Rozando el C3 en el K2 y una pausa en el Everest

Las expediciones invernales siguen cumpliendo etapas.

Redacción Oxígeno

Rozando el C3 en el K2 y una pausa en el Everest
Rozando el C3 en el K2 y una pausa en el Everest

Jornadas marcadas por los fuertes vientos en la “Montaña Salvaje”, lo que por supuesto no ha frenado la iniciativa del equipo polaco, que progresa a buen ritmo por sus laderas, encabezados por el kazajo Denis Urubko.

Una vez recuperada la normalidad en el campo base con la llegada de los alpinistas que llevaron a cabo el rescate en el Nanga Parbat (excepto Jaroslaw Botor, que regresaba a Polonia por cuestiones personales), el líder de la expedición, Wielicki, no ha tardado en ponerles en marcha con el objetivo principal de mantener su aclimatación. Pero cuando cuentas con tipos como Urubko o Bielecki en tus filas, las expectativas siempre son superadas.

Hace dos noches Denis Urubko y Marcin Kaczkan soportaban las duras condiciones que azotaban el Campo 2, con vientos superiores a los 100 km/h, y partían la jornada siguiente en busca del C3, tarea que casi lograban de no ser por las pésimas condiciones que asolaban la montaña. “Un viento intolerable”, describen los polacos mientras regresaban al Campo Base. "Y frío extremo", declaraba Urubko. Y si hace frío para Urubko...  Aun así tienen varios alpinistas ascendiendo a los diferentes estadios de las faldas del K2. Entre ellos Maciek Bedrejczuk, Janusz Golab y Adam Bielecki que partían de la base para ir haciendo noches en alguno de los campos superiores. Mañana se formará un equipo que tratará de llegar a los bastiones del C3.

Los polacos van cumpliendo etapas y poniendo sus ojos en una cima invernal que parece menos imbatible desde que esta expedición se ha puesto a luchar por ella.

El Everest también está siendo azotado por las tempestades, motivo por el que Alex Txikon lleva varios días varado en el CB, tras casi alcanzar el Campo 4 en su anterior tentativa. “Estamos muy contentos con el trabajo realizado en condiciones extremas equipando hasta los 7.850 metros, y felices por llegar a Campo Base todos juntos. Os dejo con un vídeo para que sintáis el demoledor viento a esas alturas”.