Las 6 cosas que debes pedirle a un frontal

Tecnología, ligereza y sentido común: seis factores que deberías exigirle a tu linterna frontal

Tino Nuñez

Las 6 cosas que debes pedirle a un frontal
Las 6 cosas que debes pedirle a un frontal

Con el reciente cambio de hora se nos hace de noche una hora antes y resulta casi habitual regresar al coche con la linterna frontal en la cabeza. 2025 está siendo un año excepcional y muy interesante en novedades, pero no resulta sencillo averiguar cuáles deben ser nuestras prioridades a la hora de elegir nuestro frontal.

Suficientes lúmenes

Gracias a las mejoras técnicas de estos últimos años y la enorme competencia entre los mejores fabricantes (básicamente europeos y norteamericanos) ha crecido el número de linternas que iluminan mucho más. Modelos antiguos de 100 o 200 lúmenes ahora duplican e incluso triplican esos valores sin apenas aumento de precio. Para senderismo tranquilo en terrenos asequibles nos bastará con 300 lúmenes. Los escaladores de roca necesitarán alcanzar los 500 lúmenes y alpinistas en terreno muy agreste o corredores de montaña ambiciosos pueden necesitar hasta 1.000 lúmenes. Existen linternas de mano con hasta 10.000 lúmenes que pueden convenir a equipos de rescate, guías y organizadores de eventos.

Autonomía 

Hay un problema del que casi nadie habla: demasiadas veces figura la duración de la batería o las pilas en posición de mínimo flujo luminoso (unos ridículos 5 o 10 lúmenes) como la autonomía útil. Cuando usemos el modo brillante esas 60 o 80 horas se convertirán en apenas 2-3 horas a 500 lúmenes. Es la autonomía en la posición intermedia (que debería corresponder a un mínimo de 200-300 lúmenes) la que resultará más útil y debería poder cubrir las 8 a 12 horas de una noche. Si nos extraviamos o tenemos un accidente, una autonomía generosa puede resultar más importante que el número de lúmenes o la ligereza. De manera general cuantos más miliamperios (mAh) mayor autonomía tienen las baterías y pilas recargables. Suelen durar más las pilas no recargables que las recargables y éstas a su vez proporcionar una autonomía entre un 30% y un 50% superior a las baterías de ión litio.

Ligereza

Las frontales más polivalentes suelen ser de tipo compacto, con la batería en el foco, rozar los 90-100 gramos y abultar poco más que una nuez. Las minifrontales de nueva generación apenas superan los 40 gramos, alcanzan hasta los 380 lúmenes e incluyen una batería fija que puede recargarse hasta 300 veces, son perfectas como segunda frontal de emergencia (mejor que llevar una sola linterna con batería o pilas de repuesto).

iStock 1297179955
 

Resistencia

No encontrarás un artículo que te advierta de esto, pero sí: hay linternas frontales con una iluminación homogénea y de gran calidad, de excelente precio para los lúmenes que ofrecen pero con carcasas o portapilas que a veces no llegan ni al año de uso sin romperse. De hecho, incluso entre las mejores marcas parece que quienes son capaces de conseguir las prestaciones más elevadas en iluminación o autonomía no alcanzan la misma excelencia en la duración de los plásticos y viceversa. Entre las partes que más se rompen o fallan se encuentran las pestañas de apertura de los portapilas y los botones de encendido/apagado.

Sencillez

Lo ideal es que no tengas que pensar demasiado cómo se activan sus diferentes funciones, como por ejemplo pasar del modo brillante al intermitente de emergencia. Algunas son complejas de entender, poco intuitivas y pueden ponerte nervioso/a en situaciones delicadas.

Precio

Desde 25 euros es posible encontrar una linterna sencilla pero de calidad, las de prestaciones intermedias (marcas reconocidas y de 400-500 lúmenes) oscilan entre los 50 y los 70 euros y las más potentes de nueva generación multidiodos pero aún así ligeras (en torno a los 150 gramos para 1.200 lúmenes) pueden adquirirse por unos120 euros.