25 trucos de material contra el calor

En estas fechas se disparan los problemas que podemos tener por las altas temperaturas

Tino Nuñez

25 trucos de material contra el calor
25 trucos de material contra el calor

La irrupción del verano en nuestro país y la elección de destinos exóticos para las vacaciones dispara los problemas que podemos tener por las altas temperaturas. Te ayudamos a enfrentarte a ellas de forma práctica y seleccionando materiales que te hagan más llevaderos esos días abrasadores.

Recuerdo llegar al Valle de la Muerte (Nevada), el sitio más cálido del planeta, y abrir un grifo por la noche y no poder beber agua de lo caliente que salía... ni dormir por llevar un saco inadecuado en un desierto con un suelo abrasador. Cuando crees que estas cosas son exageraciones de folletos turísticos y no planificas adecuadamente cómo te refrescas, cómo te vistes o qué material debes usar... ¡metes la pata hasta el fondo! Una buena y fácil manera de evitarlo es conocer de primera mano algunos aspectos el material para usar cuando el calor aprieta...

El calor y sus efectos
Desenvolverse en temperaturas cercanas o superiores a 30 grados con el mismo material que utilizas en temperaturas más frescas, a menudo entre 5 y 20ºC, tiene sus inconvenientes:

Exceso de calor si empleas chaquetas impermeables semigruesas o gruesas (de peso 500 a 800 gramos). Pueden hacerte sudar tanto que te veas obligado a abrirlas del todo o incluso quitártelas y caminar sin ellas bajo la lluvia.

Pantalones tipo 3 estaciones demasiado calurosos por encima de 25ºC, lo que puede proporcionar en salidas largas rozaduras dolorosas en rodillas y cara interna de los muslos/ ingles.

Calzado que condense demasiado por ver saturada su capacidad de transpirabilidad, lo que significa llevar los pies mojados por tu propio sudor o porque tarda demasiado en secar una vez pasada una tormenta estival. Idéntica situación con calcetines inadecuados.

Saco de dormir poco confortable para dormir por encima de 20ºC. El tejido interior se vuelve pegajoso y al abrir completamente la cremallera y sacar parte del cuerpo es posible que suframos la visita indeseada de los “bichejos” estivales: mosquitos, arañas, garrapatas, culebras...

Las tienda de campaña ligeras condensan demasiado en verano cuando son de una sola capa.

Vestirse adecuadamente
Una selección cuidadosa de prendas ligeras y finas es la primera forma de adaptarse razonablemente bien al calor. Y eso significa:

Que necesitas una gorra, preferentemente de algodón, que puedas empapar en fuentes y arroyos... ¡para refrescar tu cabeza entre los 30ºC y los 40ºC! La gorras de poliamida o poliéster secan muy rápido y no absorben la suficiente agua. La capacidad de enfriar de una gorra de algodón mojada convencional puede cifrarse entre los 5 y los 20º. Un Buff también puede hacer esa función.

La chaqueta impermeable ideal debe ser ultraligera y lo más fina posible, hablamos de unos 200-250 gramos y con una transpirabilidad elevada (las versiones baratas de indución de poliuretano de hipermercado deportivo dan mal resultado).

Una buena primera capa, lo más fina posible, tipo camiseta de manga larga y en poliéster fresco (tipo CoolMax Alta), alternada con una camiseta de algodón orgánico para los momentos de descanso o menos aeróbicos, son claves para no recocerse con prendas térmicas más aptas para temperaturas por debajo de 20ºC.

El calzado con membrana siempre transpira menos y tarda tres veces más en secar. Evita zapatilla y bota de piel, y prefiere las de rejilla sintética o incluso con el corte de loneta de algodón si vas a alguna zona desértica. Las sandalias tipo outdoor y las anfibias son muy frescas, pero inadecuadas en caminos pedregosos o si llevamos un mochilón.

Un pantalón fino de poliamida suave al tacto (de unos 300 gramos), incluso con la piernas desmontables para transformarse en pantalón corto y un vaquero elástico de escalada (pero de espesor moderado) te van a resultar mucho más ventilados en cualquier cuesta que los bonitos
bielásticos o los recios de Cordura.

