CONSEGUIDA LA GORE-TEX TRANSROCKIES RUN

Domingo 13 h USA: tras superar seis etapas, casi 200 kilómetros y 6.500 metros de desnivel positivo, el equipo Oxígeno Gore-Tex Spain, entró en la meta de Beaver Creek, logrando así completar la GORE-TEX TRANSROCKIES RUN. ¡Las Rocosas "conquis

Elena Moro

Domingo 13 h USA: tras superar seis etapas, casi 200 kilómetros y 6.500 metros de desnivel positivo, el equipo Oxígeno Gore-Tex Spain, entró en la meta de Beaver Creek, logrando así completar la GORE-TEX TRANSROCKIES RUN. ¡Las Rocosas "conquistadas"!

No es para nada habitual enfrentarse en la última jornada de una carrera por etapas ante el reto más duro de toda la prueba... Nosotros que pensábamos que lo del último día iba a ser algo parecido al paseo por los Campos Elíseos de Paris: fotos, risas, todos juntos, brindis con cava... Pues nada de eso, con estos yankies no te puedes relajar ni el último día.

Sobre el papel, la última etapa iba a ser la de más desnivel pero con tan sólo 32 kilómetros, que tampoco era como para ir en plan paseo pero que dejaba tiempo para la calma. El caso es que al final nos encontramos en la meta de Beaver Creek con casi 39 kilómetros y unos 2000 metros de desnivel acumulado. Si a eso le añadimos el día más caluroso de toda la Transrockies, la resultante conduce a casi 5 horas de esfuerzo y de cansancio acumulado.

 

Las fuerzas ya llegaban justas y eso también se notaba, nosotros hemos pasado algún momento de crisis durante la etapa y aún así hemos mantenido el sexto puesto de la general logrando de nuevo ser quintos en la meta. El tramo más duro ha sido hasta el primer avituallamiento, ya que en el libro de ruta nos lo situaron en la milla 7 y al final nos lo encontramos en la 10, 3 millas más de regalo en una pendiente infinita. Hoy ha sido la etapa también más montañera de todas, más a lo que estamos acostumbrados en España y en Europa, senderos estrechos, bajadas largas de piedras y raíces, subir andando y a correr cuando se podía. Hemos tenido que circunvalar un pueblo, casi 3 kilómetros por asfalto cuando ya llevas 30 kilómetros es una broma que no resulta nada simpática. Chino chano y poco a poco, casi metro a metro conseguimos salir de aquel lugar y afrontar las últimas rampas antes de ver la meta en el fondo del valle y dejarnos caer, literalmente hasta llegar a cruzar la última línea de llegada. Momento increíble de felicidad y de exaltación de la amistad, sin duda lo mejor de cualquier carrera por etapas es el Día Internacional del Abrazo, el último.

Tanto Vail como Beaver Creek son dos lugares típicos de estación de esquí de montaña, absolutamente prefabricados y sin ninguna personalidad, un poco Show de Truman, da igual que sean las Rocosas, los Alpes o Bariloche, lo que les diferencia es la cantidad de $ o € invertidos. Me quedo con Leadville, Buena Vista, Red Cliff... La América profunda, genuína, agradable, sincera y popular en la que todo el mundo sonríe y te saluda por las calles.  ¡Gracias América!