Orientación con visibilidad reducida

El posicionamiento sobre el mapa y el terreno es la llave maestra.

Luis Torija

Orientación con visibilidad reducida
Orientación con visibilidad reducida

“Pero, ¿dónde estoy? He perdido las referencias, no veo el relieve…”. Cuando la niebla nos sorprende en montaña es fácil sentirse desorientado. Es el momento de afinar nuestros sentidos y de poner a trabajar la maquinaria para seguir disfrutando de la jornada.

Por Luis TORIJA, Guía de Montaña UIMLA de PROMOUNTAIN.
luistorija.com

Pasar del estado gaseoso al líquido, en el caso del agua, es cuestión de temperatura, saturación y condensación, podríamos hablar del punto de roció, de la advección o la radiación, incluso del enfriamiento adiabático, pero seamos prácticos y sin meternos en este charco que es la meteorología vamos a hablar de algo que seguro os es mucho más familiar a todos, la niebla. "Estar en las nubes" no es muy difícil si nos movemos por montaña en invierno, y si nunca os ha sucedido, cosa que dudo, la sensación no es de las más agradables cuando transitamos fuera de senderos, en bosques o en lomas sin muchas referencias geográficas. La percepción de la realidad cambia, no sabemos si subimos, si bajamos o cuánto avanzamos, en definitiva, nos faltan datos del entorno para avanzar con seguridad. Es el momento de afinar nuestros sentidos y de poner a trabajar la maquinaria para seguir disfrutando de la jornada.

El posicionamiento sobre el mapa y el terreno es la llave maestra para poder orientarte con eficacia ante la llegada de la niebla o la noche. Cuando la visibilidad se reduce a la mínima expresión tenemos que saber dónde estamos para poder trabajar con nuestro mapa. Será casi la única manera de salir airosos de la situación. Anticípate y ponte en guardia antes de que la niebla se cierre. Posicionados sobre un mapa tenemos la mejor de las herramientas con nosotros, en unos pocos centímetros de papel tenemos la realidad de nuestro entorno, los senderos, los picos y collados, las poblaciones, los refugios o cobijos de montaña y las distancias a todos ellos. Tenemos la llave para movernos hacia donde queramos con total seguridad.

Y ahora, ¿cómo me desplazo correctamente hacia donde quiero ir? Son muchas las técnicas que existen para desplazarse con eficacia en terreno de baja visibilidad. Hay muchos manuales sobre orientación básica, orientación avanzada y orientación con GPS. En este artículo vamos a descubrirte algunas de las maniobras y técnicas más básicas y sencillas para que os resulte fácil aprenderlas y asimilarlas. Aun así, la orientación y sus técnicas son mecanismos que se olvidan con relativa facilidad si no se practican o refrescan de vez en cuando. 

MATERIAL

Lleva siempre tu material de orientación, mapa con porta mapas donde tengamos el mapa colocado y abierto con la ruta y entorno de nuestra actividad, brújula y GPS. Prepara todo en casa, colocar el mapa en el portamapas en plena ventisca, con lluvia o niebla no te dará nada más que quebraderos de cabeza y posiblemente termines con el mapa hecho trizas.

Los mapas han de ser excursionistas o del Instituto Geográfico Nacional, ambos tienen una base cartográfica y escala adecuada para nuestro uso y a parte en ellos quedan reflejados los senderos y caminos, tanto los balizados y pintados como los que no lo están. Evita usar planos y panfletos informativos en los que la información geográfica se reduzca a simples dibujos, croquis o esquemas de los recorridos. Son útiles ya que nos dan información rápida y practica, pero no son precisos porque no suelen representar escalas, otros caminos, el entorno o coordenadas para posicionarnos correctamente.

Usa una brújula con unas cualidades aptas para el uso conjunto con un mapa. Limbo móvil con grados bien definidos, flecha de dirección clara, flechas Norte-Sur del limbo abundantes, base transparente y con regla o escalas y cordón. Si no es pesada y no abulta mucho te dará menos pereza meterla siempre en la mochila.

