La expedición liderada por Alex Txikon regresa a casa. #Manaslu2022 llega a su fin tras haber sido imposible cumplir con el objetivo de ascender a la octava montaña más alta del mundo en pleno invierno. Las incesantes nevadas y el fuerte viento ha impedido siquiera pasar de los 6.500 metros de altitud. Sencillamente, la montaña no ha querido abrir sus puertas este año.
“Ya lo veníamos diciendo las últimas semanas. El Manaslu no nos ha dado ni media oportunidad. Iñaki Álvarez, Iker Mediavilla y yo nos vamos con una gran tristeza porque no hemos podido apenas ascender. Ha sido frustrante estar paleando nieve continuamente durante estos dos meses y no tener una recompensa. Aunque sea haber tenido una pequeña chance de ganar metros. Siempre soy muy positivo y creo que la situación puede cambiar pero esta vez no lo ha hecho. Durante nuestra estancia han caído más de cuatro metros de nieve y esto ha hecho que haya sido imposible. Nos vamos tristes a casa pero sé que las montañas seguirán allí y que algún día podremos tener de nuevo otra oportunidad. Espero de verdad que así sea”, explica desde Katmandú Alex Txikon.
Lo más importante es volver sanos y salvos a casa
“Hemos pasado la mayoría del tiempo cuidando el campamento base, quitando kilos y kilos de nieve de alrededor de nuestras tiendas esperando una ventana de buen tiempo que nunca ha llegado. Incluso hemos tenido que pasar varias semanas a resguardo en Samagaun, el último pueblo antes de llegar al CB. Ha sido uno de los inviernos más duros que recuerdo. Hemos empaquetado todo y hemos limpiado nuestra huella lo mejor que hemos podido. Es nuestra obligación dejar el monte como nos lo hemos encontrado y así lo hemos hecho”, añade.
“Las expediciones invernales tienen esto, que dependes muchísimo del tiempo. Pero me gusta enfrentarme a grandes retos y creo que las invernales al Himalaya lo son. Es verdad que puede resultar frustrante, pero es muy bonito al mismo tiempo. Ahora toca volver a casa y descansar y más adelante iremos dando forma a nuevos proyectos que seguro saldrán. Quisiera agradecer todas las muestras de cariño que he recibido a lo largo de estos meses. Aunque haya estado a muchísimos kilómetros de distancia he sentido como la gente me ha apoyado. Por supuesto, no me quiero olvidar de todos los patrocinadores y colaboradores que han hecho posible que este proyecto haya salido adelante. Y cómo no, me gustaría dar las gracias a Iñaki Álvarez e Iker Mediavilla, que han estado trabajando como unos auténticos jabatos durante todo este tiempo. Una pena el resultado pero, como siempre decimos, lo más importante es volver sanos y salvos a casa”, finaliza el alpinista vasco.