La transpirabilidad extrema, la ligereza y el confort que nos ofrece el nuevo GORE-TEX® Active Shell son nuestros mejores aliados para una jornada de intenso trail running. ¿Nos acompañas?
-7:30. Sábado. Por fin podré salir a correr por la montaña. El reto es duro: ascenderé corriendo a un pico cercano al que he subido andando muchas veces: más de seis kilómetros de rompepiernas, con unas vistas espectaculares. Día despejado, hace frío, el sol no tardará en salir pero ahora el termómetro no pasa de los 10º. Camiseta técnica manga corta y, encima, mi nueva chaqueta de GORE-TEX® con tecnología Active Shell, el nuevo tejido de GORE diseñado para deportes aeróbicos, que garantiza impermeabilidad y máxima transpirabilidad.
-8:15. Empiezo a correr hacia el bosque. Gracias al uso del GORE-TEX® Active Shell el cuerpo se mantiene a una temperatura muy confortable y el tejido sorprende por su gran comodidad y ligereza: no pesa, ofrece gran libertad de movimientos y protege del ligero viento lateral.

8:45. La primera cuesta me pone a prueba. El corazón se dispara y las primeras gotas de sudor empiezan a caer por mi frente. Noto que el cuerpo empieza a transpirar pero estoy tranquilo porque sé que el GORE-TEX® Active Shell garantiza una transpirabilidad máxima.
9.45. Una hora subiendo y la cima está lejos. El día ha cambiado: empieza a lloviznar, la membrana GORE-TEX® me mantiene seco. El secreto del nuevo GORE-TEX® Active Shell reside en la combinación de una membrana GORE-TEX® más delgada y ligera con otros tejidos finos de altas prestaciones que garantizan una transpirabilidad extrema, eliminando rápidamente el sudor en forma de vapor de agua e impidiendo que la humedad de la lluvia, la nieve o el viento penetren en el tejido, lo que garantiza un óptimo control de la temperatura corporal y favorece un mejor rendimiento deportivo.
10.35. Hace casi dos horas que comencé; el calor aprieta y el sudor me empapa la cara. En el cuerpo, ni rastro. Completamente seco.

10.50. Llego a la cumbre, bajo la cremallera de la chaqueta y compruebo que la camiseta está completamente seca pese al sudor y la lluvia. Todo lo que prometía el Active-Shell se ha cumplido. Y todo en una prenda extremadamente ligera, cómoda y muy confortable.
10.52. Me preparo y empiezo a correr cuesta abajo, el viento es más fuerte ahora, si no fuera por mi GORE-TEX® Active Shell el resfriado estaría garantizado. Mi cuerpo sigue seco.
11.55. Llego a casa exhausto pero contento. Vaya donde vaya no dudaré en llevarme una chaqueta con GORE-TEX® Active Shell. Una vez más GORE ha dado en el clavo. Ahora, correr por la montaña, es mucho más fácil
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