedicadas a los diferentes “caminos" de Santiago.
17. ¿Qué ajustes o cambios hay que hacer en la bicicleta antes de salir?
En primer lugar una buena puesta a punto de frenos, cubiertas, cámaras y sincronización de los cambios. Después colocar un portabultos trasero con sus correspondientes alforjas y una bolsa de manillar para los objetos de uso habitual y cotidiano durante la marcha. El odómetro es recomendable para calcular la distancia entre las poblaciones y los datos totales de la ruta. Y por último unos ligeros ajustes en el sillín y el manillar para acomodar la postura de conducción, o incluso cambiar el manillar plano por uno de doble altura y colocar puños con soporte plano para descansar la palma de la mano. La bicicleta cicloperegrina siempre lleva sobrepeso y hay que cambiar la cadencia habitual de las rutas de fin de semana por un ritmo más tranquilo y cómodo. En las primeras pedaladas se descubre enseguida que el plato grande, en el caso de las bicicletas de montaña, prácticamente sobra.
18. ¿Se puede usar la bicicleta de un amigo o es necesario llevar una propia?
Algunas personas que deciden hacer el Camino de Santiago en bicicleta es la primera vez que se plantean un viaje cicloturista y en muchos casos ni siquiera tienen bicicleta propia. Piensan que el viaje jacobeo será una experiencia aislada y no se plantean comprar una nueva de su talla y bien ajustada, prefieren pedir la bici prestada a un amigo o usar una vieja que lleva varios meses abandonada en el sótano o la terraza. El Camino de Santiago, por cualquiera de sus rutas y variantes, es un recorrido exigente para las bicicletas.
La falta de experiencia impide saber que una bicicleta en mal estado en un viaje cicloturista provoca una sucesión de averías y complicaciones mecánicas que pueden amargar el viaje y finalmente obligar a volver a casa sin llegar a Santiago. La bicicleta es una máquina y tiene que estar siempre a punto. Y sobre todo hay que probar los ajustes unos días antes para comprobar que todo está en orden y durante el viaje pensar únicamente en disfrutar. Por supuesto que se puede llevar la bicicleta de un amigo pero es importante probar la talla antes y adaptar el modelo al nuevo piloto.
19. ¿Existe un sillín especial para el cicloperegrino?
El sillín es un pieza importante de la bicicleta en un viaje cicloturista. Los ciclistas habituales, con mucha experiencia y cientos de horas sobre la bicicleta, no tendrán que cambiar el modelo que usan habitualmente porque tienen el cuerpo y el trasero acostumbrado. El sillín es la parte de la bici donde el ciclista pasará varias horas sentado todos los días y conviene que sea cómodo y tenga un diseño adaptado a la fisonomía de cada uno. A primera vista todos los sillines parecen iguales pero tienen prestaciones y finalidades diferentes. En este caso es fundamental acudir a una tienda atendida por un buen profesional de confianza que pueda recomendar el modelo adecuado.
20. ¿Hay cubiertas especiales para el Camino de Santiago?
A pie o en bicicleta hay que intentar seguir siempre los senderos, veredas y andaderos señalizados con los hitos jacobeos y las flechas amarillas. Los promotores de los recorridos jacobeos procuran llevar las marcas fuera de las peligrosas cunetas de las carreteras y el firme principal es tierra, grava o el viejo pavimento de carreteras secundarias.
Las mejores cubiertas son las que tienen un diseño rodador, con los tacos bajos y juntos, el balón de 1.8 delante y 1.9 detrás y una presión alta para reducir el rozamiento y soportar el exceso de peso. Las cubiertas slick completamente lisas y estrechas, de 1.5 o menor, son para circular exclusivamente por pavimento asfaltado y en el Camino de Santiago pueden dar problemas en los firmes de tierra de los andaderos.
21. ¿Es imprescindible llevar alforjas en la bicicleta?
Las alforjas son necesarias para llevar el equipaje, que incluye las herramientas y los accesorios de reparación de la bicicleta, la ropa de repuesto, la bolsa de aseo, el saco de dormir y el resto del equipo de vivac. En el caso de llevar vehículo de apoyo se pueden eliminar las alforjas y el portabultos. En una bolsa de manillar se puede llevar el chubasquero y el resto de utensilios personales, como las gafas, cámara de fotos, la guía o la crema solar.
22. ¿Qué debe incluir el kit de reparaciones de la bicicleta?
En todas las poblaciones importantes hay tiendas de bicicletas y es fácil conseguir o renovar repuestos pero siempre hay que llevar encima las herramientas necesarias para solucionar pequeñas averías, realizar ajustes y, por supuesto, arreglar pinchazos, un contratiempo inevitable y habitual en la rutina diaria del cicloturista. La bolsa de reparaciones debe incluir un juego de llaves allen con una punta de estrella para ajustar los desviadores de los cambios, tronchacadenas, inflador, parches y una cámara de repuesto como mínimo.
