Os lo podemos contar de primera mano. Costa Rica cuenta con algunos de los spots de buceo más impresionantes del mundo. Aguas prístinas de visibilidad ilimatada, poblada por las incontables criaturas del Pacífico y el Caribe. Pero no conformes con poner a vuestra disposición nuestras guías y reportajes, quisimos juntarnos con algunos lectores de la revista para aprovechar las emociones del directo. Y claro, no podíamos evitar escoger una localización que nos permitiese echarnos al mar. Cabo de Palos, en Murcia, es uno de los spots más representativos y prestigiosos del Mediterráneo, y hasta allí fuimos en compañia de 20 oxigenados a mediados de octubre.
Establecimos nuestro campo base en el recién inaugurado SUB-UP Hostel, un encantador alojamiento turístico localizado en el corazón de Cabo de Palos, a escasos 40 metros de las finas arenas del Mar Mediterráneo y a tan solo 200 metros del Puerto. Es decir, a la vuelta de la esquina de Planeta Azul. Fundada y dirigida por Miguel Ángel Gallego, expedicionario pionero donde los haya, esta escuela de buceo es una de las más reconocidas de Europa y todo un símbolo de Cabo de Palos. Como lo es Miguel Ángel Gallego, que nos acompañó en las inmersiones y nos dejó boquiabiertos tanto con sus memorables aventuras como con su profundo conocimiento de todo lo que rodea la naturaleza.
Considerado uno de los más destacados alpinistas españoles, Miguel Ángel tiene en su haber, entre otras muchas ascensiones, la primera invernal de la cara oeste del Naranjo de Bulnes en 1973 o la ascensión en solitario invernal del Ama Dablam; ha formado parte de las primeras expediciones españolas a un ochomil y es uno de los submarinistas españoles más activos: ha buceado en los distintos mares y océanos, ha filmado las especies consideradas más peligrosas para el hombre como grandes tiburones blancos al sur de Australia, ha buceado en el Pacífico con los miembros del equipo Cousteau y participado en exploraciones submarinas en Nueva Guinea, Irian Jaya, Islas Marquesas o Tasmania. Imagináos la clase de aventuras que es capaz de contar... Miguel Ángel, por cierto, fue uno de los primeros submarinistas que se sumergió en los encantos de Costa Rica allá por los años setenta.
Las inmersiones, que hicieron certero el dicho de que una mar tranquila no hace a un buen marinero, fueron emocionantes y plagadas de vida, y bien merecieron una cerveza y un excelente arroz en el paseo marítimo. Cosa que íbamos a hacer igualmente si somos sinceros. El fin de semana se completó con un trekking por los perfiles mediterráneos que orlan los horizontes de Cabo de Palos, y sí... muchas más aventuras gastronómicas.
Pura vida submarina
Los océanos de Costa Rica albergan al menos 6.777 especies, el 3,5% de las especies conocidas en el planeta; sólo estas cifras serían excusa suficiente para atraer a apasionados del buceo de todo el mundo, pero aún hay más razones: la calidad de sus aguas azules y transparentes y su cálido clima durante todo el año convierten al país tico en un paraíso del submarinismo. La mayoría de los spots pertenecen a áreas salvajes protegidas a lo largo del país.
La costa Pacífica es uno de los mejores lugares para sumergirse en las profundidades azules del océano, y donde se encuentran los spots de Playa Hermosa, Playa Ocotal, el famoso Parque Nacional Isla del Coco (Patrimonio de la Humanidad), o la Reserva Biológica Isla del Caño, una espectacular porción de tierra de apenas 300 hectáreas que hoy se ha convertido en uno de los mejores destinos del mundo para la práctica del snorkel y el buceo, y que cuenta con el arrecife coralino más extenso y mejor conservado de Costa Rica, donde campan a sus anchas delfines, rayas diablo, morenas, los tranquilos tiburones de punta blanca, y si estamos en la época adecuada, una gran variedad de cetáceos incluyendo el codiciado tiburón ballena.
Otros puntos que no se pueden dejar de visitar, especialmente durante los meses de marzo a noviembre por las fantásticas condiciones de las aguas son Punta Gorda, Bahía Santa Elena, Isla Cabros e Islas Murciélago, en donde se pueden encontrar tiburones toro.
Hacia el Pacífico Central se encuentra el Refugio Nacional de Vida Silvestre Curú, además de las islas ubicadas en el Golfo de Nicoya, como Isla Negritos o la bellísima Isla Tortuga. Otra zona de buceo en la costa opuesta es el Caribe Sur, aguas menos exploradas que se caracterizan por su ecosistema de formaciones coralinas (hasta formaciones de 11 m verticales), con más de 123 especies de peces multicolores y protegidas por el Refugio de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo y el Parque Nacional Cahuita.