Al ser los refugios instalaciones de Interés Público, todos los usuarios deberán poner el máximo de interés en su conservación y aprovechamiento, quedando expresamente prohibido:
Encender infiernillos o cocinar fuera del lugar destinado para ello.
Permanecer en los dormitorios desde (horario aproximado) las 8,30 horas hasta las 15 horas del mismo día, salvo enfermedad, así como encender velas y fumar en los mismos.
Desplazar muebles o enseres de su sitio habitual.
Dormir sin utilizar para ello saco o sábana.
Acceder a los dormitorios con botas y material de montaña (bastones de trekking, crampones, piolet), debiéndose colocar éstos en el lugar adecuado.
El funcionamiento de toda clase de aparatos sonoros que pudieran molestar al resto de los usuarios.
La entrada de toda clase de animales.
Así mismo, y como elemental norma de respeto a los demás, se deberá:
Respetar las normas de Seguridad expuestas en el Refugio.
En los refugios guardados, el guarda proveerá a los montañeros de bolsas para que trasladen su basura hasta el punto de recogida más cercano. Los guardas se harán únicamente responsables de la basura generada por ellos mismos y por sus ventas de cantina, economato y cocina.
En los refugios sin guarda, se tendrá especial cuidado en dejar perfectamente cerradas puertas y ventanas, así como apagar totalmente los fuegos.
Comunicar cualquier deterioro que se observe o se produzca, lo antes posible a la Federación o gestor correspondiente.
Si piensas visitar un refugio en invierno, infórmate primero de si estará abierto y luego avisa a la guardería de tu llegada al refugio. Como recomendación, te instamos a que siempre reserves tu llegada a un refugio con antelación para asegurarte un servicio al 100% y evitar malas experiencias (que pueden estar provocadas por tu poca previsión).
Convivir en un refugio muchas veces significa acatar las normas de un Parque Natural y un entorno en el que está enclavado, lo cual significa que puede existir normativa específica que nos impida: bañarnos en ríos, lagos, hacer fuego, beber agua, etc. Desde Oxígeno te recomendamos que seas lo más prudente al respecto y que te informes bien de la zona y sus limitaciones antes de acudir a ella.
En algunos refugios no existe la posibilidad de dejar basura (incluso la lata de refresco por la que has pagado 3€). Piensa que son zonas de difícil acceso y cuesta mucho dinero y sobre todo esfuerzo llevar material a determinados refugios. En muchos casos la carga se hace con burros, perros, a lomos del guarda del refugio o en helicóptero (es el sistema más caro)… Sé solidario y procura llevar a rajatabla el depósito de basuras, en nuestras manos está que el monte siga tan limpio como tú te lo has encontrado y que podamos seguir disfrutando de él así.
Respetar siempre las órdenes de los guardas de cada refugio. Son las personas designadas por el propietario o gestor del refugio como responsables del mismo. Por lo tanto representan a la máxima autoridad y sus instrucciones deben ser inexcusablemente atendidas, sin perjuicio de las posteriores reclamaciones a que pudiera haber lugar. No obstante, piensa que los guardas son también personas como tú… Intercambia con ellos información (te lo agradecerán) y comunícales a dónde vas, qué cumbre quieres ascender, y así conseguirás un mejor asesoramiento e incluso te pueden ofrecer rutas que ellos mismos han abierto. Piensa que si hay buena comunicación entre guarda y cliente, la pernocta y la estancia en el refugio será difícil de olvidar (¡piensa en las raciones extra!)