Escalada On the Rocks

David Munilla

Escalada On the Rocks
Escalada On the Rocks

Colmillos helados, carámbanos, estalactitas de cristal, churros, chupones… son algunos de los calificativos que describen el terreno de juego de una de las disciplinas más espectaculares de la montaña: la escalada en hielo. ¿Te apuntas a hacer una vía “on the Rocks”?

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David Munilla


Introducción

Escalar sobre agua congelada estremece con sólo pronunciarlo, y no en vano, resulta de lo más espectacular dentro de los deportes de montaña. Quienes la practican la definen como una mixtura entre el equilibrio, el arrojo y la técnica, pero para los que la ven desde fuera resulta una locura, algo que cuesta comprender incluso en directo, ya que observar cómo una persona es capaz de sustentarse y progresar sobre unas simples puntas aceradas que se hincan en el frágil y quebradizo manto helado roza la ficción. El más difícil todavía llega cuando el terreno congelado comienza a ser cada vez más vertical e incluso juega con sus formas a asemejarse a aparentes débiles columnas que se elevan varios metros sin tocar la pared. Con estos escenarios la escalada en hielo tiene la emoción y la espectacularidad asegurada.
Lejos de ser un deporte de locos, su dominio exige experiencia y mucha técnica. Escalar aferrado a unos piolets y sobre las punteras de unos crampones no se puede decir que sea fácil, un poco al contrario que la escalada en roca, en la que agarrarse a las oquedades de la roca puede resultar más intuitivo. Es por ello que la escalada en hielo es un absoluto compendio de técnica en lo que se refiere a manejar las herramientas que son la prolongación de nuestros pies y manos.

Otro de los factores que complican la escalada en hielo es el medio en el que se desarrolla: la alta montaña. En pocas palabras, no se trata de echar un rato e irse a casa, y aunque hay lugares en los que las cascadas se encuentran muy cerca del coche, lo normal es que estas se sitúen a un buen rato de marcha, en paredes de picos con alturas de más de 2.000 m, lo que añaden un plus a la propia escalada en hielo y la convierten en una ascensión alpina, donde la experiencia juega un papel fundamental. Por ello comenzar a escalar en hielo requiere tiempo, cautela y un buen aprendizaje.

Introducción

Domina la técnica

Como te hemos comentado, los piolets (dos, en la última página de este artículo te contamos cómo tienes que equiparte) y los crampones son las armas que te aseguran a las paredes de hielo y que te permiten al mismo tiempo desplazarte por ellas. La técnica de piolet tracción es la llave para escalar en hielo.

1. Clava un piolet en el hielo. El primer toque se debe hacer a una altura cómoda y preferentemente en un lugar separado del eje de tu cuerpo. La clave está en el golpe: seco, firme, preciso y con juego de muñeca. Luego clava el otro piolet. Hay que notar que los piolets han penetrado limpiamente en el hielo -en ocasiones no llega al centímetro y no con holgura (es preferible poca punta y bien, que mucho y suelto).
2. Ahora cuélgate de ellos con los brazos extendidos, dejando que las dragoneras sujeten el talón de la mano de tal modo que no necesites demasiada fuerza para agarrarte al mango del piolet.
3. Así colgado, hay que dar la primera patada, frontal y sin mucha dilación entre una y otra. Todo lo que tardes ente una acción y otra es restar fuerza a tus antebrazos. Para colocar los pies utilizamos las mismas muescas que hemos utilizado para los piolets. La postura correcta es tender a agazaparse y comenzar a levantarse sobre los pies. Mantén los talones bajos, para crear un efecto trípode entre la punta anterior y la segunda fila de puntas dirigidas hacia delante.
4. Levántate de los brazos hasta formar un ángulo recto.
5. Para avanzar hay que sacar un piolet. Para ello hay que bloquear con el brazo que te va a sustentar. Gira el cuerpo hacia el brazo, acercándotelo al pecho. Para desclavar el piolet centra todo el peso en el contrario y ejerce varios movimientos de vaivén sin brusquedad (no laterales).
6. Ahora el nuevo golpe. Intenta ahorrar movimientos, estira bastante el brazo y golpea (¡ojo!, cuanto más alto “piques”, más fuerza necesitarás en el golpeo. No te pases). Con el piolet alto hay que aprovechar para relajar ligeramente el brazo contrario

