Sintra, naturaleza de cuento en Portugal

A tan sólo unos 30 kilómetros de Lisboa, se encuentra Sintra, una villa llena de encanto que parece sacada directamente de un cuento de hadas y que representa el lugar perfecto para pasar unas jornadas de lo más activ

Jorge Jimenez

A tan sólo unos 30 kilómetros de Lisboa, se encuentra Sintra, una villa llena de encanto que parece sacada directamente de un cuento de hadas y que representa el lugar perfecto para pasar unas jornadas de lo más activas.

Lisboa es una de esas ciudades en la que siempre hay algo nuevo que visitar y algo diferente que descubrir. Gracias a su ubicación privilegiada, a su moderna infraestructura, a su clima agradable y a la variedad de monumentos, la capital portuguesa es un destino ideal al que viajar en cualquier época del año. Sin embargo, los alrededores de Lisboa también ofrecen un paisaje inolvidable que nadie puede perderse.

Sintra posee un microclima único, razón por la que, desde la ocupación de los musulmanes, fue solicitada para veraneo de reyes y aristócratas que construyeron y plantaron en la localidad palacios, jardines y bosques de un valor incalculable y de visita indispensable.  Su naturaleza y patrimonio hicieron que en el año 1995 la UNESCO le otorgara el título de Patrimonio de la Humanidad.

4. Palácio da Pena. Créditos PSML_NES.jpg

1. Palácio da Pena y Parque da Pena
Implantado en la cima de la sierra de Sintra y fruto de la creatividad de D. Fernando II, el Palácio da Pena y su parque es el exponente máximo en Portugal del Romanticismo del siglo XIX, constituyendo el centro más importante del Paisaje Cultural de Sintra – Patrimonio Mundial.

Esta construcción del palacio combina cúpulas acebolladas, arcos de herradura de estilo morisco, serpientes retorcidas de piedra y torres almenadas en rosa y amarillo. El Parque da Pena es notable como proyecto paisajístico que transforma una Sierra casi en vegetación, en un arboreto que integra diversos jardines históricos.

Sus casi ochenta y cinco hectáreas están repletas de plantas tropicales, secuoyas, helechos arborescentes, camelias, rododendros y lagos, constituyendo así un ambiente natural de gran belleza e importancia científica.

Dentro del parque destacan el Alto de Santa Catarina, el mirador preferido de la Reina Doña Amélia, con el “Trono da Rainha” tallado en la roca; la Estatua del Guerrero en bronce, cuya autoría se atribuye a Ernesto Rusconi (1848) en posible representación del Rey D; y, entre otros, el Valle de los Lagos, con cinco lagos hacia donde confluyen todas las líneas de valle del Parque.

Fernando II como guardián de su obra. De la segunda esposa de D. Fernando II, la Condesa d’Edla, podemos encontrar numerosos legados: el Eucalyptus oblicua, tronco del árbol conmemorativo de la boda; el Jardín de la Condesa d’Edla, que reúne colección botánicas introducidos por ambos; la Helechería de la condesa, la primera colección de helechos arbóreos en Parque da Pena; o el Chalet de la Condesa d'Edla, construido entre 1863 y 1869.

Del 1 de mayo al 28 de septiembre pueden realizarse paseos en carro en el Parque da Pena, proporcionando al visitante un verdadero viaje en el tiempo entre el Valle de los Lagos y el Chalet de la Condesa d’Edla, pasando por la Quinta da Pena y el Jardín de la Condesa. El recorrido puede hacerse libremente o acompañado de un guía especializado que descubrirá la historia del parque y de las especies que lo habitan. También se puede hacer la ruta a caballo.

Palácio de Monserrate

2. Parque  y Palácio de Monserrate
Monserrate es una de las creaciones paisajísticas más bellas del Romanticismo, cuyo palacio es autoría de Sir Francis Cook. El palacio ha sido testigo del espíritu ecléctico del siglo XIX y se encuentra rodeado de una notable colección botánica con especies de todo el mundo, organizadas por áreas geográficas.

