Doblegada otra cumbre virgen en Groenlandia

Un equipo compuesto por seis británicos y dos rusos hollan un tresmil virgen de las Watkins Mountains, en el este de Groenlandia, finiquitando uno de los últimos retos exploratorios de la zon

Jorge Jimenez

Un equipo compuesto por seis británicos y dos rusos hollan un tresmil virgen de las Watkins Mountains, en el este de Groenlandia, finiquitando uno de los últimos retos exploratorios de la zona.

Ian Barrer y Mark-Basey Fisher, encabezando una expedición integrada por Warren Allen, Julian Cooper, Mark Morrison, Sebastin Sloane y los rusos Maxim Bouev y Adrey Pogudin, se dieron un festival de hielo mordiente y roca fría conquistando la última gran cima del área del Woolley Glaciar que permanecía virgen y sin nombre.

Antes de eso, el equipo se aclimataba ascendiendo el Gunnbjornfjed, Gunnbjorn para abreviar y Hvitserk para los locales, cuyos 3.694 metros suponen el techo de Groenlandia. Lo lograban por la arista suroeste, poniendo por primera vez a un ruso en la cumbre.

Tras ello sus planes pasaban por sendos intentos al Dome y el Cone, dos cimas por encima de los 3.600 metros, que finalmente se quedaron sin la visita de la expedición, atraída por la llamada de otro tresmil, inescalado, que se levanta al sureste del campo base del Gunnbjornsfjeld. La cima ya había sido identificada y fotografiada en 2009 e intentada en 2010 por una expedición a cargo de Paul Rose, tentativa que fracasó debido al estado de la nieve.

Una vez instalado el campo base avanzado sobre el glaciar, el equipo se enfrentó a un traicionero corredor, orlado de simas y vigilado por seracs poco dados a los recibimientos cariñosos. Claro que aquello no iba a ser la peor parte, pues una vez superado el cuello de botella, embocando la base de la arista sur suroeste, una aguja de 18 metros les impedía el acceso a la cresta somital, haciéndoles batirse el cobre durante dos horas de escalada sobre nieve y terreno mixto con inclinaciones de hasta 60º. Una vez superado el obstáculo, continuaron por una arista más amable hasta la cumbre, a aproximadamente 3.150 metros.

Ya al relativo calor del campo base, el equipo se enzarzó en una discusión sobre que nombre poner a la cumbre, decidiéndose por Mount Augustine Courtauld, en honor al primer ascensionista del Gunnbjorn, en 1935, merecedor de la Polar Medal por su labor científica en el área, aunque todavía no se ha oficializado dicho bautizo.