Para empezar la escalada de una pared de hielo homogénea, puedes emplear secuencias repetitivas como las señaladas-esta es la base-, pero las formas y volúmenes de la cortina helada te harán precisar de movimientos inesperados y complejos, que te hagan improvisar a cada paso

¡OJO! El hielo de muy poco espesor precisa de un golpe más fino. Hay que picar pequeños anclajes para el piolet, en lugar de tratar de plantarlo con un fue rte golpe. Si el hielo no es vertical bastará con rascar hacia abajo con la hoja del piolet hasta que empiece agarrar, para más tarde cargarlo con un poco de confianza.

• Los Seguros
Es una de las tareas que más fuerza y pericia requiere.
Planifica dónde vas a emplazar los seguros, intentando aprovechar los sitios más cómodos para colocarlos.
Sé previsor, y párate antes de estar pillado en un pasaje difícil.
Colócalos ordenados en el portamaterial.
Prueba primero en el suelo con los guantes puestos.
Cuélgate del piolet bien colocado con el brazo extendido
y los pies bien posicionados, mientras con la otra mano
vamos colocando el tornillo.
Hazlo a la altura de la cadera. Si usas las dos manos, mete el antebrazo en la dragonera hasta el codo, así podrás sujetar el tornillo mientras lo rosca la otra.

• Cómo aprender a escalar en hielo
¡Haz un curso!
Escala de segundo con alguien experimentado.Reducirás el riesgo de caída.
Ahorra fuerzas utilizando los agujeros dejados por nuestro compañero con experiencia. Se evita golpear el hielo.
Ten cuidado a no darle un “hachazo” a la cuerda que llevarás por arriba, y estate atento cuando el compañero tense la misma, te puede “arrancar” el piolet de la mano.

Domina la técnica

DICCIONARIO PARA NO QUEDARTE FRÍO

• Carámbano: normalmente se trata de una estalactita helada de considerables dimensiones.
• Coliflores: formaciones heladas similares a la hortaliza que tapizan una cascada de grandes dimensiones.
• Dientes: Es la estructura aserrada del piolet. De su calidad y diseño depende la mordedura al hielo. Las mejores son las gancheadas de punta a cruz. Se les afila con una lima.
• Dragonera: cinta que permite “descansar” los antebrazos mientras se agarra el piolet. Es un aro alrededor de la muñeca que además funciona como seguro para que el piolet no se caiga. Hay glaciaristas que llevan dragoneras largas atadas al arnés (permiten colgarnos para descansar). Hoy su uso deportivo no está bien visto por los puristas.
• Ganchear: el piolet pasa a acomodarse a modo de gancho en los resaltes de la roca o el hielo sin necesidad de golpear.
• Hojas: son de acero, intercambiables y tienen diversos ángulos y formas. Son la clave para que nuestro piolet se convierta en una herramienta polivalente. Las hay tubulares (hielo quebradizo), finas de 3 a 4 mm (hielo de fusión) y polivalentes (4 a 5 mm)
• Morder: cuando el piolet se clava bien de un solo golpe seco en el hielo.
• Setas: protuberancias heladas o de nieve dura que se utilizan para montar algún seguro.
• Plástico: cuando el hielo está “receptivo” y no se quiebra.
• Tornillo: es el seguro de la escalada en hielo por excelencia. Su estructura roscada de aluminio o titanio permite introducirlo en el hielo.

