Próxima aventura: el Alto Atlas

Juanjo Alonso

Próxima aventura: el Alto Atlas
Próxima aventura: el Alto Atlas

El reto Mountain Sky Cycling del Kapi Pedales continúa. Después de su exitosa misión al Pico Veleta y su aventura en los volcanes de Atacama, sus ojos ya están puestos en el macizo del Mgoun, en el Alto Atlas marroquí.

La primera vez que visité el Atlas marroquí fue a mediados de los años ochenta, acababa de conocer el ciclismo de montaña y el cicloturismo. La única misión en la vida que tenía en aquel momento era descubrir el mundo pedaleando en una bicicleta de ruedas gordas con todas mis posesiones personales metidas en una bolsa de plástico en el porta bultos de la bici. Y el Atlas fue un viaje iniciático. En aquellas montañas terrosas y enormes experimenté sensaciones que se convirtieron en los canales de inspiración que todavía siguen moviendo una parte de los hilos de mi estilo de vida actual. Han pasado tres décadas y sigo necesitando emocionarme con la incertidumbre del viajero nómada que descubre cada paisaje en cada pedalada, viviendo por el día la incertidumbre del lugar para pasar la noche, conviviendo con las personas que el destino pone en cada rincón del camino, sin elección, sin rumbo fijo, simplemente viajar por el placer de viajar y curiosear los paisajes del camino.

El cicloturismo es mucho más que un deporte, en realidad no me atrae simplemente por las cualidades deportivas de la actividad, aunque ciertamente sirven para mantener el cuerpo en forma, que es un factor muy importante. El cicloturismo es la liberación absoluta, como el montañismo, cuando elijo un destino en las cumbres de alguna cordillera y llegar hasta ese punto se convierte en la misión más fascinante y atractiva que pueda sentir porque voy a crear mi propia experiencia hasta llegar a él. Y fundiendo ciclismo y montañismo sale una de mis grandes pasiones, el ciclomontañismo, en rutas de un día, un fin de semana o tres meses.

He visitado el Atlas varias veces, a pie, en bici y escalando alguna de sus paredes rocosas. He participado en varias ediciones de la Titan Desert y también en un Maratón de Sables, y siempre que hago cualquier actividad en estas cordilleras del sur de Marruecos siento una emoción especial porque significan mis pinitos en el ciclomontañismo de alforjas. Dentro de unas semanas vuelvo de nuevo al Alto Atlas para llegar con la Stevens Sonora hasta la cumbre más alta del macizo del Mgoun, el Amsod o Ighil M’Goun, de 4.071 metros de altitud. Es la segunda cordillera más elevada del norte africano después del Toubkal y la aventura ciclomontañera es una delicia porque tiene un índice de ciclabilidad bastante alto.

Mgoun

El Mgoun es la siguiente cumbre en mi proyecto de recorrer las grandes cimas del planeta en bici de montaña. En la lista estaba este verano el Damavand, en Irán, pero los últimos atentados terroristas en Teherán me hicieron cambiar el destino y visitaré este volcán asiático en otro momento. En la selección de las montañas que estoy metiendo en este proyecto no tengo en cuenta simplemente la altitud o la popularidad de la cima, es mucho más importante el viaje ciclomontañero que voy a experimentar desde que comience la aproximación hasta que alcance el vértice geográfico, los paisajes, pueblos y ambientes naturales del camino, las gentes y sus culturas, las situaciones imprevisibles que debo solucionar sobre la marcha o la aclimatación. La cima es la excusa, el punto en el mapa para marcar el rumbo, pero el valor del viaje es la suma de todas las pedaladas. Nos vemos en el Atlas.