10 errores que nunca deberías cometer ahí fuera

Redacción Oxígeno

10 errores que nunca deberías cometer ahí fuera
10 errores que nunca deberías cometer ahí fuera

Errores comunes o no que en algún caso hemos cometido y, desde nuestro pellejo, recomendamos no volver a cometer. Casos reales de la redacción en los que las consecuencias suelen ser imprevisibles. No lo hagan en casa.

1. Confiar en un animal salvaje. De verás, no lo hagan, aunque parezca el mono más majo del mundo probablemente acabe robándote la mochila, la cantimplora, la novia o cualquier cosa que hayas dejado desprotegida embelasado por su simpatía.

2. Mear contra el viento. En fin, no hay mucho que explicar.

3. Tratar de llevar el spray anti-osos en el avión. Creednos tal y como estan las cosas en los aeropuertos cuanto menos riesgo corramos de acabar en una habitación blanca, con ventanas cubiertas y dos tipos con cara de mala leche, mejor.

4. Dejar que un novato se haga la mochila sólo. Por favor, comprueben su carga, encontrarte con que lleva café en vez de agua en su cantimplora, o una botella de dos litros de vodka, puede acabar haciendo que canceléis la actividad antes de empezar.

5. Beber con montañeros polacos. En serio, son amables, honestos, y siete veces más fuertes que tú. Actividad recomendable si al día siguiente no tienes nada que hacer hasta bien entrada la tarde.

6. Desobedecer al guarda del refugio. Por mero respeto, educación y porque despertarse con una bota menos es una enorme cagada.

7. Hacer tus necesidades pensando que estás sólo. Que te encuentre un grupo de excursionistas japoneses con los pantalones bajados tras un pino nevado es divertido para ellos. Y para los nietos que vean sus fotos.

8. Pasarte con el repelente. Lugares como Finlandia, India o Alaska merecen que invirtamos en un repelente capaz de sedar caimanes, pero recordad que es mejor aguantar algo de picazón que pasarte el día saboreando repelente en tu boca o que el sudor haga que te entre en los ojos. Escuece bastante.

9. Exceso de confianza. Muy típico. Y suele acabar en catástrofe. Varias cicatrices de las que portáis os lo recordarán a diario.

10. Olvidar la cerveza. Vale, esto nunca nos ha pasado.