UNA CUESTIÓN DE NÚM3ROS
Una cascada suele cambiar de un invierno a otro, y aunque su dificultad suele ser la misma, no se debe seguir a rajatabla los datos de una graduación. Hay números y escalas para todos los gustos. La que mas en boga está es la americana. Informa acerca del tipo de hielo: AI (Alpine Ice), o WI, con referencia al hielo de fusión (Water ice); y especifica si hay tramos mixtos (con roca y hielo) M. Para entendernos, si encontramos una cascada con AI5, WI5 o M5, la dificultad va a ser igual, pero en un medio diferente.
1. (hasta 50º en nieve o 35º en hielo)
2. (hasta 60º en nieve o 40º en hielo)
3. (hasta 80º en nieve o 75º en hielo)
4. (hasta 90º en nieve o 85º en hielo)
5. (cornisas deslomadas o 90º en hielo)
6. (hielo de poco espesor o hielo técnico con más de 90º)
7. (hielo de 95º o mixto extraplomado)
8. en adelante (extraplomado)
La nueva corriente del Dry tooling ha elevado las graduaciones hasta el M11 y M12, por ahora la máxima dificultad.

DICCIONARIO PARA NO QUEDARTE FRÍO

GUÍA DEL AGUA SÓLIDA

España tiene el privilegio de repartir sus cascadas por bastantes macizos. Los itinerarios más clásicos se encuentran en Pirineos, Sierra Nevada, Picos de Europa y Gredos, sin embargo las modernas cascadas surgen cada invierno incluso a pie de carretera en Asturias, Huesca, Soria y el Pirineo Leridano.
• 1. Benasque. Algunos lo llaman el Chamonix del Pirineo. Tras períodos de frío intenso podemos encontrar cascadas muy accesibles, como La Ruda o Los Cursillistas. Siguiendo la carretera de Cerler, la cascada del Bom es de visita obligada y el vecino sector Ardonés nos ofrece además una interesante colección de vías de dry tooling, quizá la más importante de nuestro país en la actualidad. Las cascadas de Aigualluts, con una aproximación un poco más larga, suelen estar en condiciones gran parte de la temporada (¡ojo al peligro de avalancha!).
• 2. Berguedá. Es la zona de cascadas más clásica de Cataluña. Se llega por la carretera del túnel del Cadí, desviándonos en Guardiola de Berguedá hacia Saldes, para tomar una pista que conduce al refugio Lluis Estasen, desde el que podemos acceder a clásicas como la Columna Berguedá, la Columna del Verdet o la cascada del Arbre. Este sector cuenta con varias apuestas de dry tooling. La Cinglera de Costa Freda es otra de las zonas de cascadas del macizo, situada en dirección a Guardiola de Berguedá. La referencia es el Hostal Pedraforca, en el que se toma la pista de los Pilones.
• 3. Bielsa. Bielsa engloba varias zonas constituidas por los valles de Barrosa, Trigoniero, Chisagües y el propio valle de Pineta. Se podría decir que tiene la mayor oferta de hielo hispano, además de ser uno de los lugares de más aperturas de nuevas cascadas, sobre todo de las que mezclan técnicas de dry tooling. Bielsa cuenta además con un buen sitio para empezar y de sencilla aproximación (15 min) como son las cascadas del túnel. Se trata de unos resaltes helados que se encuentran a la derecha nada más traspasar el túnel que une España y Francia.
• 4. Boí. Lo mejor de este valle es que su oferta para escalar en hielo se extiende prácticamente toda la temporada. La manteca está en los alrededores de la presa de Cavallers: Islandis, Husky, Polaris, Antartic... Debajo de la presa está la zona de Roques Negres, con varias cascadas recomendables como Yukon al Ron, la Columna Dórica o La Pera D’Or. Boí es uno de los motores del dry tooling hispano, contando con las apuestas más difíciles de nuestro país como Welcome to Tijuana y Mutant.
• 5. Gavarnie. Lo malo y lo bueno de este impresionante Circo es su situación, que la dotan de una larga aproximación y una amenaza alta de avalanchas. El Sector Mitológico ofrece una selección de trece cascadas de hasta 200 m impresionantes. Para escalar aquí podemos utilizar como base el refugio de Serradets (desde Bujaruelo se llega en unas 3 horas)
• 6. Gredos. Es la zona clave y clásica del centro, con un bonito y asequible Circo que posee cortas pero buenas cascadas de variados niveles en un ambiente de alta montaña. El refugio que opera a sus pies es un perfecto centro de operaciones. Cerca se encuentra el Circo de la Nava que atesora muy buenas cascadas, entre las que se encuentra el primer grado 6 de la zona centro: Er-hustión. Sin refugio, es un lugar más salvaje, cuya aproximación se hace en dos horas desde una pista que parte junto a una cruz de piedra a la salida del pueblo de Nava del Barco, comunicado con Barco de Ávila.
• 7. Neila. La sierra de Neila se encuentra en Burgos, y lo más destacable es el gran número de pequeñas cascadas, muy solicitadas para los que buscan su iniciación en la escalada en hielo y que se reparten a los laterales de la bonita laguna. En varios resaltes de mayor altura se forman cascadas de hasta dos largos, más difíciles y expuestas, y algunos desplomes poseen varias apuestas de M6 y M7 de dry tooling. El acceso desde Burgos es dirección Soria- N234 hacia Sala de Los Infantes, Quintanar de la sierra y Laguna de Neila. A partir de aquí sigue las indicaciones para el refugio que sirve de base para conocer y escalar en la zona. Hasta el refugio 1 hora 10 minutos y de este a las cascadas 40 minutos.
• 8. Sierra Nevada. Sus dos principales zonas son el nacimiento del río Alhorí y la Laguna de la Mosca. Ambas rozan la cota de 2.700 m y sus aproximaciones son horas para la primera y casi cinco para la segunda). Pero detrás del Albergue Militar de Sierra Nevada, en Hoya de la Mora, se forma habitualmente una cascada llamada “de los Militares” que concita a muchos principiantes. También hay dry tooling.
• 9. Tarna. A caballo entre Asturias y León, en los circos de Moneu y Requexada, surgen varios sectores con una treintena de cascadas de alturas entre 10 y 120 m de dificultades moderadas. La aproximación entre 45 minutos y 1 hora y media según el sector al que nos dirijamos- se realiza desde el puerto de Tarna, pegado al de San Isidro, al que se accede desde León por la carretera que por Boñar va a la estación invernal del Puerto de San Isidro, tomando en Puebla de Lillo la carretera que pasa por Cofiñal y el Puerto de Las Señales, más alto que Tarna (1625 m, atención a su estado) hasta el Puerto de Tarna.El camino parte junto al Hostal y sube paralelo al remonte de esquí, para girar por encima del mismo hacia la derecha y seguir la traza de un camino que se encontrará cubierto por la nieve pero que se adivina en la pendiente. Enseguida, enfrente nos aparecerá a lo lejos el circo de Moneu.

