Frozen Mind

Victor de Le Rue se enfrenta un nuevo desafío que le ha obsesionado durante mucho tiempo en el macizo de Chamonix.

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Después de recorrer todos los rincones del planeta, Víctor de Le Rue regresa a su hogar y a las montañas de Chamonix, que le han inspirado más que ningunas otras. Los impredecibles Alpes han sido durante mucho tiempo el escenario ideal para los montañeros que desafían a la naturaleza. Victor de Le Rue y su gran amigo y guía de montaña Pierre Hourticq, se enfrentaron esta vez a unas implacables pendientes cubiertas de hielo y con una inclinación de más de 45°.

«Frozen Mind» no solo es una película acerca de las increíbles habilidades técnicas de los dos franceses, sino que también ofrece una perspectiva de la amistad que une a los practicantes de deportes de invierno, ya que dependen en gran medida unos de otros para escalar y descender con éxito rutas míticas como el Pain de Sucre, Mallory, Frendo y Nant Blanc.

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Victor de Le Rue explica su fascinación por el macizo de Chamonix: “Hablamos de «mente congelada» (Frozen Mind) cuando alguien se empeña con una idea o un objetivo y hace todo lo posible para conseguirlo. Este viaje ha sido mi obsesión y enfrentarme a estas exigentes pendientes con Pierre hace que resulte mucho más gratificante".

Bien atados el uno al otro, los dos atletas ascendieron cuidadosamente por complicadas rutas mientras evitaban los desprendimientos de rocas. Los ascensos eran sumamente técnicos y ello permitió a los atletas realizar unas exploraciones realmente auténticas, disfrutando de todas las satisfacciones que ofrecen los deportes de invierno.

FOTO: FJ González

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