El escalador alavés Alberto Zerain, en su ascensión al Manaslu (8.163m), expedición que realiza como preparación para continuar con el proyecto 2x14x8000 en el que forma cordada con Juanito Oiarzabal y que patrocina Saunier Duval, ha descartado ascender por las rutas ya existentes para, en su lugar, intentar una nueva línea que surque la cara noreste de la montaña.
Se conocen pocos detalles sobre la vía en la que trabaja junto con el alpinista argentino Mariano Galván. Al parecer, se trata de una línea que asciende por un espolón situado a la izquierda de la ruta directa de Urubko y Samoilov de 2006. “Es una línea muy estética —comenta Alberto — es posible que arriba se una con alguna otra vía, porque allí hay pocas posibilidades, pero no antes de los 7.500 metros, igual más”.
De momento han superado las mayores dificultades de la parte inferior de la pared, siguiendo una línea que ha levantado gran expectación entre los demás habitantes del campo base. Esta misma mañana han descendido después de pasar una primera noche en el campo II, a 6.400 metros. Ahora mismo descansan muy satisfechos en el campo base, a la espera de una oportunidad para completar el ascenso.
Cambio de planes
Abrir una ruta en el Manaslu no estaba entre los planes de la cordada. Si bien a su llegada al campo base aún no tenían decidido cuál iba a ser la vía escogida, tenían claro que buscaban hacer una ascensión “limpia, rápida y lo más autosuficiente posible”. Entre las líneas que barajaban estaban la normal, o NE, con la que los japoneses consiguieron la primera ascensión en 1956; la de la arista E, abierta por Kukuczka y Hajzer en 1986 y que está considerada una de las más difíciles; o la vía NE directa, una ruta abierta por Denis Urubko y Serguey Samoilov en 2.006 y que, de momento, no ha vuelto a ser repetida.
La masificación en la ruta normal hizo que ambos descartasen la vía normal enseguida. “Aquí hay doscientas y pico personas para subir el Manaslu por la normal. Hay una expedición china que tiene sesenta escaladores”, explicaba Zerain el pasado lunes desde el campo I de su nueva ruta. Mientras barajaban las otras dos vías, ambos localizaron una línea nunca antes escalada y estuvieron de acuerdo en que era un reto a la altura del espíritu del proyecto 2x14x8000: “Ser el primero es un actitud”.
Además de la de ésta, sólo hay otra expedición que trabaje en una ruta distinta de la normal. “Son como diez japoneses que están abriendo una línea que empieza algo más abajo, con oxígeno y de todo, en un estilo más pesado”, comentaba Alberto desde el base. Se da la circunstancia de que han pasado diez años desde que se consiguiera la última apertura en la montaña, por lo que la posibilidad de que se abran dos vías en una sola temporada es realmente excepcional.
Una aproximación con incidentes
Resulta sorprendente que Alberto Zerain haya decidido afrontar el gran compromiso que supone abrir una nueva ruta en un ochomil, teniendo en cuenta que a su llegada al campo base, hace poco más de una semana, no se encontraba en las mejores condiciones físicas.
Justo antes de la última etapa de la aproximación, en la localidad de Samagaon, Alberto sufrió una infección de garganta, acompañada de fiebre, que le obligó a guardar tres días de descanso. La subida al campo base, al cuarto día, se le hizo “muy dura, porque la infección me ha bajado al pecho y me ha subido la fiebre. Al final he llegado haciendo un esfuerzo tremendo, despacito, despacito”. En vista de cómo ha cambiado la situación, parece que Alberto se ha recuperado plenamente.
Curiosidad con las fechas
Se da la extraña circunstancia de que las rutas más famosas de la montaña se han abierto en años terminados en 6. En 1956 se logró la primera ascensión por la hoy llamada vía normal; en 1986 Kukuczka y Hajzer lograron terminar la arista E, considerado el mayor reto de la montaña; y más recientemente, en 2006, Urubko y Samoilov consiguieron la primera directa por la vertiente noreste. Queda ver si Alberto y Mariano suman una nueva ruta a esta lista de vías.
Alberto Zerain (Vitoria-Gasteiz, 1961) Su primera expedición al Himalaya fue en 1993 cuando se convirtió en el primer alavés en escalar al techo del mundo, el monte Everest (8.848 m.). Después escaló el Makalu (8.465 metros) en el año 1995, donde coincide por primera vez con Oiarzabal en una expedición. La escalada de esta cima la realizó en solitario desde el campo 3.
Después llegaron el Lhotse (8.516 m.) año 2001, GI (8.080 m.), el GII (8.034 m.) en 2006, el K2 (8.611 m.) en 2008 y el Kangchenjunga (8.586 m.) en 2009 y el Dhaulagiri (8.167 m.) la pasada primavera.
También, ha intentado el Everest por el corredor Honrbein y en Nanga Parbat por la Arista Mazeno.