Este octubre, dos franceses se internaban en los dominios del Everest, el Lhotse o el Makalu, en busca de un objetivo novedoso, con carácter exploratorio y muy acorde con la avalancha de alpinismo de vanguardia que estamos viviendo las últimas semanas, donde se suceden las activiades pioneras en los contornos bellos y hostiles de los Himalayas. Max Bonniot y Pierre Sancier se pegaban un atracón de 1.100 metros para establecer una nueva ruta a la cumbre del Pangbuk Norte, donde trazaban una línea técnica y elegante hasta su vertice útimo, a 6.589 metros. Han bautizado a la vía como "Tolérance Zero".
La montaña, que se levanta en la región del Khumbu en Nepal, concretamente en el macizo de Lunag, presentó un desafío sobre terreno mixto de roca y hielo. El plan principal de la cordada gala pasaba por intentar la cumbre virgen del Lunag Ri, una cima que coquetea con los siete mil metros, de muy alta exigencia, que ya rechazó los envites de David Lama y Conrad Anker en 2015. Tras establecer su campo base a 5.100 metros a los pies de esta montaña, los franceses se dieron cuenta de las pésimas condiciones en que se encontraban sus laderas, propiciadas por temporada en que las geografías del Himalaya se han cubierto de nieve más de lo normal. De este modo optaban por el "plan B", la vertiente Norte del Pangbuk.
Bonniot y Sancier iniciaban su ascensión el 18 de octubre, superando dificultades que han definido como ED, WI5 y 80º. Cuando ya se les había echado la noche encima y tras fijar un largo de cuerda, el dúo descendió hasta el expuesto corredor que se extiende por encima de los 6.150 metros, donde se marcaban uno de esos vivacs para la memoria. A la mañana siguiente aprovechan el trabajo previo, ascendiendo por las cuerdas que habían fijado y tras superar una "hermosa cresta de nieve" alcazaban la cumbre a las 9 de la mañana, hora local.
Han descrito su ruta como "elegante, lógica y técnica" y se trata de la segunda ascensión confirmada a la montaña, tras la de 2013 llevada a cabo por los americanos Christopher Wright y Scot Adamson, que forjaban "Purgation" (1.100 m) en la cara Noroeste. La supuesta primera ascensión se firmaba en el año 2009 y corría a cargo de un equipo internacional liderado por el suizo Stéphane Schaffer, pero su actividad ha sido ampliamente cuestionada en los círculos alpinos.