Hay más productos que nunca para acondicionar nuestro textil de montaña y calzado, pero a menudo dudamos de su eficacia y desconocemos qué prestaciones reales nos dan.
Los productos impermeabilizantes y acondicionadores de vestimenta, tiendas de campaña, mochilas y calzado están viviendo una segunda edad de oro –la primera fue en la década de los noventa– gracias a la investigación de los fabricantes más punteros y a la contención de los precios.
IMPERMEABILIZANTES PARA…
1) Tejidos sintéticos tipo nailon o similar: son los más utilizados, fáciles de aplicar (a menudo en formato aerosol) y de precio muy variable según cantidad y calidad: desde 10 a 22 euros. Para una tienda de campaña es posible que necesites dos envases, tanto por la superficie del doble techo y del suelo como por la necesidad de aplicarlo una segunda vez (tras secado de la primera capa).
2) Tejidos con membrana tipo Gore-tex o similar. Aerosoles de 0,2 a 0,3 litros con los que podrás rehidrofugar el exterior de tus chaquetas y pantalones impermeables/transpirables. Desde 12 a 23 euros.
3) Prendas y sacos de pluma. Los mejores tienen una doble función: lavar e impermeabilizar y se aplican usando la lavadora. Mejoran el aislamiento térmico de la pluma en ambiente húmedo. De 10 a 14 euros.
4) Para calzado. Existen versiones específicas sólo para piel (normalmente ceras nutrientes y “flexibilizadoras”) y para materiales mixtos, es decir nailon/poliéster+piel (ya sean con o sin membrana). Desde 7 a 12 euros. Los de tamaño más pequeño caben en la palma de la mano, apenas superan los 100 gramos y se pueden llevar en la mochila.
5) Para forros polares estándar, es decir sin inserción cortaviento. Permiten que no pierdan el 90% de su capacidad aislante si se mojan y que la prenda absorba la mitad de agua. Los mejores además limpian la prenda, siempre que se aplique el producto en lavadora. Unos 12 euros para un bote de 0,3 litros.
6) Para productos muy específicos: prendas tipo Softshell, cuerdas de escalada, guantes y costuras de tiendas de campaña. De 12 a 18 euros. El método de aplicación del producto varía según el artículo a impermeabilizar: desde impregnación mediante aplicador de pincel o esponja hasta uso de lavadora.
JABONES ESPECIALES
Los dos grandes grupos serían los destinados al lavado de la pluma (hidrofugándola o no según el tipo de productos) y los concebidos para limpiar con nuestras costosas chaquetas impermeables/transpirables.Su función es remover la suciedad procedente del exterior y retirar la producida por el cuerpo humano, como la grasa de la piel o las sales minerales del sudor. Cuestan de 10 a 15 euros y varios de ellos incluyen además suavizantes. En algunos casos de productos destinados al lavado de primeras capas, llevan una función añadida de tratamiento antibacteriano para reducir los malos olores cuando utilicemos la prenda ya lavada.
La venta de jabones especiales va disminuyendo principalmente por dos causas: la mayoría de los usuarios se contentan con usar jabones no específicos para prendas delicadas (tipo Woolite o Norit) y una parte de los consumidores más técnicos prefieren la comodidad de los impermeabilizantes-limpiadores, es decir los que se aplican en lavadora.
EL FUTURO
Las mejores marcas están comercializando kits completos para calzado y tratamiento de la pluma. Por precios muy competitivos –hablamos de 20 a 30 euros– el consumidor obtiene un pack con todos los productos que necesita, por ejemplo en el caso del calzado: 3 botes con eliminador de la suciedad, hidrofugante polivalente, acondicionador de la piel y cepillo de retirada de barro seco.
Algunas de las firmas más implicadas en la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente llevan una decena de años sin usar compuestos perfluorados (fluorocarbonos o PFC) porque permanecen demasiado tiempo sin descomponerse en aire, agua y superficies, además de ser perjudiciales para la salud. Dichos compuestos, aún muy presentes en buena parte de los tratamientos impermeabilizantes en productos recién salidos de fábrica, fueron objeto de una campaña mundial promovida por grandes asociaciones ecologistas hace 4 años para concienciar a empresas y consumidores sobre sus riesgos. Las firmas muy concienciadas, que en realidad no son mayoría pese a que proliferan las campañas publicitarias “verdes” poco rigurosas, advierten de que perpetuar productos nocivos para el agua, la atmósfera y la salud conlleva un riesgo inaceptable e innecesario para los consumidores.
Si la utilización responsable de impermeabilizantes y jabones de calidad, nunca milagrosos pero sí recomendables, permite alargar la vida de un producto, lo renovaremos menos a menudo y reduciremos nuestra huella de carbono e hídrica en el planeta.