Will Steger, 1.600 km por el Ártico con 73 años

Más de dos meses de expedición por los hielos severos de Canadá.

Redacción Oxígeno

Will Steger, 1.600 km por el Ártico con 73 años
Will Steger, 1.600 km por el Ártico con 73 años

Will Steger lleva más de 50 años viajando por las regiones polares del planeta. Lo ha hecho de todos los modos posibles, a pie, con trineo, con kayak... pero ahora se enfrenta a uno de los desafíos más exigentes de su historia exploratoria que, con 73, aún promete grandes capítulos. El de Minnesota volverá a calzarse las botas para afrontar 1.000 millas a través de las tierras de Barren, una región de tundra que se extiende en Nunavut, es decir: dominio inuit en los Territorios del Noroeste de Canadá.

El americano, un titán de la resistencia, lo hará además en solitario y como parte de su combativo discurso contra el cambio climático. Claro que Steger nunca ha sido de los que se arrugan ante un desafío. En 1988 se apuntaba la travesía más larga de la historia (hasta la fecha) en trineo de perros, cruzando Groenlandia de sur a norte. 2.500 kilómetros de horizontes difusos que servían de preparación para los 5.500 km a los que se enfrentaba al año siguiente en la International Trans-Antarctic Expediciton, que supuso la primera travesía completa en trineo de perros de la Antártida. Y son sólo dos de sus hitos más sifnificativos.

Con más de 70 inviernos a su espalada uno podría suponer que Will se dedicaría a la defensa del planeta a través de conferencias y charlas, pero en vez de eso se embarcará en la mayor travesía en solitario de su vida. El 21 de marzo, partirá desde la ciudad de Black Lake, en el remoto Saskatchewan, dirección noreste, en unos paisajes conocidos por la fiereza de sus vientos (se espera rachas superiores a los 100 km/h) y la carencia extrema de habitantes o infraestructuras. Por si fuera poco, está región, azotada por el frío subártico, puede presentar temperaturas inferiores a los 50 grados bajo cero.

Su intención será recorrer unos 48 kilómetros al día, siempre que las condiciones de la nieve lo permitan, por lo que espera concluir su odisea en unas 70 jornadas. Dicho todo esto, lo que más preocupa al americano será el cruce de los ríos helados, aunque para ello se ha preparado específicamente los últimos meses en su ciudad natal, Ely, una de las más gélidas del yanqui.

Ya se sabe que la experiencia es un grado, pero este desafío sería brutal para cualquiera. A los 73 años demostraría, una vez más, como la juventud sólo es un estado de ánimo.