"Un huracán de fuerza 4 se dirige hacia el K2, con vientos que pueden superar los 210 kilómetros por hora en la cima". Así se presentan los próximos días en el Campo Base de la "Montaña de las montañas", donde la expedición internacional y la de Alex Txikon harán un importante ejercicio de paciencia antes de poder volver a bregar con la dificultad de sus laderas. "Por ello, hemos construido una muralla de nieve de 20 cm de ancho y de 1.80 cm de alto en toda la parte sur del Campo Base. Tras ver la progresión de los iglús durante estas semanas, tenemos motivos suficientes para creer en la fortificación. Tras dicho huracán, parece que llegará el buen tiempo que nos permitirá seguir avanzando, pero el aquí y ahora nos pide protegernos del temporal que tenemos por delante los próximos días. En la parte alta del muro de la fortificación hemos construido almenas para así cortar el viento. Para la construcción del muro nos hemos inspirado en el ingeniero Vauban que fortificó la Francia de Luis XVI".
Así, mientras el temporal se dirige a su posición, Alex y su equipo han decidido hacerle frente en vez de aguardar sus consecuencias bajo la lona de la tienda comedor.
Según el meteorólogo portugues Vito Baia, tras la llegada del huracán este jueves, las condiciones meteorológicas empezarán a mejorar. "Para el día 22 de febrero tendremos vientos de unos 30 o 40 km/h en las secciones inferiores de la montaña, pero en la cima seguirán azotando rachas de hasta 100 km/h". Para la jornada siguiente se estima que la fuerza del viento continuará bajando hasta los 40 km/h por debajo de los 7.000 metros. Para el día 25, los vientos se mostrarán mucho más benignos, aunque las temperaturas descenderán ferozmente. ¿Podría ser esta una jornada clave para las intenciones de los equipos? Esa calma que se preveé para la semana próxima, podría cambiar de forma radical y los días 26 y 27 la tormenta volverá a posarse sobre el K2. "Para entonces todos los alpinistas deberían estar de vuelta en el Campo Base".
¿Será esa pequeña ventana de "buen tiempo" suficiente para un intento serio a la cumbre? "La ventana es demasiado corta", advierte Baia, aunque concede que podrían ascender hasta los 7.000 metros para seguir equipando la montaña hasta el Campo 3.