GUÍA DEL AGUA SÓLIDA

UN POCO DE HISTORIA

>Muchos pastores de los valles de los Alpes fueron los precursores de la escalada glaciar. Su material no iba más allá de unas botas de cuero a las que sujetaban unas herraduras claveteadas, y los populares bastones con punta de hierro denominados “alpenstocks”. Estos pastores se convirtieron poco a poco en los guías de una sociedad británica ociosa, que se planteaba sus vacaciones en los pueblos de los Alpes. El negocio fue a más y de las improvisadas herraduras de tres puntas se pasó a las botas claveteadas y los largos bastones alpenstock se convirtieron en los antecesores de los famosos piolets, reduciendo su tamaño – eran de hasta casi dos metros- e incorporando en un extremo una pala, para poder tallar peldaños en el hielo. Sí, antes de que existieran los crampones el terreno helado tenía que superarse con la fatigosa medida de tallar cientos peldaños. Fueron los escoceses quienes avanzaron mucho la técnica, en su Ben Nevis (High Lands) cuyas rutas de roca se helaban. Sin embargo fue el británico Oscar Eckenstein, quién creó el crampón de diez puntas, que dejaba obsoleta la técnica del tallado y posteriormente la revolución de los piolets cortos y curvados y los crampones rígidos, que el americano Yvon Chouinard, abanderó y supuso la moderna escalada en hielo.

UN POCO DE HISTORIA