La mañana del 20 de febrero de 2022 los alpinistas polacos: Janusz Gołąb, Maciej Kimel y Michał Król tomaron el vuelo a Pakistán. El objetivo de su viaje es repetir la primera ruta realizada por los británicos en la Torre Sin Nombre del Trango. Una cordada potente, una montaña solemne y desafiante, y el invierno del Karakórum: una aventura genuina.
Las Torres del Trango, un grupo de montañas en una subcordillera del Karakórum, son uno de los retos de escalada más difíciles del mundo, intentados cada año por numerosos deportistas.
Las Torres del Trango no destacan por su altura, ya que su mayor elevación se queda en 6.286 metros. Pero a cambio presentan algunas de las paredes verticales más altas del mundo, y de las más difíciles de escalar.
Se trata de colosales colmillos de granito que se elevan hacia el cielo y que se pueden admirar mientras se camina hacia las campos base de los picos más altos del Karakórum: K2, Gasherbrum y Broad Peak. Ente aquellas paredes oceánicas destaca la Torre Sin Nombre (6.239 m), a la que se identifica fácilmente por la enorme aguja puntiaguda y casi simétrica que se proyecta desde los 1.000 metros.
A mediados de los años setenta despertó el interés de la comunidad montañera por esta zona, pero hasta el día de hoy nadie ha subido a la Torre Sin Nombre de Trango en invierno.
La Ruta Británica (VI 5.10 A2, 1.100 m) es difícil no solo por la especial acumulación de dificultades, sino también por el aura caprichosa y el frío glacial que reinan la zona.
La expedición se realiza gracias al programa Polski Himalaizm Sportowy.
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