¡¡YA SOMOS FINISHERS!!

¡¡La TAR conseguida!! No hemos dejado que "quemen" nuestra camiseta de Finishers, y hemos entrado en la meta de Sexten después de 305 kilómetros recorridos en estos 8 días... Ayer no pudimos escribir la crónica, así que os resumo las dos últimas etapas en los Dolomitas: para mí han sido las más bonitas en cuanto a paisaje, pero las más duras, sobre todo la de ayer, la séptima, que dejó fuera de juego a muchas parejas (por lesión-como a unos alemanes muy majos con los que íbamos parejos en todas las etapas, y que encontramos en la bajada con él llevándola a la espalda a ella, que se había torcido el tobillo; una pena- o por pasar fuera de tiempo en los controles). Y es que ayer fue un auténtico maratón (42,195 km) rompepiernas, con dos "puertos" bastante empinados que salvar y sus consiguientes bajadas técnicas que

Elena Moro

¡¡La TAR conseguida!! No hemos dejado que "quemen" nuestra camiseta de Finishers, y hemos entrado en la meta de Sexten después de 305 kilómetros recorridos en estos 8 días...
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Ayer no pudimos escribir la crónica, así que os resumo las dos últimas etapas en los Dolomitas: para mí han sido las más bonitas en cuanto a paisaje, pero las más duras, sobre todo la de ayer, la séptima, que dejó fuera de juego a muchas parejas (por lesión-como a unos alemanes muy majos con los que íbamos parejos en todas las etapas, y que encontramos en la bajada con él llevándola a la espalda a ella, que se había torcido el tobillo; una pena- o por pasar fuera de tiempo en los controles).

Y es que ayer fue un auténtico maratón (42,195 km) rompepiernas, con dos "puertos" bastante empinados que salvar y sus consiguientes bajadas técnicas que acabaron con las pocas fuerzas que nos quedaban.


Depa tuvo que tirar de mí con la "goma mágica", y ¡pa`rriba, "keep on running"!. Esta séptima fue la prueba de fuego: los que conseguimos acabarla ya pensamos que la TAR no se nos podía escapar, eso es lo que comentaba en la meta de ayer con nuestro amigo Jorge, que llegó por los pelos, en la cola del pelotón, porque llevaba la rodilla como un botijo y sufrió muchísimo en las bajadas). Así que cuando nos hemos levantado hoy para dirigirnos a la salida, ya nos daban igual los dolores, las ampollas y las uñas negras. ¡Era la última y estábamos en la salida!

Hemos disfrutado como ningún día con el Highway to Hell, el ambiente era ya de fiesta, y hemos salido bastante animados para completar los 34 km "de nada" que nos quedaban. Yo me las prometía muy felices, pero lo he pasado mal en la última bajada: mis dolores en el tibial han subido al cuádriceps, y he tenido que caminar los últimos 6 km... Se me ha quedado un poco mal sabor de boca al no terminar "entera", pero no se puede tener todo. Mañana os escribiré mis últimas reflexiones de la TAR, porque nos tenemos que ir a la PASTA PARTY, ¡¡que hoy sí que va a ser PARTY de verdad!! Aunque no sé si los runners podremos bailar mucho. Estoy feliz por haber llegado hasta aquí!

No podía faltar un agradecimiento final: muchas gracias a mi compañero Depa, que me ha llevado "en volandas" hasta Sexten, y que me ha apoyado y animado a llegar hasta aquí. Y enhorabuena también a todos los que se han retirado por lesiones, porque también son finishers como nosotros.

DEPA: No sé cómo será, ni nunca podré saber si se siente algo parecido a lo de hoy, me refiero a la etapa final del Tour, al paseo por los Campos Elíseos (uno de mis sueños de infancia, estar allí dando pedales), pero os aseguro que la entrada en meta después de terminar una TAR es una de las mejores sensaciones que he podido disfrutar en mi vida deportiva. Y este año, por segunda vez. Eso sí, os aseguro que lo de hoy no ha sido para nada un paseo, nos hemos pegado más de 5h pateando por la montaña y sufriendo al final para llegar. Ya habéis leído a Elena. Ha sido muy duro y os aseguro que ha sufrido estoicamente todos los dolores que se ha guardado en silencio, yo la veía cojear por la mañana cuando bajábamos al desayuno pero ella me decía "tranqui compi, estoy bien, ya voy". Lo hemos logrado y estoy convencido que sin ella no hubiera llegado, y lo digo en serio, físicamente iba bien pero psicológicamente necesitaba su motivación para entrar en la última meta del último día. Gracias Compi.