Cho Oyu en clave rider

Raúl Muñoz y Jordi Monterde partirán este otoño hacia el Cho Oyu, la sexta montaña en altura del mundo, para tratar de firmar el primer descenso nacional con esquís de un oc

Jorge Jimenez

Raúl Muñoz y Jordi Monterde partirán este otoño hacia el Cho Oyu, la sexta montaña en altura del mundo, para tratar de firmar el primer descenso nacional con esquís de un ochomil.

Fue el primero de mayo de 1988 cuando Flavio Spazzadeschi y Lino Zani inauguraban el capítulo de descensos con esquís en el Cho Oyu, montaña de 8.201 metros, técnicamente asequible pero versada en todos los imponderables que pueden poner una expedición en jaque en un ochomil. Desde aquel año, con la visita del trío italiano (Giuliano de Marchi descendió a pie) la montaña ha ido añadiendo con cuentagotas renglones a esta historia de descensos extremos confirmándose como uno de los proyectos de alta dificultad más perseguidos. Y aunque se trate de una meta codiciada, un descenso integral desde la cumbre del Cho Oyu no está al alcance de casi nadie. Ha pasado un cuarto de siglo desde la hombrada de Spazzadeschi y Zani y menos de una veintena de alpinistas han logrado imitar su actividad desde la cumbre de un ochomil. Ningún español, por cierto, ha sido capaz de emular a los transalpinos, aunque Jordi Tosas lo lograra con la tabla en 2002, no sin sufrir unas severas congelaciones. Apuntarse el primer descenso nacional con esquís de un ochomil será pues el objetivo de Raúl Muñoz y Jordi Monterde, quienes partirán hacia Katmandú para iniciar la aclimatación necesaria a finales de septiembre de este año.

Muñoz y Monterde son los dos alpinistas que formarán esta expedición ambiciosa y ligera. El primero de ellos es guía de montaña en Jaca y será quien asuma el reto de bajar de la cumbre del Cho Oyu sobre sus esquís. Mientras que Jordi Monterde, para quien es su segundo intento de ascender a esta montaña, estará encargado del apoyo necesario en el montaje y desmontaje de tiendas en los campos intermedios y porteo de material, además de la fotografía y filmación de vídeos de la expedición, supliendo en parte el apoyo que habitualmente realizan los sherpas de altura. ¡Valor y suerte!