Para muchos de nosotros la bicicleta de montaña no es un deporte cualquiera, es un modo de vida. Aquí tenéis nueve razones que nos recuerdan por qué. Y no olvidéis compartir con nosotros ¡las que se nos puedan olvidar!
ENTRENAMIENTO
Una de las principales razones por las que la gente se rinde ante una rutina deportiva es porque sencillamente no se divierten con ella. Probad la bicicleta de montaña: a cada esfuerzo por alcanzar una cima, le sigue el gozo de un divertido descenso.
TERAPIA
¿Habéis tenido un día duro? Aquellos que pedaleamos sabemos los efectos rehabilitadores de salir a pedalear, aunque sólo sea durante una hora. Puede que los problemas no desaparezcan, pero se ven de otra manera…
NATURALEZA
No hace falta que nos lo diga un estudio científico: sabemos de sobra que los que tenemos la suerte de acercarnos a la naturaleza frecuentemente, vivimos menos estresados y con mayor energía.
AVENTURA
Montar en bicicleta en la montaña suele ser, en mayor o menor medida, un deporte de aventura y exploración. Y ser aventureros nos convierte inevitablemente en personas más interesantes. ¿No creéis?
DESCUBRIMIENTO
Viajar para pedalear nos abre la puerta del mundo, y además de una forma especial, ya que normalmente lo haremos a sitios alejados de los excesos del turismo de masas. Y no sólo el mundo, sino también a explorar nuestras montañas más cercanas.
MEDITACIÓN
Cuando estamos en faena, sólo existe el aquí y el ahora. Cada pedaleo y cada gesto son todo lo que hay en el presente. Es como meditar. No hay nada más. Pura magia.
AMISTAD
Será por el ejercicio físico. O porque nos gusta la naturaleza. Quizás simplemente porque nos hace felices. Lo cierto es que es fácil conectar y hacer amistad con otros bikers con los que compartimos alegrías y fatigas. ¿Quizás sea por compartir las cervezas al final del día?
AUTOSUFICIENCIA
Hay algo satisfactorio en ser capaz de salir por uno mismo de los apuros que inevitablemente se nos van a plantear en nuestras escapadas. Y sí: ser capaz de diagnosticar y reparar problemas mecánicos es parte de la experiencia.
CONFIANZA
Afortunadamente, la mayoría de recorridos nos ofrecen obstáculos, desafíos e incluso “Everest" personales, sea cual sea nuestro nivel físico y técnico. Con práctica, determinación y un poco de coraje todos hemos conocido la sensación de haber superado nuestros límites… ¡y eso no tiene precio!