Sunny Stroeer, vuelta de tuerca en el Aconcagua

En solitario, en non-stop, circunnavega y hace cima en el Techo de América.

Redacción Oxígeno

Sunny Stroeer, vuelta de tuerca en el Aconcagua
Sunny Stroeer, vuelta de tuerca en el Aconcagua

En 2015 Sunny Stroeer se lanzaba al mundo. A toda velocidad. Abandonaba un tentador trabajo logrado en la escuela de negocios de Harvard para dedicarse a viajar y a correr por el todo el planeta. Fruto de su voluntad, pronto llegaban unos resultados que podían hacerla dejar de dudar de la elección tomada. Buenos puestos en 100 millas míticas como las de la Western States la animaban a buscar nuevos horizontes. Incluidos los verticales. En febrero del pasado año dinamitaba el récord de velocidad en el Aconcagua: 8 horas y 47 minutos de ascensión. 29 minutos más rápida que ninguna otra mujer. Unos meses después hacía lo propio con uno de los grandes trazados del Himalaya, el que recorre los hermosos baluartes del Annapurna. Sunny empleaba 3 días, 23 horas y 39 minutos para superar los 219 kilómetros y más de 20.000 metros de desnivel acumulado del Circuito de los Annapurnas, corriendo por pasos que superaban los 5.000 metros de altitud. Una barbaridad.

El caso es que lo ha vuelto a hacer. La americana acaba de convertirse en la primera mujer en la historia que circunnavega el Aconcagua y después hace cima… ¡en estilo non-stop! Y por si eso fuera poco lo hacía en solitario. Un auténtico desafío de la resistencia humana, llamado “Full 360”, que sólo se había llevado a cabo en una ocasión.

Cuando completaba el desafío, su crono -activado nada más salir por la puerta del hotel- marcaba 47 horas y 30 minutos. 103 kilómetros de recorrido a los que se suman las severas laderas del Aconcagua, y sus imponderables hasta los 6.961 metros. El Techo de América rendido a la estadounidense por los cuatro costados.

Este proyecto ni siquiera era su intención al principio, cuando su misión era guiar un grupo de mujeres hasta la cima del Centinela de Piedra, para después intentar algún otro récord de velocidad. Cambió de planes a falta de un mes de la expedición, muy poco tiempo para entrenar un reto de tamaña envergadura. “Creo que los proyectos de resistencia tratan menos de la velocidad y tu forma que de tener confianza y un plan. Estaba preparada para afrontar sola cualquier problema. ¿No tener agua en la parte superior de la montaña? Apáñatelas. ¿Los corrimientos de tierra han dejado el camino intransitable? Abre tu propio camino”, sentenciaba Stroeer.

En sus palabras, y lógicamente, la sección más dura fue la parte final de la ascensión. Cuando Sunny alcanzaba el Campo 3 del Aconcagua, situado por encima de los 5.880 metros, ya llevaba 24 horas seguidas corriendo. Allí había dejado algunos suministros a los que llegaba para descubrir que se los habían robado. Con muy poca agua en su bolsa de hidratación, se enfrentaba a una dura decisión: afrontar el ataque a cumbre con un serio riesgo de deshidratación. Stroeer reconoce haber estado a punto de abandonar hasta en seis ocasiones, resistiendo una y otra vez la exigencia de la montaña.

Después de esta cumbre, y de una sobresaliente actividad, a Sunny no se le adivina un techo. ¿Qué puede venir después? Pues ya lo tiene pensado. Tumbar el récord del Hayduke Trail, una ruta de más de 1.200 kilómetros que atraviesa algunos de los parajes salvajes más impresionantes de Estados Unidos, y una expedición en solitario al Polo Sur. Tenemos nueva estrella outdoor.