El receptorGPS en el siglo XXI debería de ser casi obligatorio en días de mala meteorología o tiempo inestable y en entornos desconocidos. No confundamos el hecho de llevar con nosotros un GPS en la mochila y usarlo si las cosas se ponen feas, con el de ir por el campo sin levantar la cabeza del aparato. El encanto de la montaña, del descubrimiento y de la puesta en juego de nuestro sentido común como montañeros no quedará relegado a un segundo plano por llevar o usar un GPS. Tomemos esta herramienta como un elemento de seguridad. No olvidemos llevar pilas, generalmente con las que llevemos puestas y otro juego de repuesto tendremos más que de sobra para un día de campo y cualquier problema que nos pueda surgir.

DICCIONARIO DE ORIENTACIÓN

DECLINACION MAGNETICA. Es el ángulo que hay entre el Norte geográfico, que es fijo y corresponde al norte de los mapas y el  Norte Magnético que está en movimiento y es donde apunta la flecha imantada de la brújula. Por lo tanto es la diferencia variable entre los dos polos.  En España y para distancias cortas es prácticamente inapreciable, son unos 2 grados de diferencia a sumar o restar. Por lo tanto la obviaremos para una orientación básica.

RUMBO. Partiendo desde un punto A, es el ángulo entre el norte magnético y nuestro destino, punto B. Este ángulo se toma con la brújula sobre el terreno, haciendo funcionar la aguja imantada.

AZIMUT. Partiendo desde un punto A, es el ángulo entre el norte geográfico y nuestro destino, punto B. Este ángulo se toma con la brújula sobre el mapa, haciendo funcionar las líneas norte sur del limbo móvil de la brújula. El magnetismo ahora no lo usamos para nada.

Por error se denomina a toda dirección a seguir en montaña o excursionismo por igual, RUMBO, pero técnicamente no está bien dicho. Los conceptos son diferentes. Una dirección tomada en base a un mapa, Norte Geográfico, se denomina azimut. Y una dirección tomada en base al Norte Magnético, sobre la realidad o terreno, se llama RUMBO.

RUMBO PARALELO. Los rumbos paralelos son aquellas líneas de dirección imaginarias y paralelas entre ellas y con un mismo ángulo. Imaginad una línea imaginaria con un rumbo de dirección de 30º, a los cinco metros podríamos dibujar otra línea, también con un rumbo de dirección de 30º y así infinitamente... aunque el rumbo es el mismo para todas estas líneas el destino no. Son líneas paralelas. Es el principal problema que tendré al desplazarme caminando siguiendo una dirección con una brújula en la mano.

NAVEGACION CON BAJA VISIBILIDAD. Para navegar con baja o reducida visibilidad nos desplazaremos en líneas rectas, cuanto mayor sea la distancia que queramos recorrer mayor será el error en el desplazamiento, por lo tanto vamos a tomar como buena la idea de desplazarnos en pequeñas secciones o con mini objetivos, 200-400m. Aunque tengamos que repetir la operación unas cuantas veces la precisión será mucho mayor. Sed pacientes y afinar el trabajo, antes o después llegaremos a nuestro destino o levantará la niebla.

TÉCNICAS CON BRÚJULA

Al trabajo con brújula hay que sumarle el trabajo de cálculo de distancias, de nada nos vale caminar en la dirección correcta si no calculamos la distancia que tenemos hasta el destino. La suma de rumbo y distancia nos llevarán al lugar elegido. Para calcular las distancias lo mejor es usar la regla o escala de la brújula en el mapa y tener claro cuántos pasos, orientativamente, me supone hacer ese recorrido. Medid los pasos que os supone recorrer 100m en algún lugar, pista etc. y ya tendréis la información necesaria para realizar estas técnicas.

Navegación con jalones fijos: navegar con la ayuda de la brújula no es fácil, tengamos en cuenta que jamás caminaremos en línea recta por más que nos lo propongamos y seguir la flecha de dirección de nuestra brújula cuando hayamos tomado la dirección en el mapa desde donde estamos hacia un destino nos va a ser difícil. O miramos la brújula o miramos el suelo para caminar. Para evitar este error en el desplazamiento y no meternos en esas líneas paralelas de las que hablábamos antes, que no me llevan a mi destino, trabajaremos con jalones fijos. Los jalones fijos son árboles, rocas o cualquier elemento reconocible que veamos en nuestra línea imaginaria de dirección y tomemos como referencia para ir hacia él sin tener que mirar constantemente la brújula. Una vez en nuestro elemento de referencia repetiremos la maniobra de nuevo. Avanzaremos de punto a punto en nuestra línea y si encontramos algún obstáculo tomaremos una referencia lejana para avanzar hasta ella y salvarlo.

