Parece que nos espera una estación agitada en los Himalayas. Efectivamente, las montañas están cambiando, las de aquí y las de allí, y su democratización, su acceso como atracción turística, o su masificación, tiene consecuencias buenas. Y las tiene muy malas. Para nosotros el espíritu del alpinismo es similar al del rugby según la célebre cita de Churchill: "Un deporte de bárbaros jugado por caballeros". Los valores del montañismo tienden a superar los de cualquier otra disciplina deportiva, en gran medida porque lo que uno se juega muchas veces no es ganar o perder, es la vida. Por eso nos resulta extraño que sucedan cosas como las de esta semana en el Manaslu, la octava montaña más alta del planeta y el ochomil más popular en esta temporada otoñal, con un cuarto de millar de alpinistas pretendiendo su cima.
Según "The Himalayan Times", dos chinos, posiblemente enzarzados por asuntos comerciales, iniciaban una pelea en el Campo 2 del Manaslu. A 6.800 metros... Los testigos refieren una multitudinaria discusión que acababa con uno de los hombres clavando las puntas de los crampones en el pecho del otro, lo que provocaba su inmediata evacuación al hospital en Katmandú, mientras que el agresor desaparecía de la escena. La víctima lleva por nombre Peng Tao y ya está fuera de todo peligro, incluso hay posibilidades de que pueda regresar a la montaña y unirse a sus compañeros de expedición.
La disputa llevaba fermentando un tiempo. Por lo que se sabe, los dos tipos trabajaron juntos en China en el pasado, pero uno de ellos abandonó el negocio recientemente para emprender su propia aventura comercial. Esta rivalidad habría supuesto la raíz de un conflicto que acababa con Tao herido en las esplendorosas laderas del Manaslu.
Mientras tanto, el resto de expediciones ultiman sus preparativos para lanzar los ataques cimeros. Los primeros podrían hacerlo entre esta y la siguiente semana, si la meteo lo permite.