Cuatro mujeres a por un descenso para la historia

Redacción Oxígeno

Cuatro mujeres a por un descenso para la historia
Cuatro mujeres a por un descenso para la historia

Un equipo formado por cuatro mujeres tratará de ascender y descender esquiando uno de los picos más severos de Norteamérica esta primavera. Lideradas por Sheldon Kerr, marcharán a los pies del University Peak, una mole de líneas exigentes que se levanta hasta los 4.142 metros en el sistema de las montañas de Saint Elias, en el sureste de Alaska.

Kerr contará para su envite con dos compatriotas americanas, Jessica Baker y Emilie Drinkwater, y con la fotógrafa australiana Krystle Wright. El objetivo, lograr el primer descenso con esquís de la montaña, lo que supondría una de las actividades de freeride más cañeras de los últimos tiempos.

No será, ni mucho menos, sencillo. Además de la acongojante escalada y su posterior descenso, las laderas del University Peak son más que proclives a las avalanchas y a la caída de su roca descompuesta. Motivo por el cual se veían obligadas a retirarse el pasado año de estas mismas intenciones: el caluroso invierno hacía insostenible un intento en los márgenes aceptables de seguridad. “Honestamente, en un par de momentos, la montaña estaba tan húmeda que pensamos que necesitaríamos unos chalecos salvavidas”, comentaba con sorna Kerr.

Solo un puñado de alpinistas han alcanzado esta cima y ninguno de ellos por su vertiente sur, una pared de dos mil metrazos, nunca esquiada en su totalidad. “Esta cumbre contiene una de las líneas más desafiantes, puras y hermosas de Norteamérica”, la definía el esquiador Chris Davenport, primera persona en escalar y esquiar todos los cuatromiles de Colorado. Que sabe lo que dice vamos. “Tiene todos los elementos del esquí de montaña: una montaña remota, peligro de avalanchas, tecnicidad y da mucho vértigo”.

El órdago a la montaña del equipo tendrá lugar a finales de marzo o principios de abril (dependiendo de la meteo) y se han puesto un plazo de dos semanas para lograrlo. Además lo harán totalmente por su cuenta, sin el apoyo de ningún sponsor, algo ciertamente raro con la ultracomercialización de hoy. “Si lo logran no dudaré en decir que es uno de los grandes descensos de esquí que se han hecho nunca”, concluye Davenport.