Como una suerte de Sísifo con piolet, Carlos Soria ha vuelto a enfrentarse al Dhaulagiri. Aunque al contrario que el mito griego, para Carlos subir montañas no es ningun castigo. A sus 83 años el alpinista incombustible regresaba a la Montaña Resplandeciente, convertida ya en una especie de némesis cinematográfica. Esta temporada las nevadas plagaban de riesgos sus laderas, obligando a Carlos y sus compañeros a regresar a casa, haciéndolo como amigos, lo más importante en palabras de Roger Baxter-Jones. La montaña siempre estará ahí, como el tesón de los alpinistas... así que la historia continúa...
Suscríbete GRATIS a nuestro Podcast en las principales plataformas: