Movimiento invernal en el Karakorum

Además del imprevisible K2, dos ochomiles restan en territorio Pakistaní por ser ascendidos en invierno: el Broad Peak, que será asediado por el furor polaco, y Nanga Parbat, al que acudirán cuatro expediciones con ambición pio

Jorge Jimenez

Además del imprevisible K2, dos ochomiles restan en territorio Pakistaní por ser ascendidos en invierno: el Broad Peak, que será asediado por el furor polaco, y Nanga Parbat, al que acudirán cuatro expediciones con ambición pionera.

8.047 metros y una férrea disposición a mantener su cima virgen en invierno, habiendo repelido los asaltos del hombre con más invernales a ochomiles de la historia (Simone Moro, claro), otorgan al Broad Peak un alo de tesoro alpino que no iba a pasar desapercibido para los adalides del tesón. El alpinismo polaco ha puesto sus ojillos en esta primera invernal y comandados por el veterano Krzysztof Wielicki, que cuenta en su morral con la primera en invierno a un ochomil (Everest) y la conquista en esa misma estación del Lhotse en solitario, un equipo ligero compuesto por Maciej Berbeka (dos ochomiles invernales en su haber), Adam Bielecki (primera del GI en inivierno), Tomasz Kowalski y Artur Malek ultima los preparativos antes de la aproximación definitiva hacia los bastiones que coronan las cimas gemelas del Broad. A finales de enero, la montaña vivirá un envite que por experiencia y carácter podría ser el definitivo, aunque la meteo dirá, por supuesto, la última palabra.

El Nanga Parbat, por su parte, es harina de otro costal. A la meteorología voluble y los rigores de sus descomunales paredes, se une una historia dramática que la perfilan como una de las montañas más peligrosas del planeta. Eso, obviamente, no iba a amedrentar a los alpinistas, más bien al contrario. David Klein y Zoltan Acs, de Hungría, se han unido al americano Ian Overton, y en los próximos días empezarán las labores sobre las laderas de la “Montaña Desnuda”, donde se encontrarán con los italianos Daniele Nardi y Federico Fantini y la francesa Elisabeth Revol. La ruta Kinshofer será el territorio de aventura sobre el que volcarán sus pasiones y temores, y donde compartirán intenciones con otras dos pequeñas expediciones formadas en Polonia y Francia.

¡Suerte a todos y, por encima de lo demás, aseguren el regreso a casa!