“La bicicleta nos devuelve, por un lado, el alma de niño y, a la vez, nos restituye la capacidad de jugar y el sentido de lo real. Viajar en bicicleta, por lo tanto, se convierte en un recordatorio, pero también en una formación continua para el aprendizaje de la libertad, de la lucidez, y, a través de éstas, quizás, de algo que se parecería a la felicidad”, estas palabras son las que mejor describen en opinión de nuestro invitado viajero de hoy, Gerard Castellá, su pasión por los viajes en bici. A Gerard esta llamada le ha permitido viajar por todo el mundo a pedales, experiencias que recoge en su blog A cop de pedal, en los artículos que escribe para Oxígeno y ahora también, en este pódcast donde nos va a contar algunos de sus viajes cicloturistas…
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