10 detalles que marcarán la diferencia cuando esquíes

Redacción Oxígeno

10 detalles que marcarán la diferencia cuando esquíes
10 detalles que marcarán la diferencia cuando esquíes

A veces, los pequeños detalles marcan grandes diferencias. Y en el esquí de travesía algunos pequeños trucos pueden hacer que la experiencia sea más fácil y disfrutable. Compartimos con vosotros algunas trucos útiles:

❙❚ AMPOLLAS Y ROZADURAS: Un problema muy frecuente, sobre todo en las travesías primaverales, son las siempre indeseables ampollas. La primera opción suele ser llevar unos buenos calcetines técnicos antirozaduras, o incluso proteger previamente con esparadrapo o “compeed” las posibles zonas de rozaduras. Un truco que funciona en ocasiones es usar unas medias finas debajo de los calcetines, que reducen la posibilidad de ampollas y, además, la molesta rozadura de la bota en el peroné. Además no son pesadas y puedes llevar varias en una travesía de varios días, o incluso ponerlas a secar al sol o en el refugio sobre la mochila de algún compañero… ;)

❙❚ ZUECOS. Aunque actualmente la mayoría de las pieles están tratadas para que absorban poca agua, a veces es inevitable –sobre todo con el uso- que se formen molestos zuecos entre las tablas y las pieles. Existen impermeabilizantes para pieles de foca que evitan que éstas chupen agua, aunque también puede servir aplicar cera blanda de esquí alpino o incluso de una vela. Una vez quitadas, es importante aislar bien las pieles en la mochila o incluso en una pequeña bolsa en el interior de la chaqueta.

❙❚ “CAMBIO DE TERCIO”. Al llegar al punto en el que cambiemos de modo ascenso a modo descenso es mejor detenerse siempre que sea posible en un lugar a cubierto del viento. Seguramente llegues con sudor acumulado en el ascenso, y en un lugar con viento es fácil enfriarse rápidamente. Es un buen momento para hidratarse mientras se quitan las pieles, aunque es mejor dejar la comida para después del descenso, y así compartir comida e impresiones con los camaradas de travesía.

❙❚ HIDRATACIÓN: Un termo pequeño y ligero con tu bebida caliente favorita puede convertir una fría pausa en una placentera parada. El agua es conveniente llevarla en una cantimplora protegida para que no se congele fácilmente los días más fríos (cuidado con las bolsas de hidratación). La hidratación es crucial en las travesías largas de esquí de montaña. ¡Hidrátate o muere!

❙❚ BASTONES. Algunos “traveseros” prefieren utilizar los bastones sin correas, para evitar tener que ajustarlas cada vez que se cambia de lado en la progresión ascendente. Además, en descensos entre árboles, las correas pueden dar algún disgusto si se engancha el bastón en alguna rama. Por último, en caso de ser sorprendidos por una avalancha, los bastones nos inhabilitan para hacer el gesto de “natación” recomendado para mantenerse lo más cercanos posible a la superficie.

❙❚ RITMO. Mantén un ritmo de ascenso lo suficientemente suave como para poder mantener una conversación con un compañero. Cada hora u hora y media es aconsejable hacer una pequeña pausa para hidratarse, y quizás aprovechar para consultar el GPS o el mapa. Guarda siempre fuerzas para el descenso, nunca se sabe si hará falta un arreón físico ante unas inesperadas placas de hielo o el desprendimiento de una placa de nieve…

❙❚ ROPA. La gran diferencia respecto al esquí de pista es que todo tiene que ser más ligero y con facilidad para quitar y poner, pues en una travesía se pueden encontrar muchas condiciones meteorológicas y, además, subiendo se suda y se pasa calor y bajando se pasa frío, de ahí que muchas rutas sean un constante trajín quitando y poniendo ropa.

❙❚ PROTÉGETE. El sol (sobre todo en días despejados y con viento) puede ser un temible enemigo para nuestra piel. Incluso en días nublados no hay que olvidar usar una crema de protección solar de factor alto (o incluso extremo). En cuanto a las gafas, lo más recomendables es usar las de sol en los ascensos, y las de ventica en los descensos.

❙❚ REPARACIONES. Un pequeño kit de reparaciones vale su peso en oro cuando es necesaria una reparación de material: cinta americana, bridas, tornillería, cordinos, herramientas e incluso algunas piezas de recambio pueden marcar la diferencia entre un glorioso descenso de una hora por nieve profunda, a una penosa travesía de tres horas por esa misma nieve…

❙❚ “POR SI ACA”. Exagerar con el número de elementos que metemos en la mochila “por si acaso”, puede hacer que acabemos cargando con más peso del deseado… pero la famosa ley de Murphy suele hacer acto de presencia, y lo normal es que justo haga falta lo que no se lleva, y viceversa: todo lo que llevemos “por si acaso” seguramente no haya que usarlo… En cualquier caso, nuestro consejo final es un plumas ultraligero y súper compactable, y en caso de largas travesías un buen hornillo Jetboil para no cargar con demasiada agua (un cartucho puede ser suficiente para hervir entre 8 y 10 litros de agua), además de un recambio de pilas para el frontal y el ARVA.