¿Por qué se rompe nuestro equipo?

El material de montaña a examen

Tino Nuñez

¿Por qué se rompe nuestro equipo? El material de montaña a examen
¿Por qué se rompe nuestro equipo? El material de montaña a examen

Posiblemente más de una vez te haya sorprendido lo poco que te han durado tus nuevas zapatillas o cómo se ha roto tu chaqueta de pluma. Si te interesa descifrar las causas más comunes y también las más desconocidas, acompáñanos en las siguientes líneas.

Que el material y nuestro equipo no son eternos lo sabemos desde hace tiempo, pero que en estas últimas dos décadas no todo dura lo que resultaría deseable también. ¿Qué pasa en realidad?

PRINCIPALES CAUSAS

El deterioro parcial o completo de nuestro equipo de montaña suele producirse por algunas de las siguientes causas:

  1. Productos de baja calidad, a menudo asociado a precios sorprendentemente bajos. El aspecto inicial es bueno, pero en pocos meses da problemas. Bastante habitual en el textil, gafas de sol y en los bastones.
  2. Artículo excesivamente ligero y con materiales muy finos. Cada vez más habitual en las mochilas pequeñas y medianas, es decir de 15 a 35 litros, en las que sus tejidos han bajado de 400 o 500 denier a sólo 100/200 o incluso 50 denier ( a mayor número de denier o peso en gramos de 9.000 metros de la fibra del tejido superior resistencia a la tracción y grosor).
  3. Agresión externa, continuada (por ejemplo contacto de la suela del calzado con terreno muy abrasivo) o fortuita (perforación de una chaqueta con una zarza o rama puntiaguda).
  4. Elección de talla demasiado ajustada o incluso pequeña. Un caso que se repite con frecuencia es el de los pantalones de montaña, bien por error en la compra o por posterior aumento de peso corporal..
  5. Defectos de fábrica, a menudo ocultos, relativamente comunes si no existen los suficientes controles de calidad o muy esporádicos cuando suceden con artículos de marcas prestigiosas. La externalización a países con mano de obra de muy bajo coste y el cierre de los talleres más experimentados durante la pandemia, ha agravado este fenómeno.
  6. Errores en el diseño. A menudo el producto no ha sido suficientemente probado en uso real antes de su comercialización. El caso más grave registrado últimamente está vinculado a unos crampones, que pese a haber superado la norma europea obligatoria EN 893, se partían por fatiga en su parte delantera.
  7. Sobreuso o final de la vida útil del producto. Muy común en las mochilas, tanto por aplastamiento y revirado de sus hombreras, como por la rotura de su cubeta o parte inferior.
  8. Envejecimiento por el paso de los años, incluso sin apenas uso. Parte de las inducciones impermeables en poliuretano de las chaquetas, mochilas y bandas termoselladas de las tiendas de campaña se endurecen, cuartean, fragmentan o deslaminan en periodos comprendidos a menudo entre los 5 y los 10 años. Algunas zapatillas y botas con entresuela de poliuretano no resistente a la hidrólisis pueden despegarse o desmenuzarse tras años de no haberse utilizado.

Y SERÁ CULPA NUESTRA SI…

… acostumbramos a no cumplir las recomendaciones básicas del fabricante, ya sea en el lavado, secado, almacenamiento, transporte o utilización. Por ejemplo, lavamos una chaqueta impermeable en un programa cuya temperatura excede los 40ºC y la secamos encima de la calefacción, guardamos una tienda de campaña durante meses sin que esté totalmente seca, almacenamos comprimido el saco de dormir en el armario, presionamos un casco con las dos manos para que quepa dentro de la mochila o no intercalamos protección adicional bajo nuestra colchoneta autoinflable para evitar pinchazos.

Hay consumidores capaces de reclamar sin sonrojarse que han roto una chaqueta de plumas al atravesar unos matorrales o que su zapatilla ultraligera “sólo” le ha durado 4 años, que evidentemente son circunstancias no cubiertas por la garantía legal del producto. Frente a esos abusos de unos pocos clientes conviven una mayoría de consumidores que dan por hecho que pasado un año o año y medio
de uso sus reclamaciones no van a ser atendidas, cuando realmente en bastantes ocasiones el vendedor está dispuesto a encontrar una solución satisfactoria. Algunos de los puntos de venta on line con precios de choque gestionan sus reclamaciones con empresas externas, que desconocen las peculiaridades del producto y que no se caracterizan precisamente por la celeridad ni calidad de su servicio postventa.

NUEVA GARANTÍA

Desde el 1 de enero de 2022 la garantía en España los bienes de consumo ha pasado de 2 a 3 años y se amplía de 3 a 5 años el plazo para que reclamemos un defecto surgido durante su utilización. El Servicio de información y consumo de la Comunidad de Madrid, aclara en su web que: “ Cuando un artículo se estropea estando en garantía, el cliente podrá elegir entre la reparación y la sustitución, a no ser que una de las opciones resulte imposible de ejecutar.” También la nueva ley exige que sean gratuitos para el comprador todos los gastos necesarios para subsanar la deficiencia: gastos de envío, transporte, mano de obra y materiales. En teoría el fabricante deberá tramitarlo en un plazo razonable, sin mayores inconvenientes para el consumidor, algo que hasta ahora no se venía produciendo demasiado a menudo, pues encontrábamos que algunas firmas incluso prestigiosas tardaban de 1 a 2 meses en solucionar el problema.

La modificación de esta Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios amplía la obligación de los fabricantes de asegurar piezas de repuesto (por ejemplo las varillas de una tienda de campaña o las hebillas de una mochila) durante los anteriores 5 años de cese de comercialización a los actuales 10. Europa quiere con estas medidas legales proteger a sus ciudadanos ante productos poco duraderos y facilitar la transición ecológica hacia un consumo más sostenible.

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