Si hablamos de escalada en grandes paredes, dos nombres han resultado esenciales para renovar la historia en los últimos años. Tommy Caldwell y Alex Honnold, con la liberación del codiciado Dawn Wall y la escalada en solo integral de El Capitán respectivamente, han demostrado que siempre hay lugar para la progresión. Y lo han hecho a manos desnudas sobre los inmesos océanos de roca en Yosemite.
No conformes con apuntarse dos de los grandes desafíos pendientes de la escalada, ni con obsequiarnos con dos documentales que nacieron ya siendo clásicos de la disciplina, estos rebeldes americanos han vuelto a encordarse para añadir otra muesca en El Capitán, esta vez con la liberación de una vieja variante del Wall of Early Morning Light, en su día bautizada como New Dawn.
Aunque el equipo no ha compartido todavía mucha información sobre la ascensión, su intención era culminar los esfuerzos del británico Leo Houlding, que hace casi dos décadas intentaba liberar una escurridiza variante que decidió llamar Passage to Freedom. "Era una ruta muy adelantada a su tiempo", asegura Caldwell que no pretende exagerar cuando comenta que en la pared ha encontrado algunas de las secciones "más espectaculares" de su dilatada trayectoria.
Caldwell, su compañero de correrías Kevin Jorgenson y Honnold trabajaron durante semanas en el muro en compañía del fotógrafo Austin Siadak, aunque Jorgenson no pudo estar en el ataque definitivo, casi improvisado. Sin haber probado algunas de las secciones de la ruta, Caldwell y Honnold partían una mañana en un brindis al sol que resultaba en una jornada de absoluta inspiración. Y estos dos, a poca chispa que les des, son capaces de cualquier cosa; como finiquitar un proyecto que llevaba 18 años siendo un gran interrogánte de El Cap.
La influencia de Yosemite
"Durante 15 años me impresionaba que no hubiera más gente escalando en El Capitán", escribía Tommy Caldwell tras unos días de reflexión. "Bien, ahora es lo más corriente y debemos considerar como administrar este impacto". Precisamente Caldwell es uno de los principales motores de la escalada libre en Yosemite, pero también un activista imparable por la protección de los espacios naturales.
Sus ascensiones en el valle han convertido a Tommy en uno de los escaladores más influyentes del panorama global, y tenemos la suerte de que además es un gran tipo. Ya saben, un buen ejemplo. "En cualquier caso diría que El Cap está más limpio ahora que hace quince años. La gente en estos días tiende a ser más respetuosa con el lugar. De muchas formas, los escaladores se han convertido en guardianes del parque gracias a organizaciones como la Yosemite Climbers Association. Pero más gente significa que debemos estar siempre alerta sobre nuestro impacto".