En la gestión de riesgos en la montaña es muy importante afinar la toma de decisiones para interpretar correctamente cuando es el momento de darse la vuelta. Porque ya se sabe: una retirada a tiempo…
Precisamente, entre los montañeros de nivel medio uno de los problemas más frecuentes es no saber darse la vuelta cuando se encuentra un terreno peligroso para el que no se tiene el material adecuado.
Solución: busca y documéntate con libros y guías de la zona, además de con guías de montaña u otros montañeros que hayan hecho la travesía antes y puedan darte información de primera mano de las dificultades que puedes encontrar ,así como del material necesario para la ascensión. Con toda la información a mano, sé sensato al evaluar si tienes los conocimientos y experiencia necesaria para el reto. No intentes nada para lo que no estés preparado o equipado. Si has adquirido nuevo material, no dudes en familiarizarte con él en rutas más fáciles, ¡o incluso en casa!
Signos que deberían suponer una retirada
- Mal tiempo (truenos, ventisca…)
- Indicios de mal de altura (dolor de cabeza severo, náuseas, vómitos, respiración difícil…)
- Llegada la hora prevista de vuelta (aunque no se haya alcanzado la cima)
- Signos de inestabilidad en el terreno nevado
- Lesión o cansancio (propia o de acompañante)
- Condiciones inesperadas para las que no se está preparado, como grietas o hielo
Continúa precavidamente
- Tiempo cambiante (viento, nubes) o tormentas distantes
- Signos leves de mal de altura (dolor de cabeza, fatiga, falta de apetito)
- Indicios de que el horario previsto de regreso no se va a cumplir
- La nieve es más profunda de lo esperado, pero estable.
- Noticias de un rescate a un equipo que no es el vuestro
- Condiciones inesperadas para las que estáis preparados
* Revisa cada 15 minutos por si alguno de estos factores cambia