Navegación con jalones móviles: en el caso de que no encontremos arboles o referencias en nuestra línea imaginaria de dirección podemos ayudarnos de  personas. Marcaremos la dirección a seguir con la brújula y enviaremos a un compañero corrigiéndole en su caminar hasta que dejemos de verle. En ese momento le paramos y caminamos hacia él. En este punto repetiremos la operación. Podríamos hacer lo mismo con un grupo de personas.

Rumbos con error voluntario: como ya hemos comentado seguir una línea recta caminando es muy difícil, pero llegar a una línea recta que veamos próxima en el mapa y más o menos perpendicular a nuestra marcha es fácil. Entendamos una línea recta como un camino, una senda,  un río o incluso una curva de nivel que me marca una altura. Pero lo que no es tan fácil es llegar al punto que quiero de la línea; una casa, un cruce, un refugio en una altura determinada o un puente en el río. Para esto lo que hacemos es utilizar una técnica en la que soy consciente de que durante mi marcha no voy a ser capaz de caminar en línea recta y me voy a desviar sin querer. Es la técnica del error voluntario.

En esta maniobra a diferencia de las técnicas anteriores no vamos a tomar un rumbo exacto a nuestro punto de destino en esa línea recta, porque no será fácil llegar, lo que haremos es añadir o restar 10-15º a nuestro rumbo exacto. Caminaremos hacia la derecha o izquierda de nuestro objetivo de tal modo que por mucho que nos desviemos durante nuestra progresión, que será unos grados, llegaremos al elemento lineal y sabremos hacia qué lado nos queda nuestro destino, si he sumado grados estará a la izquierda y si se los he restado a la derecha.

TÉCNICAS CON GPS

Lo primero que tenemos que saber es que el GPS es un arma de doble filo. Lejos de lo que pueda parecer no es un navegador como el de los coches, tiene otras muchas funciones, algunas de ellas avanzadas y de gran utilidad, pero ante todo el individuo ha de saber moverse por montaña y manejarse con brújula y mapa. No olvidemos que es un apoyo.

USO DE WAYPOINT: quizás una de las maniobras que menos pilas consume, fundamental y básica  es almacenar durante tu recorrido puntos de paso, fuentes, cabañas, refugios o desvíos importantes, si tienes conocimientos avanzados también podrás almacenarlos desde casa con un trabajo previo de planificación. Esta información se almacenará como un WayPoint, literalmente son "Puntos en el Camino", con datos de coordenadas y altura. Nuestro aparato los almacenará en su memoria. En caso de despiste o visibilidad reducida siempre podremos pedir al GPS que nos lleve a uno de esos puntos, aunque esta función en zonas de montaña y sin senderos se nos marcará con una línea recta. Aun así la ayuda es fundamental, ya que obtendremos distancias al punto y una flecha de dirección que se irá corrigiendo a nuestro paso. Tendremos que desplazarnos con cuidado por el terreno evitando cortados o zonas delicadas que encontremos.

USO DE TRACKS: otra de las maniobras básicas del GPS es almacenar desde casa un track o recorrido, la huella que alguien ha dejado imaginariamente al caminar, ha grabado en su GPS y ha compartido con otros usuarios. Al almacenarlo en nuestro receptor y mostrarlo en la pantalla siempre tendremos una referencia de por donde continua el camino que alguien ha recorrido antes aunque la visibilidad sea nula. Tened mucha precaución con los tracks que encontramos en la red porque no todos son trazados sencillos o coherentes, el trafico de información sin filtro es un problema a tener en cuenta.

Si queréis grabar vuestro recorrido tened en cuenta el consumo de pilas acelerado, no os quedéis sin baterías en el momento más importante y necesario del día para realizar estas maniobras.