El pasado verano, los italianos Federica Mignolla y Gabriele Carrara firmaban la primera ascensión de L'isola che non c’è, una nueva ruta de 400 metros que se estiran por la pared este de la Aiguille Croux, una imponente aguja del macizo del Mont Blanc, cuyas líneas de vértigo obligaron a la cordada a superar dificultades de hasta 7b . Si alguna vez os habéis preguntado como sería enfrentarse a una actividad semejante, la siguiente pieza contiene algunas respuestas.