12 consejos de seguridad en barrancos

Palabra de Raúl Múñoz, jefe de Guías de la “Compañía de Guías de Jaca".

Redacción Oxígeno

12 consejos de seguridad en barrancos
12 consejos de seguridad en barrancos

En este caso pedimos a un experto en descensos sus recomendaciones, Raúl Múñoz, jefe de Guías de la “Compañía de Guías de Jaca” (www.guiasdejaca.es), que siempre realizan una gran labor de difusión y prevención de la seguridad para actividades en el medio natural. Raúl ha escrito un completo artículo de lo que se debe hacer antes de enfrentarte a un barranco.

Hay que entender que el riesgo cero no existe, la seguridad absoluta en las actividades de montaña nunca se puede garantizar. Como solemos decir, el que quiera garantías que se compre una lavadora. Pero sí podemos actuar sobre los peligros que nos acechan para minimizar sus consecuencias. En este sentido hace pocos días un amigo, Alberto Ayora Hirch –teniente coronel de la EMMOE en Jaca–, me mandaba un artículo suyo publicado en El Heraldo de Aragón sobre prevención de riesgos naturales en montaña en el que proponía que elaborar una metodología científica permitiría prever situaciones de riesgo, citando textualmente el sobre-título del artículo.

Personalizando esta brillante idea, podemos igualmente crear en cada uno de nosotros un hábito sistemático para evaluar de manera objetiva los riesgos en cada una de las actividades que acometemos. Un barranquista principalmente tiene que analizar los peligros del barranco en tres aspectos: su orografía, la meteorología y las personas que lo van a hacer.

En cuanto a la orografía:  Informarse de los puntos negros del barranco como marmitas trampa, rebufos, drosajes fuertes, caos de rocas, etc.

Zonas de caos de rocas y por dónde pasarlas

Caudal normal para el descenso y caudal actual

Encajonamiento del barranco y las consecuencias de una crecida

Caída de piedras de los laterales

Equipamiento del barranco en cuanto a indicaciones para la aproximación y el retorno al coche, así como las instalaciones de rápel, cables de pasamanos, etc. Hay que comprobar siempre los anclajes dudosos o antiguos, ya que podrían romperse al colgarse de ellos.

Número de rápeles y longitud del más largo. Esto condiciona la longitud de las cuerdas a llevar, pero hay que prever también que una cascada no siempre se baja en vertical, que es la altura que nos indican las reseñas, sino que por elevado caudal o la existencia de un punto negro puede que necesitemos hacer un rápel guiado o un teleférico, con lo que la longitud de la cuerda deberá ser bastante mayor.

Si todos los rápeles son hasta el suelo o el agua, o bien hay alguno fraccionado o guiado.

Tener en cuenta la cuenca de captación de agua para prever crecidas repentinas, así como informarse de si el caudal está represado más arriba con posibilidad de soltar agua sin previo aviso

Respecto a los saltos: son un aspecto muy divertido de los barrancos y no siempre es una imprudencia saltar, sino que con ellos además se gana tiempo al no tener que estar cada miembro del equipo rapelando. Pero es muy importante que una persona del grupo conozca bien esos saltos, el margen de error y desde dónde realizarlos y dónde caer. Y por supuesto solamente hay que saltar si confiamos en hacerlo bien, sin titubear en el punto de arranque. En caso de duda un buen recurso es que una persona rapele hasta la poza y compruebe si hay profundidad suficiente y ausencia de obstáculos que hagan seguro el salto.

Además, una parte muy importante de la estrategia será acordar, si no se ha hecho ya, un código de señales para comunicarse. En muchas cascadas no se escucha nada más que el rugir del agua y ponerse a dar voces sólo lleva a crisparse y a no conseguir comunicarse. Llevar un silbato colgando de la mochila es un buen recurso, y por ejemplo acordar dos pitidos largos para decir que la cuerda de rápel está libre ayudará mucho a ahorrar tiempo.

Por último es importante valorar qué hacer si algo sale mal: el famoso plan B, que es informarse de los escapes del barranco, de las fuentes y puntos donde poder descansar. Será muy útil llevar la reseña del barranco plastificada donde estén indicados los rápeles, su longitud e indicaciones de los escapes y otros puntos de interés: zonas de caos, toboganes, rápeles saltables, marmitas trampa, drosajes y otras corrientes, fuentes, una pasarela o puente, etc. junto con un mapa de su ubicación, el camino de acceso y de retorno y hacia donde van los escapes. Puede ser muy útil preparar dos actividades por si la principal resulta inviable por estar el barranco lleno de gente o el caudal es mayor del habitual.