Una vez concluida la temporada otoñal en los Himalayas sería el momento de llevar nuestros intereses a las arriesgadas y tradicionales ascensiones invernales en los ochomiles, pero por lo que parece ninguna gran expedición se ha puesto en marcha para doblegar alguno de los grandes gigantes de la Tierra en su versión más fiera.
Con toda certeza, los dos grandes promotores de estas aventuras en los últimos años se quedarán en casa. El primero es el polaco Tomek Mackiewicz, que ha intentado llevarse la primera invernal al Nanga Parbat durante las últimas seis temporadas. Este año no ha logrado financiación para su propósito, seguramente porque ese misterio alpino ya fue resuelto por Simone Moro, Alex Txikon y Ali “Sadpara” el pasado febrero. El propio Simone, adalid de la estación fría en los ochomiles, tampoco se calzará las botas, quizá porque su propósito pionero sólo podría llevarle al K2, montaña que ya ha declarado no va a intentar en invierno. Tamara Lunger, que les acompañaba en la histórica ascensión del Nanga, tampoco tiene intenciones esta temporada, aunque tiene en mente intentarlo en el Everest el invierno que viene, ambición que comparte con Ali “Sadpara”, como nos confesaba el paquistaní en una reciente entrevista.
Este vacío en las montañas del Himalaya y el Karakorum podría llenarse todavía debido a la gran cantidad de alpinistas interesados en conocerse a sí mismos en las terribles condiciones del invierno. El K2, el único ochomil sin conquistar en la estación fría, tendrá que esperar para vivir su asedio, y aunque muchos equipos están planeando esta ascensión, el último gran hito que le queda al himalayismo, la duda es cuando se pondrán en marcha.
Una expedición interesante este invierno será la del joven indio Arjun Vajpai, que tratará de ascender un sietemil, todavía sin confirmar. Con sólo 23 primaveras, es el tipo más joven que ha logrado escalar cinco ochomiles y tiene una muy prometedora carrera por delante, por lo que será muy interesante seguir sus progresos.