La cámara se puede reponer sobre la marcha en las tiendas de bicicletas. Las bicis que llevan frenos V-brake o cantilever necesitan también una llave de 10 mm para cambiar o ajustar las zapatas. Dos días seguidos de lluvia o barro pueden “comerse" las zapatas en las bicis con estos sistemas de frenado. En las bicicletas con frenos de disco es poco probable que sea necesario cambiar las pastillas de freno durante el viaje si antes de salir se ha tenido la precaución de poner pastillas nuevas.
23. ¿Merece la pena empezar el Camino Francés en Saint Jean Pied de Port?
Por supuesto. La etapa entre la bonita población francesa de Saint Jean Pied de Port y Roncesvalles es un gran desafío físico porque salva la cordillera de los Pirineos por las cumbres del histórico puerto de Ibañeta, el primer escenario simbólico de la aventura jacobea y la primera prueba de resistencia física y mental. El ejército de Carlomagno sufrió una terrible derrota en los bosques de Roncesvalles. En la contienda perdió la vida el guerrero Roldán y varios de sus paladines. La gesta fue narrada en la obra épica Chanson du Roldán, una de las fuentes de inspiración de los caballeros medievales y pilar fundamental en el simbolismo del Camino de Santiago.
Durante la larga ascensión a los pasos de la cordillera pirenaica aparecen hitos, esculturas, símbolos, fuentes y parajes vinculados a las andanzas de Carlomagno y sus Doce Pares de Francia. En Saint Jean Pied de Port hay oficina del peregrino para conseguir la credencial, tiene varios albergues y en sus calles medievales se reúnen peregrinos compostelanos desde hace siglos para atravesar la histórica puerta de Saint Jacques, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y comenzar juntos el reto pirenaico en el bello puente del río Nive, Errobi en vasco. Los romeros europeos llegan a la antigua Ostabat del Pays de Cize por varias rutas.
La Vía Turonense sale de San Martín de Tours, en París, y era el Camino de Santiago usado por los peregrinos francos y los viajeros compostelanos procedentes de Flandes y los países nórdicos. La Vía Lemovicense parte de la abadía de Vézelay y recoge a los peregrinos de Champaña, Lorena y Ardenas. Y la Vía Podiense nace en la basílica de Notre Dame de Puy y atraviesa las gargantas de la Auvierna hasta el prepirineo francés.
24. ¿Qué diferencia hay entre comenzar en la colegiata de Roncesvalles, por el Camino Francés, o en el puerto de Somport por el Camino Aragonés?
El paso de Roncesvalles está vinculado a la canción de gesta medieval Chanson du Roldán, que narra las conquistas de Carlomagno en el norte de España y el declive del imperio franco después de la derrota en el puerto de Ibañeta que llevó a crear el mito compostelano. Y el puerto de Somport guarda una relación histórica con la custodia del Santo Grial, el cáliz sagrado usado por Cristo en la última cena con sus apóstoles.
La copa más famosa de la humanidad llegó a Jaca durante el nacimiento del reino de Aragón y Ramiro I ordenó levantar un templo para guardar la valiosa reliquia. El Grial pasó después por San Juan de la Peña y en el 1399 estuvo en la Aljafería de Zaragoza, de donde fue trasladado a la Capilla Real de Barcelona en 1410. El 18 de marzo de 1437 el rey Alfonso V llevó la reliquia a la ciudad de Valencia y se conserva en la actualidad en una capilla especial.
El Codex Calixtinus, escrito por Aymeric Picaud en el s. XII, habla del Hospital de Santa Cristina, una de las tres fundaciones hospitalarias para peregrinos más importantes del mundo, levantada en las desoladas cumbres de Summus Portus, el Somport jacetano de los peregrinos del s. XXI. Los romeros europeos ascendían el paso pirenaico desde Borce procedentes de la Vía Tolosana, que salía de Arles y era la ruta habitual de los romeros procedentes de Italia, los países germánicos y Oriente. El Camino Aragonés visita lugares emblemáticos como Sangüesa y Santa María de Eunate y se une al Camino Francés en Puente la Reina.
25. ¿Qué hace falta para ser voluntario en un albergue?
Una forma de vivir el espíritu del Camino de Santiago es trabajar de voluntario en un albergue. El requisito principal es haber recorrido completamente el itinerario de la ruta jacobea donde se solicita el puesto. La Asociación de Amigos del Camino de Santiago de la provincia donde se encuentra el albergue selecciona un grupo entre todos los candidatos voluntarios y les imparte un curso preparativo antes de ponerse al cargo del albergue. Los voluntarios no cobran dinero y corren con sus gastos.