El Parque es un auténtico laberinto que ocupa una extensión de 30 hectáreas ajardinadas, constituido en el siglo XVIII por el comerciante inglés Gerard de Visme. En sus laderas de árboles podemos encontrar plantas de decoración de lo más exóticas, como sauces llorones de China, dragos y rododendros del Himalaya; plantas procedentes de México, como las palmeras, yucas y agaves; y un jardín japonés con camelias en flor y bambús.

2. Quinta da Regaleira. Cascada. Créditos AM

3. Quinta da Regaleira
La Quinta da Regaleira es una mansión de jardines surrealistas, utilizada como residencia de verano de la familia Carvalho Monteiro entre 1898 y 1921, quien le otorgó las características que hoy posee. Hoy en día constituye uno de los monumentos más sorprendentes y enigmáticos del Paisaje Cultural de Sintra. Podemos encontrarlo en el recorrido que une el Pazo Real con el palacio y campo de Seteais, dentro del centro histórico.

Su impresionante jardín se revela a través de la sucesión de lugares mágicos y misteriosos, que simbolizan el cosmos, coexistiendo con un dantesco mundo subterráneo. Los diferentes escenarios representan un viaje iniciático por un mundo simbólico de referencias a la mitología, al Olimpo, a Virgilio, Dante, Milton, Camões, a la misión templaria de la Orden de Cristo, a grandes místicos y taumaturgos, a los enigmas del Arte Real y a la Magna Obra Alquímica.

El Pozo Iniciático es una “torre invertida” que se hunde unos 27 metros en el la tierra, con acceso a través de una monumental escalinata en espiral. Se trata de un espacio de consagración, de connotaciones herméticas y alquímicas, donde se intensifica la relación entre la Tierra y el Cielo. Desde este pozo podemos hacer un recorrido hasta el Pozo Imperfecto, el Lago de la Cascada y la Gruta del Oriente.

La Quinta da Regaleira es una muestra de la pasión de Carvalho Monteiro por la botánica, quedando patente en el invernadero, un templo dedicado a la diosa Flora. La fachada luce un panel de azulejos que representan a seis sacerdotisas oficiando un rito de fertilidad.

5. Parque Natural Sintra-Cascais. Pedra Alvidrar. Créditos Joao Luís Dória

4.  Parque Natural de Sintra-Cascais
Es el punto más occidental de Europa, cuyo protagonista principal es el Cabo da Roca, uno de los lugares más espectaculares del Parque Natural de Sintra-Cascais, ya que ofrece una visión completa de la Sierra de Sintra y la costa. Sus acantilados alcanzan casi los cien metros de altura, proporcionando un paisaje grandioso.

A unos 150 metros del mar, el Cabo da Roca ofrece una visión completa de la Sierra de Sintra y la costa, convirtiéndose en una visita que merece la pena.

Los registros históricos indican que existe un fuerte en el cabo que data del siglo XVII, que jugó un papel importante en la búsqueda de la entrada de Lisboa, formando una línea defensiva a lo largo de la costa, especialmente durante las guerras peninsulares. Actualmente, sólo podemos encontrar huellas del fuerte.

Para los amantes de la Geología, otras formaciones que pueden visitarse son las dunas fósiles de Magoito y Oitavos, el terreno de piedra del Cabo Raso en Cascais y el acantilado de Azenhas do Mar, donde hoy se ubica una aldea muy pintoresca.

El Parque Natural de Sintra-Cascais también es famoso por la huella de los dinosaurios en el acantilado sur de la Playa Grande, donde hay un importante hallazgo de 11 senderos y huellas aisladas. Esta playa reúne, junto a la de la Adraga, la Samarra, la Playa de las Maças y Guincho, las perfectas condiciones para la práctica de surf y sus múltiples variedades.

La Sierra de Sintra está dominada por la vegetación, dando lugar a un microclima que hace de éste, uno de los parajes más especiales de Portugal. Puede recorrerse de forma libre o siguiendo los recorridos propuestos por el Parque, donde se pueden visitar lugares como el Convento de los Capuchos o la Ermita de la Peninha, desde la que se divisa una impresionante panorámica.

1. Parque da Pena1. Créditos PSML

Para más información: www.visitlisboa.com