Tentativa british en Alaska

Los guías británicos Jon Bracey y Matt Helliker acuden al Mt. Hunter con la intención de establecer una nueva ruta en el solemne North Buttress, conocido como The Moonflower Buttress. Una montaña severa, una región remota y una nueva ruta: alpinismo de

Jorge Jimenez

Los guías británicos Jon Bracey y Matt Helliker acuden al Mt. Hunter con la intención de establecer una nueva ruta en el solemne North Buttress, conocido como The Moonflower Buttress. Una montaña severa, una región remota y una nueva ruta: alpinismo de peso.

Mientras los viejos vientos de Alaska retozan rompiendo contra las laderas del Mount Hunter, confinando a Jon Bracey y Matt Helliker en aquella suerte de prisión vertical, donde fagocitan sus fuerzas a golpe de piolet, probablemente los pensamientos que se les escapen a latitudes más benignas tengan mucho que ver con Jules Cartwright, lúcido alpinista británico y uno de los más portentosos de su generación, desaparecido antes de tiempo cuando una caída en el Piz Badile, mientras guiaba a un cliente, arrebata al alpinismo de su talento y su afán pionero. Jules alimentaba una ambición a tallar sobre hielo y roca: firmar dos nuevas rutas en el Moonflower Buttress del Mt.Hunter, 1.200 metros de granito plagado de aprietos sobre hielo, roca y terreno mixto, considerado como un objetivo imprescindible del alpinismo clásico mundial, aunque sean pocos los capaces de hacerse con esta pieza salvaje. Jules Cartwright lo conseguía allá por 2001, cuando se encordaba con Ian Parnell para completar la primera ascensión de The Knowledge (Alaska grado 6, ED4, 5.7, A2 , AI6, 1.800 metros), una línea que todavía hoy no conoce repetidores.

Este mayo, Bracey y Helliker trabajan en la montaña, azotados por los volubles deseos de la meteo, con la intención de concluir el proyecto de Cartwright abriendo la segunda de las rutas que revoloteaban durante las ensoñaciones del joven y malogrado Jules. En estilo alpino, con tenacidad británica, a pesar de las pésimas condiciones, van avanzando metros, aunque a estos “Moonies” (así se conoce a los escaladores que intentan la vertiente) les restan días de esfuerzos en la pared.

Sus posibilidades, a pesar de la montaña, de la incertidumbre del terreno desconocido, son amplias. Jon Bracey conoce bien esta mole nebulosa. Rubricó la segunda ascensión de la Ruta Francesa, casi dos mil metros lanzados al cielo, establecidos por Grison y Tedeschi en 1984. El calendario marcaba 2007 y su cuerda se unía a Andy Houseman. Antes, en 2003 y acompañado por Rich Cross, lucía su versión fulminante para un ascenso y descenso express en 24 horas de la arista oeste, por donde habían pasado por vez primera Beckey, Harrer y Meybohm en 1954.

Como equipo, Matt y Jon ya han probado su complicidad en aquel territorio hostil durante dos expediciones en las que regresaban a casa con tres ruta inéditas: There´s a Moose Loose aboot this Hoose, en el Mooses Tooth, Meltdown en el Mt. Grosvenor y For Whom the Bells Tolls en el Mt. Church.

Podéis seguir sus avances en www.moonflower-expedition.blogspot.com.