Todos confiamos especialmente en nuestra marca favorita o en la que está de oferta puntualmente para satisfacer nuestros objetivos de compra. ¿Qué media docena de datos de un producto debemos vigilar especialmente?
1. El peso
No descubrimos nada nuevo si lo consideramos como uno de los datos más importantes para elegir un producto para la montaña, pero curiosamente muchas veces no es fácil conocerlo. En las fichas técnicas de una cantidad importante de productos de webs de fabricantes no aparece especificado y el problema se agrava en las tiendas on line que a menudo se contentan con una descripción somera del producto. También resulta habitual con la globalización que aparezca en medidas anglosajonas que debemos convertir (como libras u onzas). Quizá te sorprenda saber que en no pocas ocasiones el peso total de una tienda de campaña, saco de dormir o botas es superior al que imaginas o aparece en las fichas técnicas. También hay productos, como las mochilas de capacidades medias y altas, de 45 a 75 litros, en los que pocos compradores se detienen a averiguar su peso, porque valoran más su capacidad o volumen de llenado.
2. Impermeabilidad
El test Schmerber o impermeabilidad medida en milímetros mediante una prueba de laboratorio reflejado en la normativa internacional ISO 811 nos informa de cuánta agua puede soportar antes de calar. Los tejidos de chaquetas y pantalones que alcanzan los 20.000 milímetros de esa prueba conocida popularmente como columna de agua están entre los mejores y de 3.000 a 5.000 milímetros constituye un valor pobre, que sin embargo resultaría bastante bueno para una tienda de campaña (básicamente porque el tejido está tenso e inclinado y la lluvia desliza con mucha más facilidad que en una chaqueta).
Hay algo de picaresca sobre este dato en el mundo de la vestimenta y a menudo tejidos desconocidos o de primer precio con inducción de poliuretano, en realidad resultan bastante menos impermeables de lo declarado.
3. Transpirabilidad
Puede venir expresado como valor MVTR (permeabilidad al vapor de agua) o RET (resistencia a la transferencia del vapor de agua). En el primer caso va asociado a cuántos gramos por metro cuadrado cada 24 horas puede dejar pasar a través del tejido de una prenda, considerándose 5.000 poco transpirable, 10.000 suficientemente transpirable y 20.000 muy transpirable ‘aunque con esta última cifra tampoco podemos pretender que no condense nunca). Respecto al RET cuanto más alta es la cifra menos transpira, entre 20 y 10 suele ser un desastre, y menos de 5 es muy transpirable.
4. Año de fabricación
Este dato tiene gran importancia en productos de seguridad hechos a partir de plásticos, que envejecen incluso cuando no se usan, cómo es el caso de cascos o cuerdas de escalada y más relevancia de la que creemos en algunos componentes del textil, como por ejemplo las bandas termoselladas de las costuras del doble techo en una tienda de campaña o de una prenda impermeable. Adquirir productos no metálicos, tipo textil o calzado y que llevan fabricados más de 5 años conduce a menudo a un despegado prematuro y rotura temprana por flexión durante su uso. Sin embargo a menudo es un dato difícil de averiguar y que hemos visto que afecta a productos incluso tan aparentemente imperecederos como una mochila sin estrenar (el resinado que impermeabiliza el interior de la mochila puede cuartearse o desprenderse con rapidez en menos de un año).
5. Resistencia a la rotura
Está sobre todo relacionada con los productos destinados a la seguridad en escalada y alpinismo. El caso más común es el de los mosquetones en los que se graba en el eje principal su resistencia garantizada a la rotura en kilonewtons (1 kN equivale aproximadamente a 100 kilogramos-fuerza). Así, por ejemplo un arnés no puede homologarse/certificarse si resiste menos de 15 kN. Si bien los fabricantes más serios de textil y calzado realizan diversas pruebas de tracción, resistencia a la abrasión, flexión, torsión y número de lavados que puede soportar un producto para verificar la calidad real de sus artículos esa información es de carácter interno. Por desgracia comparativas con test independientes y estandarizados sólo son publicados muy ocasionalmente por asociaciones de consumidores (la OCU es la más conocida en España), porque son costosas y tienen que estar vinculadas a medios en los que no se anuncien los fabricantes que producen los artículos comparados. Y reconozcámoslo: tampoco es que como consumidores nos preocupemos demasiado en buscar ese tipo de información para decidirnos por un producto u otro, en pleno 2024 el precio más bajo posible es un objetivo mucho más deseado que la resistencia a la rotura o la longevidad.