Recuerdo que un amigo biólogo y montañero, que realizaba frecuentemente trabajos de campo de carácter científico me decía: “Cada vez uso menos el forro polar fino, prefiero mi sudadera de algodón orgánico, pesa poco y me protege lo suficiente”. Si bien no es un material adecuado si nos cae una tormenta o para objetivos invernales, puede darnos un buen servicio para condiciones concretas.
Ventajas contundentes
Como aficionados a la montaña podemos disfrutar de:
1) Mayor frescor y transpirabilidad con altas temperaturas. En estos últimos meses, en los que los records de altas temperaturas en España han conllevado valores extraordinarios de hasta 15-20 grados por encima de lo normal, no sobra incluir en nuestra vestimenta de montaña alguna prenda de algodón.
2) Tacto natural muy agradable y nada pegajoso gracias a sus fibras cortas, interesante para climas cálidos o si se va a utilizar por necesidad una única prenda en contacto directo con la piel durante varios días en jornadas secas.
3) Buena resistencia al roce y a la perforación.
4) Dermofílico, no provoca las irritaciones que puede originar el poliéster u otras fibras derivadas del petróleo.
5) Recomendado por dermatólogos para la ropa interior íntima.
Inconvenientes que nos hacen dudar
Los más relevantes son:
1) Secado lento, tarda de 2 a 4 veces más en secar que un tejido sintético de idéntico espesor. Desaconsejable en días húmedos o fríos, sobre todo si caminamos con mochila a la espalda. Si nos llueve encima y no sale rápidamente el sol, puede favorecer una hipotermia.
2) Bajo aislamiento térmico respecto a su gramaje.
3) Más pesado que sus competidores sintéticos de similar resistencia.
4) Resistencia limitada a numerosos lavados y a la radiación solar si el tejido es mbastante fino (por ejemplo en pantalones de montaña).
5) Limitaciones técnicas en productos concretos y en los que se desaconseja su uso: dobles techos de tiendas de campaña, mochilas, exteriores de sacos de
dormir.
6) Se arruga más que el poliéster o la poliamida.
¿El algodón no engaña?
Es poco conocido por el consumidor que tras la promesa de que el algodón es mucho más ecológico que las alternativas sintéticas más comunes, se esconden problemas muy graves: contaminación del suelo y agua por uso de fertilizantes muy agresivos, huella hídrica enorme y producción sin controles ambientales en países remotos con mano de obra casi esclava. La aparición de prendas de algodón orgánico, en la que se asegura que se obtiene con procesos respetuosos con el medio ambiente, está bajo sospecha desde que en 2020 detectó que 20 millones de kilogramos habían sido certificados en la India como orgánico sin serlo, tras falsificar una etiqueta de código QR. También la importación desde países tan lejanos al nuestro conlleva una huella de carbono elevada que puede provocar que nuestra prenda supuestamente respetuosa con el medio ambiente no lo sea tanto.
Si bien tras una prenda de algodón orgánico (en realidad el algodón de toda la vida antes del uso desmesurado de sustancias químicas) puede esconderse un fraude, especialmente en productos de bajo coste, también hay artículos fiables y de gran calidad, cuando el confeccionista es una empresa seria y prestigiosa.
Prendas interesantes
Entre las más apreciadas por los usuarios del algodón, están:
- Pantalón vaquero de escalada. Muy utilizado por los escaladores de roca por su elasticidad y transpirabilidad, han sido adoptados por algunos senderistas y peregrinos del Camino de Seaniago por la comodidad que ofrecen para caminatas con buen tiempo. Es un producto agradable y polivalente para viajes a climas cálidos, en los que se combine turismo urbano y naturaleza.
- Ropa interior íntima, a ser posible que no incluya un porcentaje excesivo de elastán u otras hilaturas sintéticas. Resulta particularmente apreciado el algodón de Egipto de alta calidad.
- Camiseta exterior de manga larga. Para climas muy calurosos, en los que mademás estemos expuestos a radiaciones solares intensas.
- Sudadera. Aislamiento térmico suf iciente para momentos de descanso o vivac con temperaturas suaves y ausencia de lluvia. Prenda a alternar en actividades de varios días o viajes con un forro polar.
- Gorra de algodón. Su mayor ventaja respecto a las sintéticas es que absorbe mejor el sudor y el agua con la que podamos empaparla en una fuente para combatir el calor estival; al evaporarse esa humedad con el sol y las altas temperaturas, refresca el cuero cabelludo y el cráneo.