Dormir bien
Algunas recomendaciones prácticas pueden ser:

Utiliza un saco de dormir muy ligero (de 700 a 1.000 gramos) cuyo límite de confort superior se acerque a 20ºC, salvo si pernoctas en alta montaña. Los interiores de agradable algodón fino perchado resultan difíciles de encontrar, pero aún existen.

No te vendrá mal si vas sin saco a un refugio con mantas, incluir un saco-sábana de algodón o seda.

Mejor una tienda de campaña de construcción doble, con su doble techo y a ser posible con doble ventilación/dos puerta enfrentadas. Te interesa que sea autoportante, así podras montar sólo el interior cuando hace buen tiempo como medida de protección frente a los insectos. Las muy impermeables, con columna de agua de 5.000 milímetros o muy pequeñas siempre condensan más que las de menos columna de agua (de 3.000 a 1.000 milímetros).

Otros materiales importantes
No podemos pasar por alto que:

Si llevas pastillas potabilizadoras de buena calidad, es decir eficaces contra bacterias virus protozoos podrás beber más a menudo y cargar con menos peso. Estar bien hidratado es clave para vencer el calor, pero recuerda no ingerir nunca más de medio litro seguido ni agua demasiado fría.

Un termo de acero inoxidable también te sirve para conservar alimentos líquidos fríos, tipo gazpacho o una sopa Vichyssoise , que de alguna forma son un pequeño regalo o una bendición psicológica en una jornada de calor agobiante. Si el termo es bueno, te conservará el frío unas 12 horas.

Atención al uso de la manta térmica, pues aunque en las instrucciones de algunas se indica que debe envolverse a una víctima con golpe de calor con el lado plateado hacia el cuerpo, en realidad sólo deben usarse como toldo parasol por encima del cuerpo del afectado.

Las gafas de sol que no tienen buena ventilación constituyen un problema cuando te acercas a 30ºC, condensan demasiado y si te las quitas en una actividad de varios días puedes sufrir daños oculares o ceguera temporal (sobre todo si atraviesas muchos neveros o duermes por encima de 2.000 m o estás cruzando un desierto).

Y de sentido común:
Las temperaturas indicadas en las previsiones meteorológicas se refieren a zonas en sombra, al sol puedes contar con 5 a 20 grados más según la altitud a la que te encuentres. Elige laderas norteadas en vez de sureadas,  con tramos de bosque o estés por la tarde u oestes por la mañana.

Cada 100 metros más altos, la temperatura desciende 0,6 grados, toda una ventaja para planificar actividades más agradables en julio o agosto. Si en una ciudad como Madrid estás a 35ºC, en su vecina sierra a 2.000 metros disfrutarás de unos agradables 20ºC/ 22ºC. Un buen plano 1.50.000 o 1:25.000 te servirá para planificar a qué altitud te interesa desarrollar una excursión o escalada.

Descansar a la sombra entre las 13:30 y las 16:30  aproximadamente es más importante que llevar el mejor material. Recuerda que si sufres un golpe de calor subiendo una cuesta a 30 o 35ºC, estás en peligro de muerte si reanudas inmediatamente la marcha.

El material sintético tipo colchonetas o acolchado de mochilas puede deformarse permanentemente si se deja en el salpicadero o en contacto con el parabrisas de un coche aparcado al sol. También lo alimentos contenidos en una mochila expuesta durante horas al sol o en una tienda pueden alcanzar los 50/ 60ºC (lo hemos comprobado con un termómetro) y estropearse.

Ten claro que necesitas ropa y calzado diferente a la que empleas en invierno-primavera-otoño, no racanees. No obstante puedes racionalizar tu compra adquiriendo productos de oferta e informándote en establecimientos que sepan de verdad lo que venden, existen pero por desgracia no son todos.

Si usas bolsa de hidratación para beber en marcha, elige plásticos multilaminados de polietilno que no cedansabor desagradable al agua. De lo contrario, acabarás bebiendo menos, porque lógicamente el agua recalentada y con sabor “plastiquero” no apetece mucho...